'Dragon Ball: Sparking! Zero' o el retorno del fenómeno Budokai
Crítica ·
Lo último de Bandai Namco alberga la friolera de 182 púgilesMarc Fernández
Viernes, 18 de octubre 2024, 09:54
'Dragon Ball' es el ejemplo claro de cómo una obra de arte es capaz de trascender a su creador. Tras el fallecimiento de Akira Toriyama la saga se erige con más fuerza que nunca. El éxito de 'Dragon Ball: Super' fue solo el primer paso de un regreso triunfal. En los videojuegos, 'Fighter Z' prosperó por encima de cualquier otro título de lucha basado en una anime, lo que confirmó una nueva entrega del 'brawler' al estilo 'Tenkaichi'.
Ni más ni menos que 17 años nos separan de la franquicia 'Budokai'. La tercera entrega sirvió de nexo entre la generación de los 128 bits y las consolas de alta definición. Aún así, fue el título de la saga más laureado tanto por la crítica como por los jugadores. A partir de ahí, todo fue cuesta abajo hasta la llegada de 'Xenoverse', que ofreció una experiencia híbrida entre la premisa de sus antecesores y el RPG multijugador.
'Sparking Zero' reclama el trono como sucesor espiritual de los Tenkaichi de vieja escuela. El género de los brawler ha tenido una evolución significativa durante todos estos años: los 'Naruto Ninja Storm' potenciaron con creces la base de los títulos de Bandai Namco, adaptando el ritmo de juego al universo de Masashi Kishimoto. Tras todo este despliegue histórico volvemos con grandes brochazos de nostalgia, solo que ahora en resolución 4K y a unos sólidos 60 frames por segundo.
La puesta en escena de Sparking Zero es sorprendente: un apartado gráfico de escándalo, pulido con una técnica cell-shading que hace palidecer al anime; la increíble cantidad de 182 personajes en plantel, cada uno con sus animaciones y movimientos particulares; una banda sonora de calidad, que hará las delicias de cualquier acérrimo; infinidad de modos… En definitiva, un producto cuidado que cumple con las exigencias de los más puristas. Mantiene además los controles clásicos: los púgiles se manejan de forma prácticamente idéntica, así que los veteranos reconocerán rápidamente los botones.
Atrás quedan las precisas maniobras de FighterZ: en Sparking Zero casi todo funciona a base de autocombo (machacando el botón de ataque nos sale directamente una combinación de golpes espectacular). Tenemos super ataques y transformaciones a botón, además de un buen grapado de herramientas que dominar en combate. Este sistema está hecho tanto para los novatos como para los duchos: los primeros tienen un completísimo modo tutorial con consejos para las tácticas avanzadas, y contamos con un modo práctica muy personalizable para entrenar acciones específicas.
Con todo, la propuesta se enfoca en el juego sin conexión, destacando un modo torneo que recupera la pantalla partida en local. Por su parte, los lobos solitarios encontrarán imponentes desafíos en los que demostrar su habilidad: una serie de combates con características únicas cuyas condiciones pueden personalizarse, además de poder ser compartidas por Internet. Y en cuanto al modo historia, los combates se suceden entre secuencias de imágenes con texto (no animadas) que nos resumen una trama ya conocida por todos. Es cierto que la modalidad 'what if' nos permite desviarnos del canon original, pero el resultado convence lo justo.
Un handicap enturbia, por último, la experiencia multijugador online: los servidores no funcionan bajo el sistema predictivo del 'rollback', que desde hace unos años es indispensable en cualquier título de lucha que se precie. Y créanme que la diferencia se hace notar. No se entiende esta decisión por parte de la compañía, con la que tendrán que lidiar los jugadores más competitivos.
A pesar de ello, el juego cumple a niveles generales con lo que buscan los amantes de Dragon Ball. Quienes ansiaran el regreso de la franquicia 'Tenkaichi' tienen juego para años, sin considerar el contenido extra ya anunciado por Bandai Namco.