La Intermodal extrema la limpieza y suspende las visitas

Los esfuerzos por contener el avance del coronavirus llegan a casi todos los ámbitos. Y con más razón a aquellos en los que confluyen miles de personas cada día, donde se multiplican las posibilidades de contagio. La estación Intermodal de Bilbao es uno de esos sitios. Allí se está haciendo un esfuerzo por extremar la limpieza y se han puesto en marcha varias medidas con el fin de reducir al mínimo las posibilidades de infecciones.

En concreto, desde la infraestructura explican que han «intensificado la limpieza de los elementos susceptibles de contacto intensivo» y se han suspendido las visitas programadas de colectivos que querían conocer su funcionamiento. También se ha colocado cartelería en los baños, puntos de información y parking con el fin de informar sobre las medidas higiénicas de autoprotección frente a la plaga. Además, se ha pedido a los distintos operadores que transmitan a sus plantillas la necesidad de observar esas medidas, con especial atención a las subcontratas que atienden a usuarios, tales como vigilantes, expendedores de billetes y personal de cafetería. Todo el personal que trabaja de cara al público debe utilizar gel desinfectante.

Además, y con el fin de evitar peligrosos hacinamientos en la pequeña zona habilitada para los servicios nocturnos, a partir de esta noche se permitirá a los pasajeros que accedan a la isleta central, donde habitualmente opera Bizkaibus, y que hasta ahora permanecía cerrada durante la noche.

Hasta aquí, lo que ya está en marcha. Pero también se está elaborando un plan de contingencia cuya implantación será paulatina en función de cómo vaya avanzando el impacto del coronavirus. En él se prevén medidas como el aislamiento del centro de control, vetando el acceso a cualquier persona ajena al servicio, o centralizar en un solo punto de atención al público diferentes trabajos como la entrega de paquetería y consigna. Además, se plantea establecer un sistema de limpieza de autobuses después de cada viaje.

Todas estas medidas se suman a las ya adoptadas por otros servicios de transporte público, como metro y tranvía, en los que, atendiendo a las recomendaciones del Gobierno vasco, se están redoblando los esfuerzos para mantener lo más limpias posible las unidades utilizando productos de limpieza más potentes que los habituales y también con más frecuencia.