«Mi madre me riñe bastante cuando bajo al pueblo vestido con pantalones de montar»

- ¿Aspira a perpetuar una dinastía?

- Aspiro a hacer mi carrera, aunque, indudablemente, quiero que el apellido siga en lo más alto.

- ¿Pesa?

- Siento e intento que se me vaya conociendo más por Guillermo y mi toreo que por 'ser hijo de', aunque sé que siempre voy a ser hijo del mejor de todos los tiempos.

- ¿Su padre le guía?

- Me ha ayudado muchísimo a estar donde estoy. Sin él, todo hubiera sido más complicado.

- ¿Tuvo claro desde niño que su futuro estaría ligado al rejoneo?

- Para nada, al revés. De niño detestaba que me preguntaran '¿tú también vas a ser rejoneador?'.

- ¿Por qué?

- No me gustaba nada. Me costó mucho dar el paso, hasta decírselo a mis padres.

- ¿A qué obedecía esa demora?

- Me obligaron a esperar hasta cumplir 18 años y fuese yo quien tomara las decisiones de mi vida.

- ¿No le gustaba estudiar?

- Acabé la Secundaria, pero no era buen estudiante. Hice un grado medio, de técnico forestal. Me sirvió para entrar un poquito más maduro en esta profesión.

- ¿Aspira a ser el número uno?

- En nuestra profesión no hay un ranking como en el fútbol. Pichichi es quien más goles mete. Aquí es algo de gustos, conceptos. A lo mejor el que corta más orejas no tiene por qué ser el número uno.

- ¿Se sienten actores secundarios frente a los diestros?

- Al revés. Todas las tauromaquias enriquecen la Fiesta. Recortadores, rejoneadores, novilladas... Cada uno tenemos nuestro mercado.

- ¿Qué susurra a los caballos?

- Más que susurrar es una compenetración mutua. Entendernos, acoplarnos... Exige muchas horas de entrenamiento. Los dos, rejoneador y caballo, sabemos prácticamente el movimiento que vamos a hacer cada uno.

- ¿Eso se llama sincronización?

- Los caballos son como personas y tienen más afinidad con unos que otros.

- ¿Qué insinúa?

- Algunos caballos se ponen tensos e incluso agresivos cuando me ven entrar al ruedo vestido con el traje de torear. A otros, en cambio, les entra el miedo y se vuelven tímidos y asustadizos.

- A sus 25 años, ¿puede acercar a la chavalería a las plazas?

- Es también un poco nuestra misión. Roca Rey está atrayendo a mucha gente joven. ¡En San Sebastián vi el otro día un tendido entero lleno de adolescentes!

- Aparte de los toros, ¿qué más le gusta?

- Soy muy fan de la naturaleza y los deportes. Me gusta cazar, pescar... ¡Y me apasiona el fútbol!

- ¿De qué equipo es?

- Del Osasuna. Lo practico también, pero cada vez menos por precaución.

- ¿La noche le tienta?

- No hay tantos ratos para salir de fiesta, pero cuando se puede montamos planes tranquilos entre los amigos.

- ¿Le fascina el reguetón?

- Soy más de flamenco y cosas tranquilitas, como Alejandro Sanz.

-¿Y la moda?

- No me fijo mucho. Soy muy campechano y mi madre, de hecho, me suele regañar bastante.

- ¿Por qué?

- Me riñe cuando bajo vestido al pueblo con los pantalones de montar. Me gusta vestir bien, pero no ir de compras. Mi madre me echa una mano.

- Ya que saca a su madre, ¿hay alguna otra mujer que lo pase mal cada tarde que torea?

- Mis hermanas. Lo viven y saben lo que hay dentro.

- ¿Tiene muchos amigos?

- Gracias a Dios. El mundo del toro me ha acercado muchas amistades, luego están los amigos de la infancia, del trabajo...

- Pero disfruta de la soledad.

- Mucho. En el campo encuentras muchos momentos para pensar y desconectar.

- ¿Le mueve más el dinero o el arte del toreo?

- Si fuera por dinero no estaría aquí. El amor al toro y el caballo es lo que verdaderamente me mueve.

- Pero, si tuviera que elegir, ¿desearía ser rico o feliz?

- El dinero no da la felicidad. La salud, la familia y amigos me llenan mucho más que lo que puede llegar a ser la economía.

- ¿Se cae bien?

- A ratos. Hay momentos que tienes más seguridad en ti mismo y otros en que te asaltan dudas.

- ¿Maneja su futuro?

- A ver, sí, sí, pero no me gusta pensar mucho a futuro, prefiero vivir el presente y ponerme unos futuros muy cortos. Vivo más tranquilo y es más gratificante.

- ¿Qué pone en su estado de WhatsApp?

-Pues, la verdad, no lo sé.

- ¿Es hombre de caprichos?

- No mucho. Tengo perros de caza, pero no soy de coches, viajes...