Albaola, la factoría al timón de la construcción de la nao San Juan

Aunque esta sucesión de fechas resulta a primera vista algo fantasiosa, el proyecto va muy en serio. Lo sabe Xabier Agote (1964, San Sebastián), presidente de la Fundación Albaola que ha impulsado esta construcción, quien ofrecerá este jueves, a las 19.00 horas, más detalles acerca de la embarcación y de su historia en una charla en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. «Tiene un indudable valor patrimonial reconocido por la Unesco y el Gobierno de Canadá. Es un barco emblemático porque es el mejor conservado del siglo XVI», avanza acerca de ese encuentro bajo el título 'La fascinante historia de la nao San Juan'. «Era el cohete de la época que da la vuelta al mundo».

En ese proceso cobran relevancia oficios como el suyo, carpinteros de ribera, que se ocupa de la construcción artesanal de embarcaciones en madera. Agote aprendió el oficio en Maine (Estados Unidos), donde pasó casi una década trabajando en un astillero americano. «Hace cerca de medio siglo empezó un renacimiento de la construcción de barcos de madera. Es un formato muy desarrollado en Escandinavia, Holanda o Reino Unido, pero en España no ha llegado todavía a despuntar», explica el principal impulsor. La Factoría Marítima Vasca Albaola -además de ser una asociación se ha constituido como una escuela de carpintería internacional y en el conocimiento antiguo de tecnologías antiguas- es pionera en este sentido. La vuelta de Agote desde el otro lado del charco hasta Euskadi vino acompañada de una gran inquietud por saber más acerca de la cultura e historias más cercanas relacionadas con el mar.

«La tecnología marítima vasca del siglo XVI fue la más avanzada de entonces. La costa vasca era el gran centro tecnológico marítimo del momento», afirma. Un dato que corrobora es que los estudios de especialistas calculan que más del 80% de barcos de la Corona de Castilla empleaba en ultramar, en el Caribe y el Pacífico, fueron construidos en la costa vasca. «Es importante teniendo en cuenta que el reino llegó a ser el más grande de Europa», explica.

A ese contexto histórico se le suma una «carga simbólica especial» del ballenero. «Representa los primeros contactos comerciales entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Tiene un valor importante porque sirvió para descubrir una historia épica en la costa de Canadá y cuál fue la primera actividad industrial de Norteamérica: la caza de las ballenas».

Esta aventura vasco-canadiense tiene el reto de soltar amarras. «Tenemos el deseo de trabajar esas antiguas rutas balleneras, será la continuidad de esta aventura», cuenta Agote, que habla con pasión de la embarcación. En la actualidad están tablando el exterior. «No quiero poner fechas, pero la botadura está cerca», comenta acerca de la finalización de la réplica.

Aunque Albaola se ha hecho conocida por esta réplica exacta de la nao San Juan como proyecto estrella también ha colaborado en diferentes proyectos relacionados con la artesanía. La reconocida artista Katinka Bock, que suele trabajar con creadores cercanos, vistió la factoría unos meses antes de su exposición 'Logboock', que se puede ver hasta septiembre en el museo Artium. «Le impactó el proyecto y nos pidió una pieza para la exposición. Es un orgullo despertar pasiones e inspiración en otros ámbitos. La artesanía tiene mucha cercanía con el arte»