Imagen del Pixel 8 Pro I. Juez

Probamos el Google Pixel 8 Pro, el único capaz de hacer fotos de grupo perfectas gracias a la IA

La compañía estadounidense lanza un teléfono con siete años de actualizaciones y un gran potencial, aunque también con algunos puntos débiles

Martes, 23 de enero 2024, 00:30

Siete años de actualizaciones. Es lo que prometió Google para quitarse el sambenito que persigue a los teléfonos Android desde que nacieron: su falta de soporte a largo plazo en comparación con los iPhones de Apple. Pero el Google Pixel 8 Pro es mucho más que uno de los smartphones, junto con los nuevos Samsung Galaxy S24, con la mayor vida útil del mercado (si los de Mountain View cumplen con su promesa, claro). Este buque insignia es una auténtica maravilla no sólo en su aspecto fotográfico, su verdadero punto fuerte, también en el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en un montón de aplicaciones como la traducción en tiempo real o la generación de fondos de pantalla, por citar sólo dos ejemplos. Y esto sólo es el principio. Tras un mes de pruebas, vamos a desgranar punto por punto por qué es uno de los móviles mas interesantes del mercado que se enfrenta al handicap de un aumento de precio respecto a los de generaciones pasadas.

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Diseño: continuidad y carácter

El diseño del Pixel 8 Pro es bastante continuista. Google

Seamos sinceros. El diseño de los Google Pixel no admite media tintas: o lo adoras o lo odias. Yo estoy en el primer grupo aunque reconozco que se trata de una cuestión de gustos muy personales. En todo caso, las líneas de este 8 Pro no admite confusiones: nada más verlo todo el mundo sabe que se trata de un móvil manufacturado por la propia Google. Por eso, esta nueva entrega es muy continuista. Seguimos teniendo una trasera en la que destaca su módulo de aluminio cepillado que alberga todas sus cámaras y que lo hacen tan distintivo. En ese sentido, se trata de un diseño original y único con una gran G desplegándose en la mitad de su carcasa de cristal. Como sucedió el año pasado, cuidado porque resbala más de lo que parece pese a sus colores mates (negro, blanco y azul, mi favorito). Poner una funda es fundamental para evitar accidentes innecesarios.

También, como en su antecesor, contamos con unos botones de volumen excesivamente cercanos al de encendido, lo que provoca que más de una vez nos confundamos entre unos y otros. Por lo menos, hasta que nos acostumbramos a ello, aunque sería mejor tenerlos más separados. La buena noticia es que por fin tenemos una pantalla totalmente plana lo que elimina la posibilidad de toques accidentales, ganando el móvil muchos enteros gracias a esa decisión.

Y otra buena noticia: ahora tenemos un sistema de desbloqueo facial verdaderamente avanzado pese a basarse en una imagen en 2D captada a través de la cámara delantera. Y todo ello gracias al uso de la inteligencia artificial, lo que permite incluso utilizarlo para pagar o acceder a nuestras contraseñas, como hace Apple con su Face ID. Eso sí, siempre que no estemos a oscuras. En el caso de que no tengamos suficiente luz, nos tocará recurrir al sensor de huella integrado en la pantalla, que funciona realmente bien, o a introducir nuestro PIN para autentificarnos.

Respecto a sus medidas, son un poco más contenidas que las de su predecesor, quedándose en 76,5 milímetros de ancho, 162,6 de largo y 8,8 de grosor. Todo ello, además de sus bordes más redondeados, repercute que sea un poco más fácil de agarrar con una sola mano que el Pixel 7 Pro. Eso sí, con sus 213 gramos es un poco más pesado que su antecesor que alcanzaba los 210. En cualquier caso, es una diferencia apenas perceptible. En resumen, un móvil que cumple en diseño gracias a su construcción de cristal y aluminio pero que, en comparación con otras marcas que apuestan por nuevos materiales como el titanio, comienza a quedarse un poco atrás en el competitivo mercado de los móviles premium.

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Pantalla: de las mejores del mercado

La pantalla del Pixel 8 Pro se caracteriza por su brillo. I. Juez

Hasta ahora, las virtudes de los Pixels pasaban por sus cámaras. Pero este este 8 Pro monta la que puede ser la mejor pantalla del mercado. No hay más que ver cualquier contenido en su Super Actua Display OLED de 6,7 pulgadas y resolución de 2.992 x 1.344 píxeles (489 puntos por pulgada) para darse cuenta de ello. A destacar la increíble nitidez y fidelidad de los colores sin necesidad de configurar nada, así como su tasa de refresco adaptativa de 120 Herzios. En ese sentido, aquí es cuando somos conscientes de que nos encontramos ante uno de los mejores móviles del mercado. Por si fuera poco, cuenta con una capa de protección Gorilla Glass Victus 2, de las mejores del mercado. No se puede pedir más.

Pero la verdadera joya de la corona de este panel es su luminosidad. En ese sentido, es capaz de alcanzar los 2.400 nits de brillo máximo, lo que permite que podamos ver los contenidos a pleno sol sin ningún problema. Hablamos de picos, porque normalmente el móvil no pasará de los 1.600 nits HDR en toda la pantalla y no en unos pocos puntos de ella, como sucede con la mayoría de sus rivales. En todo caso, son cifras brutales incluso entre teléfonos de gama alta. Sobre el brillo automático, aclarar que funciona bien aunque necesita más días de los deseados para adaptarse a nuestro uso. Eso sí, una vez que lo logra, la experiencia tanto en interiores como en exteriores es de lo más placentera.

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Procesador: mucho margen de mejora

El controvertido procesador Tensor G3. Google

Aquí vamos con el aspecto más controvertido de estos móviles firmados por la gran G. Tanto el Pixel 8 Pro como su hermano menor, el 8 a secas, montan el Tensor G3, la nueva versión del procesador diseñado por la propia Google. Esto tiene una gran ventaja: permitir realizar funciones muy específicas, la mayoría de ellas relacionadas con la inteligencia artificial, gracias a la configuración de estos chips a la carta. La mala, en este caso, es que este componente palidece al lado de sus dos grandes rivales: el A17 Pro de Apple y el Snapdragon 8 Gen 3 de Qualcomm, presente en rivales tan temibles como los Galaxy S24 de Samsung.

El principal problema de este Tensor G3 es muy similar al de generaciones anteriores, su falta de pegada a la hora de realizar operaciones complejas, sobre todo a la hora de ejecutar videojuegos como Asphalt Xtreme, Diablo Inmortal o Call of Duty. En ese sentido, su potencia está por detrás de sus rivales de alta gama con inoportunas bajadas de resolución en los momentos más inoportunos aunque también es justo aclarar que eso no significa que se produzcan ralentizaciones preocupantes, incluso en las tareas más pesadas. También hay que destacar que la actualización de diciembre le ha venido muy bien a este controvertido procesador dotándolo de una mayor eficiencia y evitando caídas de rendimiento tan pronunciadas.

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Incluso ahora el móvil se calienta menos que antes, nada problemático pero que es una molesta característica presente desde la primera generación y que no termina de solucionarse por completo tres años después. No está presente todo el rato, pero surge cuando menos te lo esperas, sobre todo en videojuegos y en tareas relacionadas con la inteligencia artificial Su proceso de fabricación en 4 nanómetros por Samsung, una cifra algo mayor respecto a su competencia liderada por TSMC, tampoco ayuda a la hora de solucionar este aspecto. Tampoco es de recibo que Google haya decidido emplear la desfasada tecnología UFS 3.1 en su memoria interna, en vez de la 4.0, lo que repercute en una mayor lentitud a la hora de ejecutar juegos y aplicaciones, además de en la transferencia de archivos. Aspectos, todos ellos, a mejorar en un móvil que aspiraba a la corona de la gama alta.

Batería: suficiente pero por debajo de la competencia

El hecho de no contar con un procesador suficientemente afinado, con esos sobrecalentamientos innecesarios, provoca que el Google Pixel 8 Pro, no destaque especialmente en el apartado de su autonomía. Pero que no cunda el pánico. Su batería de 5.050 miliamperios, un poco mayor que el modelo anterior, garantiza una jornada entera sin necesidad de recargarlo con un uso normal del teléfono. En ese sentido, lo habitual será llegar a la noche con un 30% de batería. El problema radica en lo que sucede si utilizamos mucho el móvil. En este caso contamos con una autonomía demasiado ajustada en relación con otros móviles de similares capacidades. De nuevo, se trata de un handicap que se repite generación tras generación sin que los de Mountain View se preocupen por solucionarlo de una vez por todas.

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Hablamos de una media de unas 4-5 horas de pantalla, una autonomía bastante alejada de la mayoría de la gama alta de la competencia. A destacar que el móvil sufre mucho más si estamos la mayor parte del día conectados a las redes 5G o utilizamos el móvil a pleno sol provocando un mayor gasto energético por el brillo de su panel, lo que puede ser un problema si estamos todo el día fuera. Por si fuera poco, la carga rápida es de 30 Watios, una potencia que se aleja de los picos de 100 y 200 W de otros fabricantes. De hecho, también es compatible con la carga rápida inalambrica de 23 W, lo que provoca que no haya mucha diferencia entre ambas. En el primer caso, se necesita más de una hora para pasar del 0% de batería al 100%. Y de nuevo tirón de orejas para Google por no incluir el cargador en la caja del teléfono mientras que otros fabricantes nos evitan la necesidad de pagar una cantidad extra.

Software: Android puro e inteligencia artificial

Google

No vamos a desvelar a estas alturas de la película nada que no hayamos dicho en artículos anteriores sobre los teléfonos de Google. Contar con un sistema operativo sin pesadas capas extra, que en ocasiones hacen más daño que bien, es una auténtica gozada. Android puro que permite que este teléfono vuele en cuestión de rendimiento en casi todas las circunstancias. Un entorno de trabajo tan simple como intuitivo gracias a Material You, el aspecto visual de su interfaz diseñada por los ingenieros de la gran G y el camino a seguir para el resto de fabricantes.

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Todo ello permite que estos teléfonos sean los primeros en actualizarse a las últimas versiones del sistema operativo, una experiencia muy similar a la que disfrutan los clientes de Apple con sus iPhones. Por si fuera poco, en clara guerra con la compañía de la manzana mordida, los de Mountain View prometen siete años de actualizaciones. Un periodo de tiempo tan grande que supondrá todo un reto para la empresa del popular buscador debido a la complejidad de mantener su palabra en un sector de constantes y, en muchas ocasiones, radicales cambios tecnológicos.

A todo esto se le une la apuesta de Google por la Inteligencia Artificial. Ya hablamos de muchas de estas funciones a la hora de analizar el Google Pixel 7 Pro. Su sucesor incorpora algunas nuevas como un generador de fondos de pantalla utilizando palabras clave predefinidas con un funcionamiento similar al de aplicaciones gráficas como Midjourney. Una forma de asegurarnos un aspecto totalmente original. También hay que destacar la utilización de la IA para mejorar la calidad de las llamadas telefónicas, así como en la inmediatez en la traducción de textos y voces en 49 idiomas en tiempo real con subtítulos automáticos, así como su transcripción como por ejemplo en la aplicación Grabador.

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Y el uso de Gemini, su propio sistema de Inteligencia Artificial generativa llamado a rivalizar con ChatGPT, se verá muy pronto en futuras actualizaciones mejorando el asistente de Google a unos niveles todavía inimaginables. De momento, ya ha enseñado su patita en Gboard, donde nos sugiere respuestas en aplicaciones como WhatsApp o a la hora de resumir una grabación de voz o una página web. También hay que destacar la opción de dejar que sea el móvil el que conteste nuestras llamadas en el caso de que no podamos o no queramos ponernos al teléfono, una función que funciona realmente bien y que se ha convertido en una de mis favoritas. El móvil nos deja una transcripción de la conversación para conocer las intenciones de la persona que se ha puesto en contacto con nosotros, algo muy útil en el caso de las llamadas comerciales.

Fotografía: Fantasía en alta resolución

Precisamente, uno de los aspectos donde más se ha volcado la inteligencia artificial ha sido en el aspecto fotográfico. El año pasado, su antecesor ya contaba con diferentes herramientas que parecían sacadas de un libro de ciencia ficción gracias a la fotografía computacional como el borrado de personas y objetos o la posibilidad de realizar fotos en movimiento como señalábamos aquí. En esta ocasión, se podría hacer un artículo entero con las novedades que este Pixel 8 Pro trae bajo el brazo. Porque son un montón. Y de lo más útiles como la capacidad de mover todo tipo de personas, animales o cosas a la posición que queramos en la foto. Una vez seleccionados, incluso podemos agrandar o empequeñecer su tamaño. Después, la IA se encarga de rellenar las zonas haciendo verdadero vudú digital. Es el caso de este perro en el que el editor de Google Fotos se encarga de crear un cuerpo dónde antes sólo había una imagen cortada.

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El perro tiene gran parte del cuerpo cortado. I.J.
En la segunda foto la IA se ha encargado de añadir un cuerpo virtual. I.J.

Naturalmente, no todo va a ser perfecto en este nuevo mundo de la inteligencia artificial. En ese sentido, para poder acceder a estas avanzadas herramientas de edición dignas del Photoshop será necesario subir las fotos a la nube a través de Google Fotos por lo que se hace casi imprescindible contar con una suscripción de pago para no quedarnos sin espacio a las primeras de cambio. A partir de ese momento, la aplicación nos aconsejará los efectos que podemos dar a la instantánea para acto seguido realizar la edición en los servidores de la gran G, lo que provoca que tengamos que esperar más tiempo del deseado a la hora de obtener los resultados: tres alternativas similares a las de editores basados en la IA como Midjourney para que escojamos la que más nos guste. Si no es así, siempre podemos repetir el proceso hasta que demos con nuestra foto ideal.

Si tenemos un poco de paciencia y esperamos un poquito, de 10 a 20 segundos, a que la IA haga su magia en el ciberespacio, podemos encontrarnos con resultados sorprendentes. En ese sentido, podemos lograr imágenes muy distintas a las originales. Este es un ejemplo de una fotografía tomada al mediodía que, por obra y gracia de la IA, podemos convertirla en un atardecer con un efecto impresionante.

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Imagen original tomada al mediodía. I.J.
La IA se encarga de convertir esta foto en un hermoso atardecer.

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Mejor toma es otra de las funciones que más ha despertado la atención es la posibilidad de realizar fotos grupales perfectas. Normalmente, cuando se retrata a varias personas, es casi imposible hacer una captura en la que todo el mundo salga bien. Quien no tiene los ojos cerrados en un disparo, está con un gesto extraño en el otro. Ahora, Google, nos permite, tras realizar varias fotos, editar una de ellas e ir escogiendo las mejores caras de familiares y amigos con el objetivo de crear una fotografía perfecta. ¿Funciona? A la perfección. Igual que en este vídeo compartido por la propia compañia del buscador.

Y si quisiéramos prescindir de la edición inteligente, ¿se podría decir que este Pixel 8 Pro hace buenas fotos? La respuesta corta sería sí, como no podía ser de otra forma tratándose de un fabricante que siempre se ha caracterizado por la calidad fotográfica de sus móviles gracias a un procesado que permite crear imágenes que parecen sacadas de una cámara de fotos profesional con colores naturales y un nuevo sistema ultra HDR que aporta una nitidez y un brillo a las imágenes nunca antes visto. A todo ello ayuda también su potente sensor principal, de 50 megapíxeles y una apertura f/1.68. Una auténtica barbaridad provocando que sea casi imposible hacer una mala foto tanto de día...

La foto es perfecta sin necesidad de editar nada. A destacar el reflejo de las nubes en el agua. I.J

... como de noche. Algo muy complicado de lograr para la mayoría de los móviles del mercado, incluso los de gama más alta. En ese sentido, el Pixel 8 Pro deja imágenes nocturnas que se caracterizan por un gran nivel de detalle. Incluido en el modo retrato. En estos casos, estas dos imágenes valen más que mil palabras.

La calidad de las fotos nocturnas está fuera de toda duda. I.J.
A destacar el nivel de detalle de esta foto tomada de noche en modo retrato. I.J.

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Respecto al zoom, nos encontramos con un telefoto de 5X con 48mpx y apertura focal de 2.8. Gracias, de nuevo, al procesador con fotografía computacional nos encontramos con un sensor de lo más solvente en casi todas las condiciones lumínicas. No nos engañemos, no está a la altura del Samsung Galaxy S23 Ultra, el rey de las distancias largas, pero eso no significa que sea malo ni mucho menos. De hecho, es de los mejores del mercado. Eso sí, se espera que dentro de poco Google active la función de Zoom Enhance, que permitirá incrementar la calidad de imagen de las fotos tomadas con un 30X digital. La nueva función promete auténticos milagros pero mientras llega aquí van algunos ejemplos de fotos tomadas con este sensor.

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Imagen tomada con un zoom al 5X. I. Juez
Al 10X la calidad sigue siendo notable. I. Juez
Imagen bastante buena con un 30X gracias a la fotografía computacional. I. Juez

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También hay que destacar su ultra gran angular de 48 mpx, una resolución no muy habitual en este sensor considerado el patito de feo de la industria. Esto permite que estemos ante uno de los mejores del mercado con fotos espectaculares no sólo de paisajes, también en las capturadas con su modo macro que se beneficia de esta lente que cumple así con esta doble función. Desde luego, con mejores resultados que otros fabricantes que dedican para tal fin objetivos de dudosa calidad. No hay más que ver estos dos ejemplos para darse cuenta de que estamos ante un gran sensor que cumple tanto de día como de noche.

Imagen de un árbol tomada con el gran angular. I. Juez
Foto de tomada en modo macro de la ornamentación de una vela aromática. I. Juez

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Por si fuera poco, la inteligencia artificial también llega a los vídeos. Existe la posibilidad de aumentar la calidad del sonido de las grabaciones, reduciendo el ruido de fondo para que nuestra voz se escuche lo más clara posible. De nuevo, los resultados son espectaculares. Y desde diciembre, con la nueva actualización, también se puede subir la calidad de la tomas grabadas con poca luz o de noche gracias a la función Video Boost. De nuevo, el proceso se realiza en los servidores de Google y, dependiendo de la resolución y de la duración de la secuencia, puede llegar a tardar horas en finalizar esta tarea. Es el propio móvil el que nos comunica mediante una notificación que el trabajo está finalizado para que nos lo podamos descargar. De nuevo, la espera merece la pena con una mejora notable tanto en el detalle como en los colores de las grabaciones.

Conclusiones: Un gran móvil con mucho futuro

Google

Google ha vuelto a lanzar un móvil que, sin llegar a ser redondo, logra estar en el podio de los mejores smartphones de 2023. Sus nuevas funciones basadas en la IA, sobre todo a la hora de editar imágenes, lo hacen enormemente atractivo pese a su aumento de precio respecto a su antecesor. Son 1.099 euros, aunque ya es posible encontrarlo por 200 menos con algunas ofertas puntuales. En todo caso, es bastante más barato que otras alternativas de la competencia y con la promesa añadida de contar con siete años de actualizaciones, un período de tiempo hasta ahora vetado a los iPhones de Apple. Una pena que características que aspiraban a romper el mercado como su termómetro se haya quedado a simple anécdota al no contar todavía con los permisos sanitarios para registrar la temperatura corporal.

En todo caso, Google vuelve a demostrar que va a por todas a la hora de evitar que Apple siga comiendo terreno a Android no sólo en el mercado internacional, también en EE UU. De momento, ofrece cámaras que no tiene nada que envidiar a los teléfonos de la manzana mordida y un desempeño óptimo al no tener que soportar pesadas capas añadidas que, en ocasiones, sólo sirven para ralentizar su funcionamiento. Ahora, sólo hay que esperar a que su mejorable asistente virtual sea sustituido a golpe de actualización por Gemini Nano, el ChatGPT de Google que promete cambiar por completo la forma de usar nuestros móviles.

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