De Gurpegui a Pogba: los positivos por dopaje que revive el caso Yeray Álvarez

Lo sucedido con Yeray revive uno de los episodios más recordados del fútbol español en materia de dopaje: el positivo de Carlos Gurpegui, exjugador rojiblanco, en 2002. Aquel año, el navarro dio positivo por nandrolona tras un partido contra la Real Sociedad. El futbolista y el club defendieron durante años que su organismo producía la sustancia de forma natural. Sin embargo, el jugador fue sancionado con dos años de inhabilitación, que cumplió entre 2006 y 2008.

Aunque el dopaje no ha sido históricamente un problema sistémico en el fútbol español, sí han existido otros casos notables. En 1992, Dragan Pusinic, futbolista del Castellón, dio positivo en codeína tras un partido de su equipo en casa del Celta de Vigo, conviertiéndose así en el primer caso de dopaje del fútbol español.

En 1997, Borja Aguirretxu, entonces en el Celta de Vigo y formado en las categorías inferiores del Athletic, dio positivo por nandrolona en el control tras el partido que enfrentó a su equipo con el Valladolid. Poco después, el contraanálisis confirmó la presencia de altas cantidades de la sustancia en su sangre. El Comité de Competición le suspendió durante seis meses.

Años después, Frank de Boer, del Barcelona, dio positivo por nandronola en un partido, también ante el Celta de Copa de la UEFA, en 2001. En un principio, el neerlandés fue suspendido con un año de inactividad; sin embargo, solo permaneció dos meses en el dique seco después de que el comité de apelación redujese la sanción.

Poco después, en el 2004, Everton Giovanella, del Celta, al igual que Gurpegui, dio positivo por nandronola el 19 de diciembre de 2004 tras un partido contra el Pontevedra. El jugador sería sancionado al año siguiente con una suspensión de dos años más una multa de 1.503,53 euros.

Más recientemente, en 2014, trascendió el caso de Dani Benítez, jugador del Granada, quien dio positivo por cocaína y fue suspendido durante dos años por la RFEF.

En noviembre de 2001, saltó la noticia del positivo de Pep Guardiola. En aquel entonces militaba en el Brescia italiano y la sustancia que hizo saltar el test fue nandrolona. Poco después se confirmó un otro positivo en el antidoping realizado tras un encuentro contra la Lazio. La justicia deportiva le condenó a cuatro meses de suspensión y una multa de 50.000 euros. El futbolista catalán argumentó que llevaba varios años tomando un complejo vitamínico, prescrito y autorizado por los médicos. En la Liga Española nunca había dado positivo. Recurrió las sanciones en la justicia ordinaria y en 2007, ya retirado del fútbol en activo, fue absuelto.

A nivel internacional, la lucha contra el dopaje ha ganado visibilidad en los últimos años, con varios nombres importantes involucrados. Uno de los casos más sonados es el de Paul Pogba, centrocampista francés y campeón del mundo en 2018, quien dio positivo por testosterona en 2023 cuando jugaba en la Juventus.

Otro ejemplo es el del argentino Papu Gómez, quien también dio positivo por una sustancia prohibida durante su etapa en el Sevilla. En su defensa, Gómez alegó que el positivo se debió a un jarabe infantil que había tomado sin consultar a los médicos del club, lo que recuerda poderosamente al argumento que ahora esgrime Yeray.