Llamamiento urgente para que los jóvenes den sangre: el donante tradicional se 'jubila' en diez años
La media de edad de los donantes ronda los 55 años «y se necesita un relevo generacional» que garantice la disponibilidad continua del vital elemento, advierten los hematólogos
Se buscan por todos los medios jóvenes para donar sangre porque la media de edad de los donantes tradicionales ronda los 55 años y en ... cuestión de un decenio el 40% de todos los que dan sangre se habrá jubilado. De esa 'savia nueva' depende que se garantice el relevo generacional y la disponibilidad continua de sangre y sus componentes para los que necesitan una intervención quirúrgica, los heridos de tráfico, los trasplantes de órganos o los enfermos de cáncer. «Nos preocupa la media de edad de los donantes, sobre todo de cara al futuro», señala Luis Larrea (Bilbao, 58 años), portavoz de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), presidente de la Sociedad de Transfusión Sanguínea (SETS) y hematólogo del Centro de Transfusión de la Comunidad Valenciana.
«Por alguna razón hemos llegado muy bien a la población de 50 años o más, pero no a la gente más joven y eso nos plantea un problema porque tiene que haber un relevo generacional. Además», añade, «la juventud es altruista y creo que si no dona es por falta de información, por lo que hay que intentar llegar a ellos con otros mensajes y a través de los canales que ellos usan, como TikTok, Instagram o YouTube».
Requisitos para dar sangre
50 kilos Peso mínimo para donar
La donación de sangre en nuestro país España es altruista y no remunerada, es decir no se paga por donar. Los únicos requisitos para donar son tener más de 18 años y menos de 65 (aunque este último tramo de edad se está ampliando), pesar más de 50 kilos, no padecer o haber estado en contacto con personas con una enfermedad infecciosa importante, y no haber donado en las últimas 8 semanas. Los hombres pueden donar hasta cuatro veces al año y las mujeres hasta tres, pero en ambos casos con el citado intervalo mínimo de dos meses entre donaciones.
Consciente de lo vital de mantener en el tiempo el suministro de componentes sanguíneos esenciales como hematíes, plasma y plaquetas, el médico hace un llamamiento a los jóvenes. «Necesitamos involucrar a los menores de 30 años, que además es la población potencialmente más sana. Si no lo conseguimos tendremos un problema a la larga», indica. El experto no cree que los jóvenes no donen por miedo al pinchazo. «Ese temor lo puede tener todo el mundo, pero a los reticentes les diría que prueben y verán que no es nada traumático, y que la mayoría repite porque se siente reconfortada».
En 2024 donaron sangre y componentes sanguíneos 1,1 millones de ciudadanos en España y el número de donaciones efectuadas fue de 1,68 millones, una media de 1,52 por donante, según los datos del Ministerio de Sanidad.
La edad media del donante es de 55 años y se recomienda dejar de donar a partir de los 65 años, aunque estos límites se han ido modificando con el tiempo para observar únicamente criterios de salud. De hecho cuando no hay suficientes donaciones se ha llegado a abrir esta posibilidad a mayores de 70. «Realmente el único límite por edad son los 18 años. A partir de ahí, es el médico que hace la entrevista quien decide si se puede donar o no».
Larrea recuerda que ahora en verano, como en el resto de los períodos vacacionales, descienden las donaciones, pero no ocurre lo mismo con la demanda de sangre y sus derivados. «Sigue habiendo cirugías y tratamientos médicos que necesitan del aporte de sangre». Los hematíes, que es lo que más se transfunde, tienen una caducidad de seis semanas. «Ahora hay stock, pero si no conseguimos nuevas remesas tendremos dificultades a partir de la segunda quincena de agosto». Por eso redoblan el llamamiento a la población para «que nos ayude a hacer frente a las necesidades de los hospitales ante una previsible disminución de las donaciones y un aumento del consumo por factores como los accidentes de tráfico».
Donación de plasma
Los hematólogos quieren dirigir especialmente sus campañas de concienciación «hacia nuestra juventud, porque, como se vio en la dana, es muy solidaria y una forma de encauzar esa generosidad es a través de la donación, que, además, es muy reconfortante. En nuestras encuestas casi todos los donantes nos cuentan que donar les hace sentirse bien porque contribuyen al bienestar de nuestra sociedad».
El portavoz de la SEHH recuerda también la importancia de la donación de plasma, las llamadas donaciones por aféresis, un procedimiento que separa los componentes de la sangre mediante una máquina que extrae de forma selectiva el plasma (o sólo las plaquetas o sólo los glóbulos rojos) y reintroduce el resto en el organismo del donante. «Necesitamos plasma para hacer medicamentos, por ejemplo para tratar pacientes inmunodeprimidos o hemofílicos». Esta donación requiere más tiempo (unos 40 minutos frente a los 10 de la habitual), pero se puede donar con más frecuencia (cada 15 días) frente a las cuatro veces al año de los hombres y tres de las mujeres.
De una donación de sangre normal se obtienen 270 mililitros de plasma, mientras que con la extracción selectiva se alcanzan los 600. Aun así estamos lejos de conseguir el objetivo marcado por Europa de 20 litros de plasma por cada mil habitantes frente a los 8,6 litros en España. Ello obliga a nuestro país, y al resto de estados europeos deficitarios, a comprar plasma en forma de medicamento a EE UU.
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