Más alla de las pulseras deportivas: llega el parche que analiza tu sudor
Gatorade lanza una pegatina que monitoriza nuestro nivel de hidratación
Gatorade, la popular marca de bebidas isotónicas, se lanza a la producción de gadgets inteligentes con el 'Gx Sweat Patch'. Como su propio nombre indica, se trata de un parche diseñado para analizar el sudor y así ayudarnos a evitar la deshidratación.
Orientado a deportistas, el Sweat Patch se adhiere (cual pegatina) a la cara interna de nuestro brazo izquierdo. Presenta un patrón que cambia de color conforme sudamos, lo que a posteriori es interpretado por una aplicación complementaria para smartphones.
La gracia del invento es que no necesita energía: basta enfocar la tonalidad resultante con la cámara de nuestro teléfono para que se obre la magia, apareciendo en pantalla indicaciones como el ratio de sudoración o la pérdida de fluidos y sodio. Dicha información es la que nos permite determinar nuestro grado de hidratación e ingerir líquidos en consecuencia (lo que a su vez está relacionado con el objetivo último de Gatorade: vender más litros embotellados).
La app gratuita 'GX' (disponible en iOS) también nos ofrece pautas de hidratación antes, durante y al término de la práctica deportiva; cuantifica los entrenamientos y permite fijar metas a seguir mediante un indicador de puntuación. El parche sí que tiene coste (24,99 dólares el paquete de dos); algo elevado si consideramos que es de usar y tirar. Su comercialización fuera de Estados Unidos aún resulta una incógnita.
Tal y como señala la Fundación Española del Corazón, la deshidratación tiene consecuencias nefastas sobre la salud y el rendimiento físíco y mental. Apareja síntomas como cansancio, mareos, taquicardia, contracturas musculares e incluso una disminución de la memoria y la capacidad de atención. En casos extremos puede provocar convulsiones, pérdidas de conocimiento y la propia muerte.
Los expertos recomiendan ingerir ocho vasos de agua por día, cantidad que un 36% de la población española reconoce no alcanzar (según el estudio llevado a cabo por Millward Brown). La edad es una explicación, apunta el director de la Academia Española de Nutrición y Dietética, Giuseppe Russolillo: «Con los años disminuye la sensación de sed porque el sistema de alarma para detectar la deshidratación está mermado, a lo que se añade que las papilas gustativas generan una sensación de indiferencia al tomar agua. Eso que a veces decimos: ¡Ay qué rica el agua!, no se percibe así cuando envejecemos». Se estima que cada persona pierde entre 0,5 y 1,5 litros de agua por la piel y la respiración, considerando factores como la temperatura ambiente o el nivel de actividad física.