PNV y PSE vuelven a chocar por el centro de refugiados de Vitoria pero aparcan su pulso con el límite a los alquileres

El debate regresó dos semanas después de que la alcaldesa, la socialista Maider Etxebarria, solicitara al Ministerio reducir las plazas del centro (de 350 a 200) alegando que así se ajustaría mejor a los recursos de la ciudad. Apenas un día después, el PNV reaccionó exigiendo la paralización del «macrocentro» a través de la presidenta jeltzale en Álava, Jone Berriozabal. El asunto se discutió en el Pleno a instancias del PP, con una moción para reclamar al Gobierno de España que «paralice de forma inmediata y definitiva» el centro. Los servicios públicos de Vitoria y Álava «están absolutamente saturados y vamos a tener una presión insostenible sobre esos recursos», alertó la edil popular Marta Alaña, que subrayó que «ningún grupo de este Pleno defiende ese centro con ese modelo». Sin embargo, nadie apoyó su iniciativa.

Los peneuvistas presentaron su propia enmienda -que tampoco recibió el respaldo de ningún partido- exigiendo también la «paralización del macrocentro por ser insostenible, inadecuado y contrario al modelo vasco de acogida». La portavoz jeltzale y teniente de alcaldesa, Beatriz Artolazabal, censuró que el Gobierno de Madrid «anuncia el centro pero no explica qué va a pasar posteriormente, esas personas van a necesitar vivienda, atención sanitaria... y me preocupa. Las instituciones vascas y el Ayuntamiento van a tener que asumir todo esto». Los populares recriminaron al PNV que «en 2023 aprobaron los Presupuestos (Generales del Estado) que llevaban este macrocentro. Ahora piden la paralización cuando llevamos 8 meses de ejecución. Se han caído del caballo», criticó Alaña.

Por su parte, el PSE pidió (también sin éxito y a través de su propia enmienda) al «conjunto de instituciones competentes» que adecúen sus actuaciones «a la realidad del número de personas necesitadas de protección internacional». «El recurso de Arana contará con un modelo de atención integral, está validado a nivel internacional, funciona en otros sitios», manifestó el concejal socialista Pascual Borja, que se quedó solo en la defensa del equipamiento. PSE y PNV sí coincidieron en un punto: cargar contra el «discurso del miedo» del PP. «Se convierten en la marca blanca de Vox», les abroncó la propia Etxebarria.

Este nuevo desencuentro entre nacionalistas y jeltzales a cuenta del centro de Arana se produce después de que el jueves reflejaran un aparente acercamiento de posiciones en materia de política migratoria en el Parlamento vasco.

Mientras, en el pleno de ayer, EH Bildu pidió al Ministerio que «deje de avanzar de forma unilateral en el proyecto». «Este modelo no es el que defendemos, no es adecuado», recriminó la portavoz soberanista Rocío Vitero. Su propuesta tampoco encontró apoyo de otros partidos; lo mismo que la moción de Elkarrekin Podemos, que solicitó al Gobierno central que «se consensúe para el centro un modelo adecuado para Vitoria». Al igual que los partidos del Gobierno municipal, abertzales y morados cargaron contra el «discurso racista y de inseguridad» de los populares.