Las bodegas de Rioja Alavesa deberán tirar el exceso de uva antes del 6 de septiembre
El Consejo Regulador da catorce días a los viticultores para ajustar su producción o sus fincas serán descalificadas
A dos semanas del arranque de la vendimia, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja ya ha enviado por correo ordinario ... las cartas a los viticultores de Rioja Alavesa que tienen parcelas en las que se prevé exceso de uva. Dos días después de cerrar el plazo para que Rioja Oriental eliminase sus excedentes de producción, el órgano regulador de la denominación publicó ayer a través del Boletín Oficial de La Rioja que la comarca alavesa dispone de catorce días para ajustar la producción de los viñedos. Las parcelas que no cumplan quedarán fuera del paraguas de la DOCa.
La cuenta atrás para ajustar producción a rendimientos finaliza el miércoles 6 de septiembre. Un sistema de inteligencia artificial incorporado este año por el Consejo Regulador y que mide un total de 160 variables, es el que calcula dónde pueden darse sobreproducciones. Es, en definitiva, el que fija los criterios para enviar la advertencia al dueño del terreno.
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En las normas de esta campaña el tope de producción es de 5.850 kilos por hectárea de uva tinta –que se pueden ampliar en otros 260 en concepto de desviación por razones meteorológicas– y 9.000 kilos si el fruto es blanco. Unas cifras que parece que se van a superar en muchas parcelas del territorio. A la «abundancia» de las vides de este año que refieren fuentes del sector vinícola se suma la propia advertencia de la DOCa en su último boletín de maduración.El pasado viernes recogía que «en todas las variedades el peso de la baya es significativamente más alto que en 2022». El Consejo argumenta que combatir ese exceso de uva permitirá mantener la competitividad y la rentabilidad de la marca.
En consecuencia, los apercibidos por el ente gestor de Rioja tienen dos opciones: tirar uva o exponerse a la expulsión de la Denominación. Se les emplaza a «intervenir para efectuar los ajustes productivos» o se enfrentarán «a las medidas oportunas para no otorgar el amparo a la parcela afectada».
De controlar la producción se encargan los veedores, inspectores de la Denominación que acuden a las parcelas a vigilar que se cumplen las normas fijadas para cada campaña de vendimia. Una labor que ya han empezado a hacer –el lunes ya acudieron a distintos viñedos de las localidades riojanas de Alfaro, Aldeanueva de Ebro y Rincón de Soto– para comprobar los rendimientos de las parcelas 'señaladas' por la inteligencia artificial.
La tardanza de los avisos y el plazo de 14 días han sido los detonantes de un sarpullido generalizado en el sector del vino alavés al que ya puso voz el pasado sábado la Unión Agroganadera de Álava (UAGA) en ELCORREO ante el temor (ya confirmado) de que el 'modus operandi' para los viñedos de Álava fuese el mismo que para los de La Rioja.
«Ridícula y chapucera»
El problema es «importante» hasta el punto de que la dirección del sindicato agrario alavés tiene previsto reunirse este viernes para estudiar las reclamaciones que llevará a la mesa del Consejo Regulador. Fuentes consultadas por este periódico señalan que incluso se contempla la posibilidad de pedir dimisiones en la cúpula de la entidad.
Por lo pronto, a las críticas por la «tardanza» que vertía el sábado Itxaso Compañón como portavoz de la UAGA, se suman las consideraciones que «a nivel personal» trasladó ayer el responsable de temporerismo de la misma organización, Juan Luis Bujanda. Tildó de «ridícula», «precipitada» y «chapucera» la estrategia del Consejo Regulador. Según Bujanda, el sindicato ya ha contactado con la máxima autoridad de la DOC y esta se ha excusado con su proceder. Las críticas se extienden a cartas sin certificar que, de momento, ningún productor parece haber recibido, según la UAGA.
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