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«Ya no nos ven como bichos raros»

En 2014, los evangélicos derrotaron en los tribunales al Ayuntamiento de Bilbao para poder abrir locales en núcleos urbanos

Domingo, 31 de agosto 2025, 10:51

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La apertura de centros evangélicos en el País Vasco vivió un antes y un después en 2014. En noviembre de ese año, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco anuló una norma del Ayuntamiento de Bilbao por la que se prohibía la apertura de centros religiosos en edificios de viviendas. El Centro Evangélico del País Vasco (CEP)acudió a los jueces por entender que les relegaba a instalarse en el extrarradio de la ciudad, lejos de sus fieles. Tras su primer varapalo en los tribunales, el Ayuntamiento de la capital vizcaína presentó una apelación y el Supremo volvió a prohibir la norma. Según la sentencia, el Consistorio había cometido un error de forma al no haber permitido la participación ciudadana.

«Con el tiempo nuestras relaciones con las instituciones vascas han mejorado de forma significativa», afirma el presidente del CEP. «Ya no nos ven como bichos raros o como extranjeros. Se han quitado unos cuantos prejuicios y el trato ha mejorado mucho», asegura Julio Martínez, que destaca los acuerdos que se firmaron con el Gobierno vasco en 2023 en el que acordó que los presos evangélicos en las prisiones vascas pudieran recibir asistencia religiosa, exactamente igual que las confesiones católica y musulmana.

Sin embargo, uno de los puntos en los que todavía se mantienen discrepancias son las exigencias que desde muchos ayuntamientos se realizan a la hora de permitir la apertura de locales dedicados al culto religioso. «En ocasiones nos tratan como si fuéramos discotecas. Si abrimos los locales de nuestro propio bolsillo y tenemos que dedicar dinero a insonorizaciones y otros tipo de medidas, resulta casi imposible contar con una iglesia propia», afirma Martínez.

A juicio del presidente del CEP, una de las claves del futuro de la apertura de centros religiosos en Euskadi es la Ley de Centros de Culto y Diversidad Religiosa, aprobada por el Parlamento vasco en 2023. Esta norma regula desde la reserva de suelo en los planes municipales para centros religiosos hasta las condiciones de seguridad y salubridad de estos espacios de culto. Pero Martínez destaca que el reglamento que debía establecer el día a día de muchos puntos de esa ley no se ha desarrollado. «Todavía estamos pendientes de que se aclare definitivamente cómo va ser el futuro de los centros de culto en Euskadi», se lamenta.

Por otro lado, en el estudio de Ikuspegi sobre la diversidad religiosa se hace alusión también a las quejas de algunas iglesias minoritarias ante el trato que reciben de las instituciones a la hora de organizar eventos en espacios públicos. Según el experto de Deusto Gorka Urrutia, esta reivindicación no implica que en Euskadi se hayan producido situaciones de prohibición como la que este verano protagonizó una polémica en la localidad murciana de Jumilla, donde, a instancias de Vox y con los votos del PP, se rechazó que se pudieran practicar la musulmana Fiesta del Cordero en un centro municipal.

«En Euskadi todas las religiones minoritarias han podido acceder a espacios públicos. El final de Ramadán, por ejemplo, se celebra en el polideportivo de Miribilla, en Bilbao, y en el estadio de Anoeta ha habido reuniones con más de cinco mil asistentes organizadas por los Testigos de Jehová. Otra cosa es que se hayan producido disfunciones en algunos pueblos ante las exigencias municipales, como les puede suceder a otros colectivos», indica.

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