¿En verano te 'dejan' teletrabajar en casa? Tips para que no sea un regalo envenado
Cambiar la oficina por la casa requiere disciplina, orden... y alguna cosilla más
Iratxe Bernal
Domingo, 3 de agosto 2025, 18:45
Te ha ofrecido la empresa la posibilidad de teletrabajar durante los meses de verano? La verdad es que la idea resulta muy tentadora. Así podrás ... organizarte mejor con los niños, olvidarte de coger el coche todos los días o incluso de atravesar la ciudad cuando más calor hace. Pero, cuidado, porque si bien es cierto que hay quien es más productivo en casa, también lo es que muchas personas acaban echando más horas para sacar adelante el mismo trabajo.
-
Mentalízate
Aunque parezca una perogrullada, lo primerísimo que tenemos que tener presente al empezar a teletrabajar –y más si lo hacemos en verano– es que no estamos de semivacaciones ni nada parecido. Nuestro rendimiento ha de ser el mismo que cuando realizamos nuestras tareas en la oficina. Así que habrá que hacer un esfuerzo para no caer en tentaciones como ver la tele «sólo un ratito» o apuntarse a los planes de quienes sí disfrutan de su asueto. Hasta hacer la colada puede llegar a apetecernos más que trabajar.
Si nos cuesta disciplinarnos, lo mejor es mantener nuestras rutinas previas a una jornada laboral: levantarnos, ducharnos, desayunar e incluso vestirnos como haríamos si fuéramos al tajo. Nuestra conducta, lo que hacemos, puede moldear nuestro pensamiento y, por tanto, tiene mucha influencia en nuestro estado de ánimo y ganas de trabajar. Así que, pese a que no es preciso ponerse corbata o tacones, sí que es recomendable que, al menos, nos quitemos el pijama, una prenda que todos asociamos al descanso y que puede hacer que a nuestro cerebro le cueste entender que le toca espabilar.
-
La oficina en casa
Lo ideal es contar con un espacio que podamos dedicar exclusivamente a nuestra labor profesional. Un sitio que, aunque estemos en casa, acabemos identificando como nuestro despacho y nos 'invite' a ponernos a la faena. Si tenemos esa suerte, no hace falta mucho más. No hay que volverse loco comprando cosas ni redecorando. En realidad, y más si se trata de teletrabajar sólo en verano, únicamente necesitamos que esté bien iluminado –opta por lámparas de luz blanca si no dispones de luz natural– y tenga una buena temperatura. Si cuentas con una silla y una mesa ergonómicas, mejor, pero si no es así, oblígate a hacer pequeñas pausas cada hora u hora y media para moverte un poco, algo que deberíamos hacer incluso con el mobiliario idóneo. Algunos de esos ratitos los podemos emplear en mantener el orden y limpiar nuestro rinconcito y así cumplir con otro factor clave para nuestra concentración.
Si, por el contrario, no puedes disponer de un espacio dedicado sólo al trabajo, intenta al menos hacerte un hueco de uso exclusivo durante las horas 'de oficina'. Del mismo modo que para dormir mejor se recomienda no mirar el móvil, ver la tele ni leer en la cama, para trabajar en casa lo más aconsejable es que, mientras lo necesitemos, nuestro escritorio improvisado no sea también la mesa donde comemos o en la que los niños hacen sus deberes. Y si tampoco puede ser, mejor compartir espacio que acabar tecleando desde la cama o el sofá, donde te amodorrarás y, encima, tu espalda y tu cuello pueden resentirse.
-
Establece tus rutinas...
Si tenemos libertad para escoger cuándo trabajar, debemos optar por las horas en que nos sintamos más productivos o, en su defecto, por aquellas en las que haya más paz a nuestro alrededor. En ambos casos ayuda mucho crearse una rutina; ponerse a la tecla todos los días a la misma hora, dedicar un ratillo a decidir por dónde empezamos, establecer cuánto tiempo vamos a dedicar a cada tarea... También hay que esforzarse por finalizar nuestra jornada siempre a la misma hora, así que al hacer esta planificación hay que evitar los excesos de confianza. No asumas que en casa vas a terminar las cosas antes que en la oficina.
-
... y tus descansos
En esa rutina de trabajo debes incluir también algún pequeño descanso, del mismo modo que haces un día normal en la oficina. Las pausas para estirar un poco las piernas o tomarse un café ayudan a prevenir enfermedades relacionadas con el sedentarismo, reducen la fatiga visual e incluso ayudan a aumentar la productividad. Pero, ojo, es muy importante no confundir los descansos con las distracciones. No los emplees para mirar las redes sociales sin levantarte de la silla y cambiando una pantalla por otra.
-
Evita aislarte
Si tienes el mismo horario que tus compañeros, estos descansos también sirven para aliviar la sensación de aislamiento. De hecho, hay empresas que promueven la organización de breves videollamadas diarias para que la plantilla mantenga un cierto contacto y hay trabajadores que incluso se organizan para tomarse a la vez un 'café virtual'. Es una buena opción para 'socializar'.
¿Puede cualquier trabajador pedir trabajar desde casa?
La ley permite a cualquier trabajador solicitar la posibilidad de teletrabajar siempre que sus labores no deban realizarse necesariamente de forma presencial. La empresa puede negarse, pero en algunos casos prima el interés del empleado. Ocurre, por ejemplo, si la petición obedece a la necesidad de cuidar de hijos menores de doce años o familiares que no pueden valerse por sí mismos. En este caso, deberán contestarnos en quince días y, si lo hacen con una negativa, ésta tendrá que justificarse por causas organizativas o productivas. Aun así, si no estamos de acuerdo, podremos presentar directamente una demanda ante el juzgado de lo social.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión