El último superventas de Lidl es un lavavajillas sin toma de agua

A la espera del recurso presentado por Lidl respecto a la prohibición de vender su robot de cocina (Monsieur Cuisine) en nuestro país, la empresa germana sigue encadenando éxitos en el segmento de los electrodomésticos a precio de derribo.

Tras los tumultos por hacerse con la panificadora, la freidora de aire o el aspirador autónomo de la cadena de supermercados, ahora llega el interés desmedido por un lavavajillas idóneo para solteros o viviendas de dimensiones reducidas.

Además de caber en cualquier parte (presenta unas dimensiones de 42 centímetros de alto por 43 de fondo), el lavavajillas portátil de SilverCrest tiene la peculiaridad de no necesitar instalación, esto es, no requiere de una toma de agua para funcionar. La clave radica en un depósito de agua que habremos de llenar, siempre considerando que cada ciclo consume unos 5 litros.

Obviamente, la capacidad del aparato se limita a unos pocos platos, tazas y cubiertos (la ficha del producto indica que es idóneo para la vajilla de dos comensales), lo que no le exime de funcionalidades llamativas como un panel táctil con el que elegir entre cinco programas de lavado: intensivo, rápido, ecológico, cristal y menaje de bebés.

Este lavavajillas de 14,5 kilos con carcasa de plástico alcanza una temperatura máxima de 70 grados, consume 40 KWh por cada 100 ciclos (presenta una clase de eficiencia energética 'G') y tiene una potencia de 860 vatios. En cuanto al nivel de ruido, sobrepasa los 55 decibelios, lo que resulta considerable si tenemos en cuenta que una aspirador genera 65 dB (75 dB una calle con tráfico intenso).

No todo iban a ser bondades para un artículo que se comercializa por 199 euros, lo que ha provocado que se agote al poco de ponerse a la venta (exclusivamente por Internet).