Las primeras consecuencias del positivo de Yeray hasta que se resuelva el caso: ni entrenar en Lezama ni con sus compañeros

La pretemporada del Athletic arranca con un fuerte sobresalto del que habrá que conocer sus consecuencias. En el primer entrenamiento colectivo que se llevará a cabo hoy en Lezama no se encontrará Yeray, que está «provisionalmente suspendido» y no está autorizado «a realizar declaraciones públicas adicionales». Es más, en este tipo de casos la normativa de la UEFA es muy tajante e impide al jugador suspendido entrenar con el resto de compañeros e incluso utilizar las instalaciones del club, por lo que Yeray no podrá ejercitarse en Lezama mientras dure el proceso de instrucción y hasta que el organismo del fútbol europeo emita una sentencia al respecto.

Yeray admitió en su comunicado que «recibir esa noticia fue un golpe muy duro y, sinceramente, no me lo podía creer, dado que jamás en mi vida he consumido sustancias prohibidas». Tras el encuentro de ida de las semifinales de la Europa League frente al United, Yeray fue convocado para el derbi de Anoeta pero no jugó ni un minuto, fue titular en la vuelta de Old Trafford y también en Liga frente a Alavés y Getafe. Pero después ya no fue convocado por Ernesto Valverde para los partidos del 18 y 25 de mayo contra el Valencia y Barça que cerraron el pasado campeonato.

En su alegato de defensa, el futbolista de Cruces recordó que «desde que superé mi enfermedad, llevo años siguiendo un tratamiento contra la alopecia y, tras estudiar el caso, hemos comprobado que el positivo se dio porque tomé de forma involuntaria un medicamento preventivo contra la caída del cabello que contenía una sustancia prohibida». Y añadió: «Lamento mucho esta situación pero, con el apoyo del club, estoy trabajando en mi defensa con el convencimiento de poder volver a los terrenos de juego lo antes posible», finalizó Yeray en su comunicado.

Hay que recordar que el defensa central del Athletic vivió un episodio muy complicado en 2016, con tan solo 21 años y en plena progresión como futbolista, cuando le diagnosticaron un cáncer en el testículo derecho del que fue operado a finales de año. Tras recibir el alta, Yeray sufrió un nuevo golpe al recaer medio año después. «Fue el momento más duro», reconoció en una entrevista tiempo después. Yeray tuvo entonces que someterse a un tratamiento de quimioterapia, meses de sesiones interminables que le dejaron secuelas hasta que se recuperó y dejó atrás la temida enfermedad. Y es en esas secuelas del cáncer que vivió en 2017 donde se encontraría el origen del problema que ha provocado el positivo del rojiblanco, en un producto para combatir la alopecia que sufre desde entonces.

El Athletic ofreció «todo su apoyo» al defensa de Barakaldo. Ibaigane lamentó «el error humano» que ha llevado al futbolista a ser suspendido por la UEFA y explicó que «tal y como ha señalado el propio Yeray, el procedimiento se encuentra en fase de instrucción y sujeto a confidencialidad, por lo que el club no está autorizado a realizar declaraciones públicas adicionales sobre este asunto. Una vez que finalice el proceso, Yeray Álvarez y el Athletic ofrecerán todas las explicaciones que resulten pertinentes y necesarias», comunicó Ibaigane.

Queda por ver cuánto tiempo se dilatará el proceso de instrucción hasta que la UEFA dictamine la sanción, si es que la hay, que recibirá Yeray y la duración de la misma. En todo caso, se tendrá en cuenta todo el tiempo que esté suspendido el jugador hasta conocer el veredicto, tiempo que se descontaría de un hipotético castigo al futbolista en caso de que el organismo del fútbol europeo considere que las pruebas que aporten tanto el jugador como el club no justifican el positivo.

Pase lo que pase, el comienzo del curso del Athletic se ha visto zarandeado por una situación imprevista en un equipo que arranca con la ilusión de estar presente en la Champions. Una ilusión que ha dado paso de momento a la preocupación por el futuro del central de Cruces, de nuevo enfrentado a una situación complicada en su trayectoria profesional y personal. Y, a su vez, un problema deportivo de primer orden para Ernesto Valverde, que a día de hoy desconoce cuándo podrá volver a contar con uno de los jugadores con más experiencia dentro de la primera plantilla del Athletic.

La suspensión del futbolista rojiblanco lleva a los aficionados a mirar al pasado, al calvario que vivió Carlos Gurpegui tras dar positivo por nandrolona en la primera jornada de Liga de la temporada 2002-03. El navarro y el club defendieron durante años que su organismo producía la sustancia prohibida de forma natural. Sin embargo, el jugador fue sancionado con dos años de inhabilitación, que cumplió entre 2006 y 2008.