«Con Blake creí que de verdad tenía poderes»
El mentalista argentino Tony Montana es uno de los protagonistas de las rutas por el Casco Viejo de Magialdia
Judith Romero
Martes, 17 de septiembre 2019, 20:33
Se veía subido a las tablas de algún teatro como Óscar Martínez, Al Pacino o Alfredo Alcón, pero la magia se cruzó en el camino ... del mago Tony Montana. El mentalista de Buenos Aires ha impresionado este martes a quienes se han acercado a la Catedral de Santa María y ha inaugurado un nuevo ciclo de rutas de magia por el Casco Medieval en el marco de Magialdia junto a Gabi Pareras, Gisell y Liolel Gallardo, que este miércoles repetirán estos pases con formato de magia cercana.
«Fue casualidad, un amigo me presentó al doctor Willy y después conocí al campeón mundial de cartomagia Henry Evans», recuerda sobre la época en la estudiaba Arte Dramático y trabajaba la madera con su padre. «Creo que la vida nos tiene deparado un destino y todo sucede por alguna razón, empecé a crear ilusiones en el taller para Evans y terminé viajando con él y aprendiendo mucho», señala este mentalista con nombre de gángster. «Mi nombre real es Óscar Maderna, pero no esperaba llegar tan lejos en el mundo de la magia», reconoce.
Como es habitual, el primer contacto de Montana con la magia fue con las cartas. «Volviendo de Corea con Evans imaginé una rutina y me di cuenta de que mi categoría era el mentalismo, por aquel entonces era necesario escogerla bien porque te descalificaban», explica en referencia al circuito de competición. El mentalismo se basa en cuestiones como la telequinesis o las predicciones, algo que atrae al público adulto. «Lo he detectado en especial en España, donde la magia parece seguir encasillada para niños cuando no es así, hay magia para todos los públicos», señala.
Montana reside en Madrid desde hace casi un lustro debido a la inseguridad económica de su país. «Ir a festivales desde Argentina es difícil, un pasaje ya implica gastar al menos 1.200 euros. Pero tras un premio en el mundial de magia de 2009 empezaron a sugir más actuaciones fuera», señala este padre de dos hijos. No olvida lo impresionado que salió de una actuación de Anthony Blake en 1995. «Me hizo creer que de verdad tenía poderes, pero no es lo que yo busco en mis espectáculos. A la gente le gusta ver cumplidos imposibles, pero quiero que se rían y estén relajados», afirma.
Todavía hay quienes relacionan el mentalismo con la hipnosis o el espiritismo. «Mi formación como actor me ha ayudado mucho, soy un 70% actor y un 30% mago, pero el público agradece que me comporte tal y como soy, sin interpretar un papel misterioso», asegura. «En el mentalismo hay técnicas de sugestión, formas de hablar con la gente... es una bella mezcla, aunque siempre hay tres tipos de espectadores: los que se entregan, los tiburones que van a pillar cómo se hace el truco y los que están entre los dos», bromea.
Esclerosis múltiple
Además de ofrecer su show 'Magia VIP' en Madrid cada semana, Montana dirige actividades para unir más a los empleados de empresas. «Resolver un acertijo o crear un truco entre varios aflora sus roles y estimula su creatividad», señala. Pero este mentalista no sólo asombra con sus juegos e ilusiones, si no que también ofrece charlas motivacionales basadas en una de sus experiencias vitales. «En 2007 recibí un premio en Italia y, un mes después, no podía ni sostener a mi hija de tres meses en brazos y me diagnosticaron esclerosis múltiple», revela con tristeza. Por suerte se repuso, recuperó la movilidad de su mano derecha y ganó el tercer premio de la Federación Internacional de Sociedades Mágicas en Pekín en 2009. «Ahora me gustaría preparar alguna rutina cómica», avanza.
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