Guardian insiste en que el apagado del horno de Llodio es «urgente» por su deterioro

Es la urgencia que defiende la compañía para pulsar el botón de parada mañana mismo. Según la empresa, tanto esa pared como otras partes tiene grietas. «Con la situación actual, cualquier cambio técnico en el área de la pared trasera o cambio en los flujos del vidrio, es muy probable que conduzca a una brecha de contención que provoque una fuga de vidrio difícil de controlar y daños en la estructura del horno de una magnitud y resultado impredecibles, lo que conlleva un riesgo de seguridad considerable para los empleados».

La multinacional americana defiende que, pese a lo afirmado desde el comité, «ha informado a Osalan y a la Inspección de Trabajo con toda la documentación pertinente sobre el proceso de enfriamiento». Replica, además, que el proceso de enfriamento es «planificado», «controlado» y que va a seguir «las más estrictas medidas de seguridad y protocolos de prevención». «Si bien la compañía no contempla una inversión para una reconstrucción, el horno frío podría reconstruirse en una etapa posterior», afirma en respuesta a las afirmaciones de los sindicatos en torno a las consecuencias de ese apagado, dejando así la puerta abierta a una posible recuperación de ese aparato para retomar la actividad con otro socio industrial.

La multinacional, además, lanza un aviso a la Justicia vasca, que debería pronunciarse hoy si quiere paralizar el apagado como le ha pedido ELA. «Cualquier maniobra legal o de cualquier otro tipo para evitar que el enfriamiento ocurra el 29 de enero y forzar un 'mantenimiento en caliente' del horno o continuar operando más allá de esa fecha, conllevaría un riesgo para la seguridad del personal y daños materiales en las instalaciones que Guardian no puede aceptar».

Las declaraciones de Guardian llegan el mismo día en el que está previsto que el consejero de Industria, Mikel Jauregi, se reúna con la multinacional. El encuentro tendrá lugar esta tarde, será por videoconferencia para poder dialogar directamente con responsables de la matriz americana y en él participará también la diputada de Desarrollo Económico, Saray Zárate, y la alcaldesa de Llodio, Ainize Gastaka.

Los sindicatos, mientras, aguardan a que la Justicia sea quien frene el apagado del horno. La solicitud formulada por ELA ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que se tramita por la vía de lo Social, tiene un precedente a su favor. En 2020, la justicia gallega impidió que se parasen las cubas de la factoría de aluminio de Alcoa en Lugo gracias a las medidas cautelares solicitadas por las centrales CCOO, CIG y UGT ante esta magistratura.

En ese caso, la representación de la plantilla planteó que no se tomase esa decisión hasta que no se resolviese el ERE que había presentado Alcoa para los trabajadores y que estaba impugnado por los sindicatos. La parte social de la factoría gallega argumentó entonces que la parada de esas cubas hacía extremadamente difícil volver a producir después, exactamente igual que ocurre ahora con Guardian. La única diferencia reside en que aquí todavía no hay un ERE sobre la mesa, pero sí la certeza de que el expediente para extiguir los contratos de toda la plantilla llegará en marzo a la mesa de negociación.

Si los intentos por paralizar la parada del horno no fructifican, entonces todo queda supeditado a mañana. En una jornada que se prevé tensa como pocas, la plantilla ha llamado a concentrarse desde las 7.00 hasta la 10.00 horas frente a la factoría para protestar contra el cierre. No es descartable que se trate de impedir el acceso de los responsables de empezar el enfriamiento de la maquinaria industrial, lo que hace más que previsible un fuerte despliegue de la Ertzaintza en la zona.