Trasladan la iglesia de Kiruna de 672 toneladas por carretera para evitar su hundimiento
El viaje por carretera del templo de Kiruna en Suecia ha sido planificado durante años y es solo una pequeña parte de un proyecto de reubicación de más de 3.000 viviendas
En 2004 comenzó un proyecto para evitar que Kiruna, en el norte de Suecia, fuese engullida por la mina de hierro sobre la que expande. El yacimiento, que se abrió en 1910, comenzó a provocar grietas en edificios y carreteras debido a su expansión. Fue entonces cuando empezó una laboriosa mudanza del centro histórico de esta ciudad ártica.
La emblemática iglesia de madera roja Kiruna Kyrka ha comenzado este martes su traslado a la nueva ubicación. Cargado en unos remolques especiales, fabricados a medida, el templo luterano de 672 toneladas inaugurado en 1912 y considerado uno de los edificios más bellos del país nórdico, se desplaza muy lentamente. Medio kilómetro por hora. Se estima que llegará a su destino en unos dos días. Su viaje fue bendecido por el obispo Åsa Nyström y la sacerdotisa Lena Tjärnberg, párroca de Kiruna. Entre los asistentes a este impactante traslado está Carlos XVI Gustavo y la televisión sueca lo transmitirá en directo con 30 cámaras.
Para moverla se ha desplegado una operación logística de gran envergadura que ha atraído las miradas de más de 10.000 personas que se han mantenido expectantes tras las barreras de seguridad. Con el fin de colocar unas grandes vigas amarillas debajo para poder levantar el templo con gatos hidráulicos y colocarlo sobre los remolques, excavaron el terreno de alrededor. Una de las partes más complicadas, según han informado las autoridades, fue el inicio. El convoy tuvo que girar y bajar una ligera pendiente para llegar a la carretera principal por la que realizará el trayecto.
Todo el centro de Kiruna, con una población de 18.000 habitantes, está siendo trasladado debido a la gigantesca mina de hierro de la compañía LKAB que domina la región. Su excavación, cada vez más profunda a lo largo de los años, ha debilitado el terreno, lo que incrementa el riesgo de derrumbe en ciertas zonas de la ciudad.