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Nokia 3310

Grandes empresas tecnológicas que sucumbieron (y por qué)

Aferrarse a ideas obsoletas y no ser realista puede hacer caer a las 'techs' más importantes

sara borondo

Miércoles, 20 de enero 2021, 00:37

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Google, Amazon o Tesla son empresas tecnológicas que parecen intocables e inmortales, pero la experiencia del pasado demuestra que muchos de estos colosos tienen pies de barro y una tormenta puede llevar a su desaparición, como ha sucedido en varias ocasiones en las últimas dos décadas. Sucesos como la caída de las punto com a principios de siglo o la revolución que supuso la aparición del iPhone acabaron con empresas muy importantes, algunas de las cuales llevaban más de un siglo funcionando. Estos son algunos casos destacados:

  1. Kodak

Durante el siglo XX Kodak fue una de las empresas de fotografía más potentes. George Eastman la fundó en 1881 tras comprobar lo difícil que era utilizar una cámara en aquella época. Eastman apostó por crear una película de manejo sencillo, lo que permitió el auge de la fotografía. Vendía las cámaras baratas ya que su negocio estaba realmente en la venta de carretes e impresión de fotos. Llegó a tener 140.000 empleados por todo el mundo. Las cámaras que tomaron las fotos del Apollo XI eran de Kodak y suyas eran también las películas con las que se filmaban las películas de Hollywood. Pudo hacer frente incluso a la dura competencia de Fuji a partir de la mitad del siglo XX.

La incapacidad para adaptarse rápido a la tecnología digital terminó con este emporio. Paradójicamente, Kodak creó la primera cámara digital, en 1975, pero los recursos que destinaba a este segmento fueron insuficientes y se quedó pronto atrás, debilitándose a medida que la gente usaba menos cámaras con película y dejaba de imprimir las imágenes. En 2012 se declaró en bancarrota.

  1. Nokia

Móviles fiables y resistentes como el famosísimo 3310 hicieron a la finlandesa Nokia (surgida en 1865) en el fabricante líder durante más de 15 años. En 2007 Google lanzó un nuevo sistema operativo (Android) y Apple el primer iPhone, lo que revolucionó el mundo de los móviles con el nacimiento de los smartphones. Nokia no supo ver las tendencias o no quiso adaptarse a ellas; se aferró a su propio sistema operativo (Symbian) y a las pantallas resistivas (con las que se utilizaba un stylus, ya que había que hacer presión) en lugar de pasar a las más caras capacitivas, que se usan deslizando el dedo.

En 2011 Nokia decidió prescindir de Symbian y de otro sistema operativo que estaban desarrollando (MeeGo) pero, en lugar de subirse al caballo ganador (Android) se alió con Microsoft para usar su fallido Windows Phone. Probablemente las dos empresas confiaban en el tirón de Nokia para que triunfase el sistema operativo de Microsoft, pero esta decisión arrastró al fabricante de móviles al abismo. En 2015 Microsoft compró la división de móviles de Nokia y el último teléfono que salió al mercado fue el Lumia 650.

En 2016, Microsoft vendió la marca a la finlandesa HMD Global, que ha vuelto a lanzar al mercado modestos terminales Nokia bajo Android.

  1. Blackberry

A principios de siglo tener una Blackberry, con su teclado incorporado, daba un cierto aire de distinción. Eran dispositivos que utilizaban sobre todo los ejecutivos. La empresa canadiense Research in Motion (RIM) -que más tarde cambió el nombre a BlackBerry Limited- sacó al mercado el primer móvil con correo, BlackBerry 850, en 1999. Más tarde llegaron los modelos precursores de los smartphones, que implementaban java e incluían navegador, calendario, reproductor de música, mensajería de texto y compatibilidad con el fax.

En 2007, con más de 10 millones de usuarios, la empresa vivía su momento más dulce, pero ese mismo año Apple lanzó su iPhone y comenzó a andar el sistema operativo Android. Blackberry aguantó mejor que otras marcas el empuje de la novedad debido a que sus usuarios eran muy fieles a la marca, pero poco a poco empezó a decaer. No supo valorar el empuje del iPhone, renovar la tecnología ni incorporar los nuevos servicios de mensajería instantánea y mantuvo el teclado en la mayoría de los modelos mientras las pantallas táctiles avanzaban imparables.

En 2016 dejó de fabricar sus propios teléfonos para licenciar la marca, pero es un recurso que puede haber llegado a su fin toda vez que la china TCL Communication (el principal fabricante licenciado) dejó de vender terminales Blackberry el pasado agosto, cuando acabó el acuerdo para fabricarlos y venderlos. Ahora solo los producen dos empresas, en el sudeste asiático y en Oceanía, y el futuro pinta oscuro para Blackberry. En 2019 también cerraron servicios como BlackBerry Messenger.

  1. Terra

Terra ofreció unas posibilidades que hoy día pueden ser factibles, pero no a finales de siglo. En los primeros días de Internet en España, Telefónica compró Olé, la renombró Terra Networks y la sacó a bolsa, donde experimentó un crecimiento increíble. Lehman Brothers (que por entonces se tenía como una empresa fiable) la valoró en 6.000 millones de euros.

Terra ofrecía acceso a internet y tenía un portal que debía obtener dinero a través de la publicidad y el comercio electrónico, algo que nunca llegó a suceder. Mucha gente invirtió acciones en la promesa de internet más fuerte de España; internet parecía El Dorado aunque nadie entendía muy bien dónde podía estar el beneficio. Entonces llegó el estallido de la burbuja punto.com en Estados Unidos y la caída de algunas de las tecnológicas basadas en internet, lo que acabó arrastrando a empresas de todo el mundo.

En sus momentos de auge, Terra compró Lycos por 12.088 millones de euros e internacionalizó así sus servicios. En 2001 Terra ingresó 690 millones de euros y tuvo 5.663 millones de euros en pérdidas y decidió irse deshaciendo de Lycos, que vendió definitivamente en 2004 por 108 millones de dólares (89,4 millones de euros). Terra se integró en Telefónica y pasó a dormir el sueño de los justos hasta que en 2017 se cerró definitivamente.

  1. Atari

Nació en 1972 y pronto llegó su primer producto con éxito: Pong, para jugar en casa. Se imbuyó del espíritu libre de los años 70, lo que permitió la creación de software original. En 1976 la compró Warner Bros, que limitó el concepto de empresa y la libertad creativa, centrándose más en la conercialización de consolas que en producir juegos. En 1977 sacó al mercado la consola Atari 2600, que vendió más de 42 millones de unidades y dominó durante un tiempo el mundo del videojuego. Pese al éxito de la consola el cambio de estrategia supuso el principio del fin de Atari. A principios de los 80 la 2600 empezó a quedarse obsoleta y Atari invirtió mucho en el lanzamiento en 1982 del juego de la película E.T., que salió injugable, lo que supuso cuantiosas pérdidas. Los ejemplares del juego se enterraron, literalmente, en un vertedero del desierto de Alamogordo (Nuevo Méjico, EE.UU.).

En 1982 también se produjo el lanzamiento de la consola 5200, sucesora de la exitosa 2600, que no consiguió heredar el éxito en ventas de su predecesora. Cuando el mercado de videojuegos cayó en picado en 1983, Atari quedó herida de gravedad. Warner vendió parte de la empresa a Commodore International y otra parte a Namco. La última consola que fabricó fue Atari Jaguar, en 1993, que fue incapaz de hacerse un hueco en el mercado.

  1. Compaq

Los más jóvenes es posible que ni conozcan la marca Compaq (de «compatibility and quality», «compatabilidad y calidad» en español), pero cuando la informática doméstica despuntó era una de las grandes, a la altura de IBM. Sus fundadores, Rod Canion, Jim Harris y Bill Murto, abandonaron la empresa en la que trabajaban para crear otra que motivase a trabajar. Pensaron en el sector a que dedicarse y optaron por aquello que conocían: los ordenadores. Era el año 1982 e IBM dominaba en el mundo de los ordenadores personales, donde ya estaban el Apple II o Commodore. Compaq optó por hacer ordenadores que imitaran a los de IBM pero con tecnología propia en la placa base, lo que viene a ser un clon legal, y nació el Compaq Portable, que vendió 53.000 unidades (una barbaridad para la época). Empezó así un paseo triunfal por los negocios, de vender ordenadores por valor de 111 millones de dólares en 1983 a 503 millones de dólares en 1985.

Durante más de una década Compaq creció como líder de clónicos. En los 90 llegó a adelantar a IBM y compró numerosas empresas hasta convertirse en un gigante tecnológico, pero según avanzó la década empezó a haber más competencia en el mercado. Intel comenzó a vender procesadores y placas base, lo que permitía producir PCs más baratos, los fundadores se fueron y los nuevos jefes optaron por primar un precio competitivo a la calidad que había caracterizado a Compaq, lo que acabó pasando factura. A finales de siglo la marca tenía problemas de inventario. Además, la compra de la empresa DEC (Digital Equipment Corporation), otro gran fabricante de ordenadores, no fue una buena inversión y la crisis de las punto.com también le afectó. En 2002 la compró Hewlett-Packard y Compaq desapareció definitivamente en 2013.

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