«Planificar para tomar medidas con la anticipación necesaria es nuestra realidad actual»
Andrés Urrutia repasó el derecho civil vasco para hablar de las vías posibles a la hora de transmitir una herencia familiar
LAURA CASTELLANOS
Domingo, 4 de octubre 2020, 02:21
Fue un tema alejado del resto de ponencias y que, sin embargo, resulta de vital importancia para la ciudadanía. Andrés Urrutia es el presidente de la Academia Vasca de Derecho, profesor de la Universidad de Deusto y notario, además de otras muchas facetas ligadas con el sector. Referente en su campo, expuso en toda una 'masterclass' las principales herramientas de que dispone la población vasca en el momento de planificar el patrimonio familiar.
En relación a esos instrumentos, subrayó que, lo primero, «es que son propios y se han ido gestando a lo largo de los siglos» y explicó cómo «siempre hemos tenido un derecho propio para transmitir ese patrimonio familiar, normalmente del caserío, aunque también podía ser una ferrería, o incluso la explotación de un buque dedicado a la pesca. Esas normas propias se han ido decantando hasta hoy con la entrada en vigor, hace cinco años, de la Ley 5/2015 que se extiende a todo el País Vasco». Una ley que afecta a las sucesiones y que está basada, recuerda, «en la libertad civil, entendida en el sentido de poder actuar dentro del ámbito patrimonial y disponer de los bienes en la forma en que se considere más conveniente».
Y es que hay que echar la vista atrás y regresar a los fueros, para entender lo que existe en la actualidad. Aunque en estos momentos, el Covid-19 ha generado otra serie de dudas al respecto. «Hubo muchas consultas en las notarías sobre cómo se podía hacer testamento en aquel momento (durante el confinamiento). El problema es la necesidad de una situación en la que el notario y el posible testador estén cara a cara». Aunque adelantó que, para solucionarlo, «el derecho nos da caminos. Uno de ellos es nuestro propio derecho civil que Bizkaia regulaba, el 'hil buruko' con el que, como su nombre indica, se puede otorgar testamento ya sea por escrito o de forma oral ante una serie de medios». Es decir que, en definitiva, existen mecanismos para poder hacer una buena planificación previa, y «no solo desde el punto de vista de la convivencia familiar, sino también desde el fiscal».
Instrumentos disponibles
Una vez decidido, hay que tener claro que «no hay fórmulas generales», cada persona, cada familia, es un mundo. «Puede parecer abstracto», alegó Urrutia, «pero es una realidad diaria, cuando alguien acude a un especialista lo primero que le va a preguntar es cuál es su situación familiar». Con todo, ¿cuál es el mejor marco? Dependerá de cada situación, teniendo en cuenta que de haber hijos o nietos, «estos disponen de una tercera parte de los bienes de la herencia». El resto pueden, como citó, repartírselo entre los cónyuges en lo que tradicionalmente se conoce como 'alkar poderoso', «el uno para el otro» y, en segundo término, «que el cónyuge sobreviviente pueda acceder a la herencia del fallecido en la forma en que el viudo o viuda considere más conveniente».
Otra opción es «transmitir en vida, mediante un pacto, su patrimonio a los herederos» en los que todos disfrutan del patrimonio a semejanza de la tradicional «boda vasca». Esto es, tanto el pacto sucesorio, como la herencia e incluso el pacto de renuncia de la herencia son, hoy en día, instrumentos a tener en cuenta para anticipar situaciones y evitar problemas, precisamente, de futuro.
La troncalidad vizcaína
Como anécdota final, el experto aludió a una especialidad que solo se da en Bizkaia. Se refería a la troncalidad y supone, esto es, que los bienes que entraban en la familia, «debían seguir en la familia por encima de otras circunstancias». Por poner como ejemplo un matrimonio, si el bien es de la mujer, no podrá otorgárselo al marido, sino que quedaría en los hijos, si los hubiere, o en los hermanos de ésta.
Un caso peculiar que ni siquiera se da en todo el territorio vizcaíno, sino en aquellos municipios considerados «anteiglesias», diferenciándolos así de las llamadas villas. «La troncalidad nos lleva a efectos tremendos al planificar la herencia», y de ahí que existan «ciertos paliativos» como el citado 'alkar poderoso' «para que la persona viuda escoja entre los parientes troncales o darle el usufructo universal». En cualquier caso, es una medida sin fácil solución «a la que habrá que llegar en su momento», concluyó.