El campus del vino brotará en 2026 bajo una alfombra verde y «abierto a todos los alaveses»
Carvalho Araújo se impone en el concurso para crear las sedes de Vitoria y Laguardia con un diseño trazado a medida de su entorno
El campus del vino no tendrá fronteras. Ni en el aspecto geográfico, donde busca una coherencia total entre sus sedes de Vitoria y Laguardia con ... otras prestigiosas cunas del vino a nivel mundial, ni en lo físico. Los edificios de EDA (Edariak eta Ardoa) brotarán bajo una gran alfombra verde. Será especialmente visible en Vitoria, donde el edificio estará incrustado bajo un manto vegetal con jardines que dibujará una especie de rampa hasta los «diez metros» de altura. Así se lo ha imaginado el estudio del arquitecto José Manuel Carvalho Araújo, que se ha impuesto en el concurso internacional lanzado por el Basque Culinary Center.
La firma con sede en Braga y Sao Paulo se ha hecho con el codiciado encargo, precisamente con el proyecto 'Sin fronteras' ('Mugarik gabe'), que busca encajar como un guante en el entorno de ambos edificios. Uno, de alma rural, persigue convertirse en un observatorio de un paisaje privilegiado; y el otro, urbano, quiere ser un elemento central de formación y ocio sin romper el espacio natural que lo rodea.
La sede de Vitoria, que se construirá junto a la estación de autobuses en la plaza Euskaltzaindia, parecerá (al menos en parte) una parcela verde a vista de pájaro. Pero en los 4.000 metros cuadrados de su interior albergará los cursos más avanzados sobre la elaboración de bebidas, un auditorio, un bar especializado en vinos (wine bar), una tienda... En el caso de Laguardia, que contará con 3.000 metros cuadrados, el centro estará volcado en la formación en enología, pero también será un «lugar de encuentro» para los vecinos, alumnos y turistas. Su cubierta también será «transitable», para aprovechar al máximo el espacio. En cualquier caso, el campus estará «abierto a toda la ciudadanía» y a los alaveses.
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En ello insistieron ayer las instituciones, que dejaron patente el amplio respaldo público al proyecto con la presencia del lehendakari, Imanol Pradales, el diputado general de Álava, Ramiro González, y los alcaldes de Vitoria y Laguardia, Maider Etxebarria y Raúl García, entre otros. El objetivo compartido es que EDA abra sus puertas «a finales de 2026», según el director general del Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega. A falta de que se concrete el proyecto completo, para lo que Carvalho Araújo tendrá desde ahora nueve meses, el siguiente paso será la construcción de los inmuebles, con año y medio de plazo.
La apuesta de Carvalho Araújo, que ha elaborado otros proyectos relacionados con el vino y la gastronomía como Aphros, Quinta da Alamenda y Quinta de Lemos, se impuso al estudio de Zaha Hadid y Barozzi Veiga, finalistas del concurso en el que participaron 31 firmas de arquitectura, muchas ellas de renombre internacional. El presupuesto para levantar ambos edificios será de 12,3 millones de euros en total, una cuantía ambiciosa que busca crear dos centros «singulares» y de referencia para la formación enológica.
El continente, «importante»
Pero el proyecto persigue también generar símbolos que se relacionen a golpe de vista con los vinos de Rioja Alavesa para reforzar su marca. Se trata, además, de un momento en el que las ventas se han reducido de forma notable en los últimos años y parecen necesitar un golpe de efecto. «El contenido es importante, pero también el continente», afirmó Aizega.
El papel de Carvalho Araújo será, por tanto, levantar edificios «singulares» y fácilmente reconocibles, pero sin el recurso 'fácil' de jugar con el tamaño o un diseño ostentoso. En su lugar, deberá tener cierta armonía con el entorno. El estudio de arquitectura puso ayer especial énfasis en la «transparencia» de los edificios, con grandes ventanales para aprovechar la luz natural y explotar las vistas de la zona, sobre todo en Laguardia. Este diseño permitirá observar la actividad del interior desde fuera. La alfombra verde de Vitoria, mientras tanto, «invitará» a subir a todos los vecinos y visitantes como zona de ocio y tendrá un acceso independiente. La otra dará al vestíbulo, donde estarán las zonas productivas, el laboratorio y el auditorio.
Sin embargo, esa alfombra verde tendrá también una función sostenible. Recogerá las aguas pluviales para darles una segunda vida en el interior del edificio o para regar los jardines. Son algunos detalles del alma 'green' de los proyectos, que además contarán con las «tecnologías más actuales» para optimizar la luz, el uso del agua y la temperatura del interior.
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