Los primeros hermanos alguacilillos saltan al ruedo

Parecen casi niños. A ambos les une una afición taurina heredada de sus padres. Los dos esperaban este momento desde que empezaron, a los 3 años, a montar a caballo. El chaval, que cumplirá el próximo viernes 21, ha hecho sus pinitos como novillero, aunque parece resignado a su suerte. «Es muy difícil llegar a torero», a ese «privilegiado» lugar ocupado por matadores como su idolatrado Alejandro Talavante. «Los estudios no son lo mío, los he dejado», confiesa con un fino hilito de voz en el patio de cuadrillas.

No es el caso de su hermana, que se prepara como auxiliar de enfermería y que también tiene sus favoritos. Le apasiona el peruano Roca Rey y, a lomos de 'Milagros', una yegua de 12 años de color bayo, tampoco perderá seguramente de vista a Guillermo Hermoso de Mendoza. «Es muy bueno», argumenta mientras piensa en los numerosos amigos y familiares que asistirán a su debut.

Los hermanos asumen que se enfrentan a su gran prueba de fuego. «Es algo que hablábamos de pequeños, pero como esas cosas que piensas que dificilmente podríamos llegar a hacer algún día. Decíamos 'qué gran idea sería poder salir los dos juntos al ruedo'», se sincera Alazne.

Hoy serán los primeros en pisar la arena. Llegan con la lección bien aprendida. Koldo, que imparte cursos de salto en el Club Hípico de Mungia, debutó en estas lides la pasada feria y Alazne, en la novillada que tuvo lugar el 21 de julio en el coso de Martín Agüero. «Salí muy contenta y me sirvió para coger confianza», desliza. Sin embargo, quizá por su juventud exterioricen algunos pequeños nervios, según se va acercando el momento, aunque tampoco tienen pinta de arredrarse fácilmente. «Estamos curtidos desde pequeños», revelan.

Ni él ni ella. A Koldo le tocó escuchar el año pasado algunas cosas «del público» que quizá a otros les hubieran tocado la fibra. «Es normal, te ven tan joven y piensan que te vas a...», detalla el muchacho, que no dudó en aceptar el encargo que le ofreció «un conocido» tras dejar el puesto la anterior alguacililla.

De inmediato pensó en su hermana y, con la misma celeridad, tanteó si podrían contratarla. Los dos hermanos se conocen al dedillo lo que les tocará en liza. «En el albero somos la representación del presidente. Tendremos que ejecutar sus órdenes y mantener el orden durante la corrida, recoger las llaves de los toriles y entregar las orejas a los premiados, si es que llegan a cortarse».

También que los picadores y banderilleros «no se pasen con los caballos», propiedad de la ganadera Arantza Goñi. Si tienen que dar alguna voz, dicen que no les temblará el pulso.

Los caballos están «muy bien entrenados», por lo que difícilmente les afectará el gentío de los tendidos. «Los conocemos muy bien y, además, el ambiente no es nuevo para ellos. Los animales están muy sincronizados», aplaude Koldo, que manejará las riendas de 'Estilo', un ejemplar de 18 años.

EL CORREO acompañó ayer a Koldo y Alazne a los camerinos donde se cambian también los monosabios y trabajan igualmente los matarifes. Ella salió con una capa de terciopelo verde y él, con una de color negro, Ambos completaron la vestimenta con el típico sombrero de plumas. «Se vistieron en aproximadamente 10 minutos», apuntó el mozo de cuadras, Erlantz González. «Hoy quizá les lleve algo más de tiempo si se echan gomina», bromeó.

Las altas temperaturas cubrieron sus rostros de sudor nada más asomarse al albero. «Para nada estamos estresados, pero sí que nos vamos a emocionar. Llevamos mucho tiempo esperando este momento. Ojalá tengamos que repartir muchos premios y algunos rejoneadores puedan salir por la puerta grande», desean.