Tapia pide aunar fuerzas en una semana «terrible»

Tapia, a quien el anunció cogió en el bautismo de un remolcador en la terminal de cruceros del Puerto de Bilbao, enfatizó que se trata de otro recorte de empleo en una empresa relacionada con el ámbito de la movilidad, prueba de que la pandemia ha tenido un impacto «muy relevante» en los sectores de la automoción, el transporte público, el ferroviario y también en el de la aviación.

La consejera, en línea con sus declaraciones de los últimos días, subrayó que «en este momento lo que nos toca es trabajar con responsabilidad, de forma tripartita» en la mesa de diálogo social entre empresas, trabajadores y Administración para «buscar una solución que nos permita salir de esta situación crítica».

En este contexto, Tapia destacó que Euskadi no es «un país de bajo coste» que quiera que «todo esté asociado a unos salarios bajos», sino que «siempre hemos dicho que necesitamos personas bien formadas, con alta tecnología, con una economía que sea de primer nivel». Pero agregó que es necesario «flexibilidad» y «acuerdo y búsqueda de colaboración entre todos los agentes» para que «el despido sea lo último que se ponga sobre la mesa». «Hay otras medidas que permiten esa reducción de costes no solo en el ámbito laboral, sino en todo lo que es la empresa», dijo la consejera. Fórmulas entre las que también estaría una bajada de sueldos siempre que sea acordada y a cambio de garantizar los puestos de trabajo.

Aernnova es uno de los referentes industriales de Euskadi «y que opera en uno de los sectores más castigados por la crisis sanitaria y económica» que deja el coronavirus, recordó la Cámara de Comercio de Álava. «Tras una primera fase de parón total de la economía, la aeronáutica ha retomado lentamente la actividad», aseguran portavoces oficiales, que esperan que la «recuperación llegue lo antes posible a este y otros sectores», aunque asumen que todavía tardará.

A pesar de que en Berantevilla está la principal planta que la multinacional tiene en España, apenas hay «dos o tres personas del pueblo trabajando ahí», asegura el alcalde, Mario Perea. Sin embargo, la repercusión que tiene la empresa en el municipio es alta «porque en impuestos como el IBI o el IAE aporta mucho dinero al Ayuntamiento». Pero «más allá de este hecho, una cifra de despidos tan elevada, aunque no sepamos aún la repercusión en Álava, es un varapalo porque va a afectar a familias que seguramente viven de ese sueldo».

La plantilla de esta fábrica se compone principalmente de personal procedente de Vitoria y de Miranda de Ebro. La alcaldesa de esta localidad burgalesa, Aitana Hernando, se puso en contacto con el comité al conocer la noticia. «Nos hemos comprometido a estar en contacto permanente y nos ponemos a su disposición para hacer todo lo que esté en manos del Ayuntamiento para defender los derechos de los trabajadores», aseguró la regidora. Además del impacto en el número de empleos entre los vecinos de Miranda, también se pueden ver afectados locales hosteleros donde acuden a comer en ocasiones operarios de Aernnova.