

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El pasado 21 de octubre el extremo del Tenerife Mo Dauda dio un codazo a Ander Capa en el Heliodoro Rodríguez. Perdió parcialmente la visión del ojo izquierdo y acabó en un hospital canario. El portugalujo narra el angustioso episodio que le ha tenido de baja desde entonces a la espera de reaparecer esta tarde ante el Mirandés. Volverá con una mascara protectora que ayer probó por primera vez.
– ¿Fue un codazo voluntario?
– No. No parece una acción agresiva. Está cubriendo el balón, estoy justo detrás y me da involuntariamente.
– Se llevó un susto terrible.
– Si. Cuando caí al suelo no veía del ojo izquierdo. Estaba asustado. Decía 'me ha metido el ojo para dentro'. Esa era mi sensación. Al principio no veía ni de cerca ni de lejos. Al poco, cuando estaba en la banda, pasados unos minutos, comencé a enfocar de cerca a las personas que tenía cerca, pero no de lejos. Miraba a la grada y era como si tuviera una cortina de niebla. Por eso no pude entrar al campo. Esa noche me fui a hacer pruebas en un hospital en Tenerife. El oftalmólogo de guardia me dijo que tenía una úlcera corneal y una hemorragia. Ya en Valencia me hicieron un TAC en el hospital el lunes.
– ¿Por qué?
– Para ver si estaba todo bien porque la parte de la nariz y el labio las tenía sin ninguna sensibilidad, como dormidos. Me vieron que tenía una fractura en la zona orbital que es la que sujeta el ojo. Eso me impidió entrenar y hacer esfuerzos hasta mi regreso a los entrenamientos esta semana. Si hacía esfuerzos y sufría la presión, esa zona de alrededor podía romperse y el ojo desplazarse para arriba, abajo o a un lado. No había que asumir riesgos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Siete años de un Renzo Piano enredado
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.