«El móvil que llevaba en el pantalón ardió y me quedé en calzoncillos»
Un donostiarra que iba en moto se quita las bermudas para no sufrir quemaduras al incendiarse su teléfono, como ya le ocurrió a una vizcaína
arantza aldaz
Martes, 5 de septiembre 2017, 02:58
Nuevo caso de un móvil que se incendia solo en Euskadi. Esta vez protagonizado por un donostiarra de 39 años, Xabier B., a quien el teléfono de la marca BQ Aquaris M5 –el mismo que ha causado quemaduras a una usuaria vizcaína– comenzó a arderle dentro del bolsillo del pantalón, sin causa aparente. «Iba en la moto por la calle Fuenterrabía, a la altura de Correos, donde tenía que hacer un envío –se afana en detallar para dar verosimilitud a su relato–. Eran las doce del mediodía del jueves 24 de agosto. De repente, empecé a notar calor en la pierna y olor a quemado. Pensé que era algún fallo de la moto, pero al mirar vi salir humo y chispas de la bermuda. El teléfono móvil estaba ardiendo».
Lo que a continuación ocurrió despierta la risa del propio afectado, aunque la historia no es ninguna broma. «Intenté coger el móvil con la mano y sacarlo del bolsillo, pero era imposible porque ardía. Así que me quité las bermudas, y ahí me quedé en calzoncillos en mitad de la calle, porque si no me abrasaba». Peatones, vecinos y algún comerciante, no daban crédito. «Había un señor mayor alucinando y un chaval joven con la boca abierta, casi tan en shock como yo. Enseguida se acercaron para preguntarme si estaba bien y qué estaba pasando».
La respuesta se derretía sobre el asfalto. «Tuve que esperar media hora más o menos hasta que pude coger el móvil del suelo. Ha dejado hasta la marca en el asfalto del calor que llegó a coger». La escena no tuvo desperdicio. «Estuve un rato en calzoncillos y luego me puse la bermuda medio chamuscada. Me monté en la moto y fui a Correos a hacer el envío». Por entonces aún no había trascendido la historia de la mujer vizcaína que ha sufrido quemaduras en varios dedos al comenzar a arder su BQ Aquaris M5, el mismo modelo del donostiarra denunciante. «Creí que mi caso era aislado. Ahora, del cabreo he pasado a la preocupación por el resto de usuarios».
Denuncia interpuesta
Ya ha presentado una denuncia en un juzgado donostiarra, donde se han abierto diligencias. También se ha puesto en contacto con la compañía, de la que no ha recibido la respuesta esperada. «La primera vez envié un mail con la reclamación. Me remitieron a otra dirección para que enviara las fotos del móvil quemado. Me dijeron que no les habían llegado y las volví a enviar. Entonces me llamó un técnico, que me hizo varias preguntas, si había notado alguna anomalía, o qué cargador de batería había utilizado. En el último mail que he recibido me sugieren que estos casos a veces ocurren por un mal uso del cargador, o por una sobreexposición a una fuente de calor, que sus baterías no explotan. Pero a mí simplemente me ardió el teléfono de repente».
Al conocer el caso de la usuaria vizcaína, la empresa adujo que «el uso tremendamente intensivo, golpes que pueden dañar la batería, cargar de forma incorrecta o que el móvil pase demasiado tiempo enchufado a la corriente (toda la noche cuando se necesitan solamente tres horas para que la batería esté completa), son hechos que hacen que las mínimas probabilidades de incidente aumenten». Xabier insiste en que él no hizo nada de eso.