Diez años dando ideas de negocio

Hace diez años, cinco centros de enseñanza de Bizkaia y uno de Álava animaron a parte de su chavalería a verse a sí mismos como empresarios de éxito. No hacía falta tener la idea más rompedora del mundo, algo que no se le hubiera ocurrido antes a nadie. Lo realmente importante era que el plan de negocio de su hipotética compañía estuviera bien fundamentado, que pudiera operar en el mundo real. Es decir, que se vieran capaces de incorporarse al mercado laboral por su propio pie y entendieran que pueden generar riqueza en su entorno creando trabajo para otros. Era el germen de STARTInnova, una iniciativa creada por EL CORREO para, a través de un concurso de ideas de negocio, promover el espíritu emprendedor entre los más jóvenes, que desde el primer momento contó con un amplio respaldo institucional y empresarial. Este año ya han confirmado su patrocinio el Gobierno vasco, BBVA y el Ayuntamiento de Bilbao.

En su última edición, la celebrada en el curso que ahora expira, a esos cinco centros se les habían sumado 54 -para la próxima, la que arrancará en otoño, aún no se he cerrado el plazo de inscripción y ya hay más de 60- y el número de estudiantes alcanzaba los 1.673. Una evolución que han ido notando -y cómo- los expertos de la Universidad del País Vasco que se leen todas sus propuestas y escogen qué grupos alcanzan las cada vez más competidas finales que se celebran la Facultad de Economía y Empresa. Allí, un jurado de expertos evalúa tanto la idea y su viabilidad como la soltura de los chavales explicándola, porque también hay que aprender a vender.

Así, por Sarriko han pasado propuestas de lo más variadas en las dos categorías en que se divide la competición, una para menores de 18 años y otra para mayores de edad. Desde la pista de skate interior y las pulseras con GPS para personas con problemas cognitivos que en la primera edición dieron la victoria a los estudiantes del instituto Tartanga de Erandio y el colegio Vizcaya de Zamudio, hasta los dispositivos lumínicos de seguridad vial y el centro de educación infantil centrado en la gestión de las emociones con que ganaron hace unos meses el colegio Azkorri y la ikastola Ibaizabal.

Mención especial merecen también sus profesores, que les ayudan a 'aterrizar' las propuestas y plasmarlas en un plan de viabilidad completo que nada tiene que envidiar al de las empresas reales. No en vano, para realizarlo cuentan con el apoyo de una plataforma digital que les enseña a trabajar con el modelo Canvas. Esta metodología, una de las más empleadas y sencillas para estudiar la viabilidad de una posible idea de negocio, les familiariza con conceptos empresariales como propuesta de valor, segmentación del mercado, flujos de ingresos, estructura de costes, alianzas estratégicas, canales de distribución...

En el proceso además también les acompañan los mentores que STARTInnova asigna a cada grupo. Esto les permite incorporar a sus proyectos las valoraciones de profesionales de distintos ámbitos, incluyendo las de los técnicos de las áreas de apoyo a la creación de empresas de sus respectivos municipios e incluso las de los alcaldes, que se acercan a los centros para ver dónde ponen su atención los emprendedores del futuro. Este año ya han confirmado su participación los ayuntamientos de Getxo, Barakaldo, Portugalete, Santurtzi, Leioa, Muskiz, Sestao, Amorebieta, Erandio, Durango y Loiu. Por cierto, ninguno de ellos pierde ocasión de tirarles el cebo y mostrarles las ayudas que podrían lograr de las distintas administraciones públicas si en un futuro, ya no tan lejano, se deciden efectivamente a poner en marcha su empresa.

Además, a algunos de los grupos, el concurso también les brinda la oportunidad de conocer de primera mano cómo es el día a día en compañías punteras tan importantes para la economía vasca como Bridgestone, Ingeteam o Lurpelan, a las que se suman las fundaciones Michelin y Alfonso Líbano Firestone. Los responsables de todas ellas les han abierto las puertas en visitas guiadas. Al fin y al cabo, las grandes empresas llegan a serlo porque saben detectar el talento y la capacidad de emprender.

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