Detenido por la muerte por asfixia de una mujer en un piso de Zarautz
Fue el propio arrestado quien avisó a la Ertzaintza en un crimen calificado como «machista» por las instituciones. La víctima llevaba horas sin vida cuando se dio el aviso
Miguel Ángel Mata, Ainhoa Muñoz, Lara Ochoa y Aitor Ansa
Jueves, 16 de octubre 2025, 16:48
La mujer de 53 años que apareció muerta el miércoles por la noche en una vivienda de la calle Indamendi de Zarautz, presuntamente víctima de un homicidio, llevaba ya varias horas sin vida cuando la Ertzaintza recibió el aviso. Fuentes conocedoras de la investigación apuntan que fue el mismo hombre que posteriormente fue detenido como presunto responsable del fallecimiento, quien advirtió del deceso el miércoles por la noche.
Según los primeros resultados de la investigación, la mujer habría muerto horas antes por asfixia. De hecho, vecinos del bloque en el que se encuentra el domicilio donde se produjeron los hechos relataban ayer a este periódico cómo en el transcurso de sus pesquisas los agentes de la Policía vasca preguntaban al vecindario «si alguien había oído algo el martes por la noche», un día antes de descubrirse el suceso. El varón, de 47 años y residente en el domicilio de los hechos, fue detenido como principal sospechoso de haber cometido un presunto delito de homicidio.
Las primeras investigaciones llevadas a cabo por la Ertzaintza apuntan a que no se trataría de un crimen de violencia de género, ya que no hay indicios de que entre la fallecida y el arrestado hubiera relación sentimental o de afectividad, aunque sí podrían conocerse de antemano. No obstante, al ser la víctima una mujer, las instituciones condenaron ayer el suceso calificándolo como «asesinato machista». Otras fuentes próximas al caso añaden que tanto en el caso del varón como en el de la mujer, se trata de personas drogodependientes. La Policía autonómica vasca investiga las causas que rodean el presunto homicidio y apunta que ambos son de nacionalidad española.
Según informó ayer el departamento de Seguridad del Gobierno vasco, la Ertzaintza recibió el miércoles por la noche el aviso de la existencia de una mujer fallecida en una vivienda de la localidad costera. Inmediatamente se inició una investigación que tras las primeras pesquisas ha llevado a la detención, por un presunto delito de homicidio, de un hombre de 47 años.
Al ser la víctima una mujer, las instituciones calificaron el suceso como un caso de «asesinato machista». El alcalde de Zarautz, Xabier Txurruka, leyó ayer por la tarde un comunicado en el que expresó su «máxima condena y más profunda indignación ante el asesinato machista conocido», y añadió que desde el Ayuntamiento se «denuncian y rechazan rotundamente todas las violencias machistas que sufren las mujeres».
La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, se sumó a la condena manifestando su «profundo dolor y total repulsa» ante estos hechos. La mandataria foral expresó su «solidaridad y apoyo a las y los familiares y personas cercanas de la víctima. Hoy es un día de luto para Gipuzkoa. Debemos alzar la voz, con más fuerza que nunca, para reiterar que la violencia contra las mujeres no tiene cabida en nuestra sociedad ni en ningún lugar del mundo. Seguiremos trabajando sin descanso hasta erradicarla», dijo.
La Asociación de Municipios Vascos (Eudel) también expresó su repulsa y condena al «asesinato machista», y llamó a «reforzar la prevención y sensibilización» para «hacer efectiva la igualdad». La entidad señaló que la violencia que «en sus diferentes formas se ejerce contra las mujeres, psicológica, económica, física, sexual o vicaria», supone «un serio atentado contra su dignidad e integridad física y moral».
Por último, el Instituto Vasco de la Mujer (Emakunde) condenó el presunto homicidio y mostró su apoyo a la familia y al entorno más cercano de la víctima, al tiempo que animó a la ciudadanía a sumarse a los actos de condena convocados para este viernes. Emakunde explicó que ha puesto en marcha el protocolo que se activa en estos casos y participará junto con los representantes de la Comisión de seguimiento del III Acuerdo Interinstitucional para la coordinación de la atención a víctimas de violencia machista.
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«La Ertzaintza nos ha preguntado si oímos algo la noche anterior»
«Debían ser alrededor de las 21.30 de la noche. Salí un momento al balcón a dejar unas cosas y vi 5 o 6 coches de patrulla de la Ertzaintza, aunque no tenían ni las luces ni las sirenas puestas. Me imaginé que sería alguna pelea, pero tantos coches me extrañó. Más tarde vino un coche de la funeraria y ahí fue cuando pensé que algo gordo había pasado». Es el relato que hace una vecina de los hechos ocurridos la noche del miércoles en la calle Indamendi de Zarautz, donde casi 24 horas después de conocerse la detención de un hombre de 47 años por el presunto homicidio, seguía reinando la incredulidad.
El dispositivo desplegado la noche anterior por la Policía vasca no pasó desapercibido en esta zona residencial, repleta de bloques de viviendas de hasta ocho plantas con cuatro manos en cada una de ellas. En el número 18, donde se perpetró el presunto homicidio, las preguntas sin resolver sobrevolaban en el ambiente.
Un coche patrulla continuaba ayer tarde estacionado frente al bloque de viviendas donde se sucedieron los hechos. «Han estado puerta por puerta preguntando si oímos algo el martes por la noche», agregaba esta mujer, corroborando las pesquisas de la Ertzaintza para determinar si la víctima llevaba ya horas muerta antes de que los agentes llegaran al domicilio del varón.
«Un tipo que no destaca»
Un hombre, coincidían varias personas del vecindario, que reside «de toda la vida» en ese mismo bloque y del que nunca nadie habría podido sospechar que podría cometer unos hechos como los que se le imputan. «Es un tipo normal, que no destaca por nada y que vive aquí... Lo más 'raro' que se puede decir de él es que tiene un perro enorme y maloliente», sostenía otra vecina mientras salía a pasear a su can.
No todos compartían esa versión. Otro residente del número 18 aseguraba a este periódico que «siempre se escuchan ruidos» provenientes del domicilio donde presuntamente ocurrieron los hechos. Esta persona también afirmaba que por la casa del arrestado «suele pasar mucha gente a menudo», aunque no lograba precisar los motivos de tal trasiego ni el tipo de relación que podían mantener víctima y arrestado.