El niño electrocutado en Usurbil esperó una hora a ser rescatado hasta que se desconectara la torre

Durante ese tiempo, los dos adultos (una trabajadora y un cliente de una tienda de muebles cercana) consiguieron sofocar las llamas que afectaban al niño, que permaneció en todo momento consciente, y desvestirle. Una hora después del accidente y con la torre ya fuera de servicio, el joven de once años pudo ser atendido por los servicios sanitarios. Fue trasladado de urgencia al Hospital Donostia junto a su prima. Tras pasar la noche en el hospital, el domingo fue trasladado a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Cruces donde permanece ingresado en estado «muy grave» aunque estable.

Dos menores de edad resultaron electrocutados el sábado por la tarde en el polígono industrial Osinalde de Usurbil tras escalar a la parte superior de una torre de alta tensión de fácil acceso. Los jóvenes, un niño de 11 años y su prima de 15, residentes en Gipuzkoa, participaban en una celebración familiar en un restaurante cercano.

Ambos fueron trasladados al Hospital Donostia. El más pequeño sufre quemaduras en el cuerpo de carácter grave y tras pasar la noche del sábado en el centro sanitario guipuzcoano, este domingo fue trasladado a la unidad de Grandes Quemados del Hospital de Cruces, donde al cierre de esta edición se encontraba estable dentro de la gravedad. Su prima recibió el alta médica la noche del sábado.

Además de estos dos afectados principales, el suceso provocó otros tres heridos. Son el hermano mayor del niño trasladado a Cruces, que acudió en su ayuda, y dos personas adultas que fueron testigos del incidente y acudieron a socorrer a las víctimas, tras lo que también sufrieron heridas de diversa consideración.

Los tres menores de edad se encontraban celebrando las bodas de oro de sus abuelos junto a su familia en el restaurante Atxega de la localidad, ubicado a unos trescientos metros de la torre de alta tensión. Fue alrededor de las 18.10 horas cuando el niño y su prima ascendieron a la estructura. El pequeño consiguió trepar hasta la plataforma, mientras que la niña todavía se encontraba ascendiendo por la escalera.

Fue en ese momento cuando se produjo la descarga que dio lugar al electrocutamiento. Generó un fogonazo y un fuerte estruendo, y dejó sin luz los alrededores de la zona. El niño de menos edad sufrió una descarga directa que le causó quemaduras de gravedad en todo el cuerpo, mientras que su prima se cayó al suelo fruto de la sacudida eléctrica.

Junto a los dos menores se encontraban otros dos chicos, uno de ellos el hermano mayor del niño, que no dudó en subir a lo alto de la torre para tratar de auxiliar a su hermano pequeño al tiempo que pedía ayuda a gritos.

Fruto del apagón y la llamarada que se produjo por la descarga eléctrica, dos trabajadoras de una tienda de muebles que se encuentra enfrente del lugar y varios clientes que se encontraban en el interior se percataron al instante de lo ocurrido. «El fogonazo se tuvo que ver en todo Usurbil. Del chispazo saltó la luz y vimos cómo había dos niños envueltos en llamas», explica a este periódico una de las empleadas. Sin pensárselo dos veces, su compañera de trabajo y un cliente subieron a la torre a auxiliar al menor. Hasta él ya había llegado su hermano mayor, que «con las manos quemadas» bajó a alertar al resto de familiares. «Veíamos cómo el menor se estaba quemando y sentíamos la impotencia de que no podíamos hacer nada», relata la trabajadora.

Las torres de alta tensión se clasifican normalmente en dos tipos. Las de suspensión –que soportan los conductores en líneas rectas y están diseñadas para sostener el peso de los cables y resistir la acción del viento–, y las de retención, utilizadas en puntos donde la línea cambia de dirección o en tramos con mayor tensión mecánica. Dado que la torre de Usurbil se encuentra en un entorno urbano, es probable que se trate de la del primer tipo (suspensión), diseñada para integrarse en el paisaje urbano y minimizar riesgos.

Existen además distintos tipos de descarga eléctrica que puede provocar una torre de alta tensión pequeña (normalmente entre 1 y 50 kV). Si existe un contacto directo con los cables –se desconoce si el menor de once 11 años llegó a tocarlos– se produce una corriente eléctrica que atraviesa el cuerpo y puede causar quemaduras graves, fibrilación ventricular o incluso la muerte instantánea si la descarga alcanza los 10 kV. El electrocutamiento también puede llegar sin tocar ninguno de los cables. Se conoce como 'descarga por arco eléctrico'. Se produce cuando la electricidad 'salta' por el aire a una persona cercana. En torres pequeñas el arco eléctrico es menos frecuente, aunque depende de la humedad y la distancia.

Desde el Ayuntamiento de Usurbil, a través de su alcaldesa, Agurtzane Solaberrieta, mostraron ayer su pesar por lo sucedido y confían en que los afectados se recuperen favorablemente de las lesiones sufridas.

Varios testigos de lo ocurrido sostienen que en el momento de la descarga eléctrica se escuchó un fuerte «petardazo» en todo el polígono Osinalde. «Llevamos trabajando aquí veinte años y habíamos estado fumando junto a la torre media hora antes de lo ocurrido. Es una zona a la que nos acercamos porque damos de comer a los gatos ahí, y no podemos entender cómo en ese periodo de tiempo pudo bajarse la escalera o cómo pudieron acceder a la torre», señala uno de los testigos.