«He bajado las cortinas, ya no quiero verlo más»
Una bilbaína que vive desde hace 30 años a los pies del Cumbre Vieja relata su experiencia «frente a la incertidumbre»
fermín Apezteguia
Jueves, 23 de septiembre 2021, 19:31
«Lo admiré el primer día. Se veía majestuoso desde las ventanas de mi cocina, pero ayer corrí las cortinas. Paso del volcán, ya no ... quiero verlo más». Beatriz Imbert es una bilbaína de «más de 60 años», que lleva media vida viviendo en La Palma, a los pies del Cumbre Vieja. «¡Que pare ya de una vez que ya hemos tenido bastante!», clama. Cuenta que está «rota, muy nerviosa, apesadumbrada, triste, agobiada por la situación de tanta gente conocida y desconocida. Es terrible», se lamenta. La «incertidumbre -relata- sea ha apoderado de la isla este verano».
Con 25 años, vivió de cerca las inundaciones que arrasaron el Casco Viejo de Bilbao. «Me crié en la calle Barraincua». Pero aquello, que fue tremendamente doloroso, no se parece en nada, según cuenta, a lo que ha vivido en las últimas semanas. «El fuego es peor que el agua», se arranca. «Más dañino, más difícil de controlar. Vivo en la Zona Cero de la catástrofe. Es flipante ver caer la colada, contemplar el monte en llamas durante la noche y sentir que donde antes había vida, ahora ya no queda nada».
La lava ha arrasado con todo. «Conozco gente que se fue a trabajar a Venezuela, hizo un dinerito, regresó y se compró una finca de plátanos. Ya no tiene nada. La lava les ha dejado sin modo de vida y ha laminado hasta sus recuerdos».
Los niños tienen miedo
Beatriz es profesora. Trabaja con 16 niños de 6 años, de primero de Primaria. Las clases en la isla se han suspendido, pero mantiene el contacto con las familias a través del 'guasap'. «Cuatro de ellas se han quedado sin casas, ¡el 25%! y todas están deseando que vuelva la normalidad. Los niños están asustados, con mucho miedo y los padres viven en medio de la incertidumbre, que es lo que de verdad nos puede a los humanos. Más que cualquier otro sentimiento», reflexiona.
«Con pastillas y tapones se duerme bien, pero eso no impide que a veces te despiertes con las explosiones»
Por suerte para Beatriz, el magma volcánico quiso convertirse en lava por una ladera distinta a la suya. Nada impide, sin embargo que desde su pequeña casa de El Paso se escuchen los rugidos atronadores que brotan de las entrañas del Cumbre Vieja. «Con pastillas y tapones en los oídos se duerme bien, pero eso no evita que muchas veces te despiertes con las explosiones, la vibración de los cristales, temblores... ¡Es sobrecogedor!
Este verano se ha cebado con El Paso. A la pandemia se sumó en agosto un incendio que se llevó 50 casas. Sin sobreponerse aún de la tragedia, despertó la Tierra. «La lava ha provocado un cúmulo en la montaña que es como si al Pagasarri le hubiera brotado otra montaña de la noche a la mañana» El ayuntamiento de Los Llanos han abierto una cuenta bancaria para donativos: ES06 2100 1921 1902 0014 1752 (Nombre del emisor; concepto: 'Donación volcán La Palma; destinatario: Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane. «Llegarán las ayudas oficiales pero entretanto, la gente nos tiene que ayudar», confía Beatriz Imbert.
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