El adiós definitivo a Tuenti: se despide también como operadora móvil

Tras meses de rumores (surgidos el pasado noviembre, cuando Tuenti comenzó a ofertar a sus clientes un cambio de operadora), Telefónica ha confirmado la paralización de la marca 'Tuenti'.

La operadora móvil virtual ha comunicado la incorporación de sus activos a la otra compañía low-cost de Movistar (O2), lo que en la práctica supondrá el cese de sus servicios a partir del próximo 18 de junio: «Hace cuatro años, el mismo equipo de personas que trabajamos en Tuenti decidimos lanzar un nuevo operador, O2. [...] Hemos decidido unificar Tuenti y O2 y ofrecer a todos los clientes lo mejor que podemos ofrecer a través de una única marca, O2, cesando la comercialización de las tarifas Tuenti».

En el correo electrónico entrecomillado también se apunta a un proceso de portabilidad voluntario para todos los clientes de Tuenti, que comenzará tras recibirse una nueva tarjeta SIM (de O2) en sus domicilios. En la mayoría de casos, los contratos vigentes aumentan en varios GB los datos móviles mensuales disponibles, manteniéndose (o incrementándose en pocos céntimos) la cuota inicialmente pactada.

Los usuarios que no acepten el cambio de compañía dejarán de poder navegar por internet así como realizar o recibir llamadas a partir del verano, viéndose obligados a escuchar ofertas de otras operadoras.

Lo cierto es que Tuenti nunca llegó a despuntar como operadora de telefonía móvil, por mucho que Telefónica quisiera aprovechar el empuje del 'naming'. Sí que marcó un antes y un después como la red social española más popular para toda una generación de jóvenes.

Los orígenes de Tuenti se remontan a 2006, cuando un grupo de programadores encabezados por Zaryn Dentzel y Kenny Bentley concibieron su propia red social para el territorio español. 'iTuenti', como se la conoció en un principio, surgió orientada al ámbito universitario y escaló rápidamente. Tal así que sus responsables se vieron obligados a permitir la entrada de nuevos usuarios, previa invitación.

Finalmente Tuenti (apócope de 'tu identidad' y no de veinteañero en inglés, como muchos pensaron) se abrió al público general. Su éxito fue arrollador, consiguiendo que una marea de adolescentes no lo dudase a la hora de publicar sus datos personales, imágenes y vídeos en la red de redes. Para 2011, Tuenti ya era responsable del 15% del tráfico de internet en España, lo que superaba a la suma de Google y Facebook en aquel momento.

Meses antes de aquel hito, Telefónica descartó su propio proyecto de red social ('Keteke') y adquirió Tuenti por 70 millones de euros. ¿Su objetivo? Expandir Tuenti a 12 nuevos mercados y engendrar una operadora móvil de bajo coste inherente ('Tu' durante la fase de pruebas). Pero las mieles de Tuenti apenas duraron un lustro, conforme su base de usuarios comenzó a rendirse ante Facebook, orientada a un público algo más maduro.

La estrepitosa caída de Tuenti llevó a Telefónica a replantearse su estrategia de negocio, cediendo plenos poderes a la idea de una OMV ('Tuenti Móvil) a partir de 2012. Cualquier funcionalidad social remanente desapareció en 2016, conforme la Tuenti operadora culminó su implantación en mercados foráneos como México, Argentina, Perú, Ecuador o Guatemala.

Así llegamos a 2018, cuando la marca O2 (usada por Telefónica en los territorios germano y británico) recala en España como reemplazo natural de Tuenti. Cuatro años después se confirma su fagocitación mientras algunos rememoramos las tardes de verano que pasamos frente al ordenador, pendientes del contador de visitas, comentarios y solicitudes de amistad que acompañaba a nuestra foto de perfil.

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