La lana de oveja latxa: ni viable ni rentable
La búsqueda de vías para su revalorización confirman que «no sirve para el mundo textil» y que, para otros usos, exigiría «tratamientos muy costosos»
Las ovejas latxas generan cada año 700 toneladas de lana en Euskadi. La gestión de ese subproducto supone un quebradero de cabeza para los ganaderos, ... que lejos de tener ingresos con su venta, se enfrentan a importantes gastos y a las dificultades de encontrar tanto quien esquile a los animales como quien se lleve el vellón. Los proyectos puestos en marcha para lograr una segunda vida a esta fibra natural no parece que hayan conseguido dar con la clave para su revalorización. Así lo reconoce el Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno vasco, que destaca como «principales conclusiones» de los proyectos pilotos de recuperación de este material que «no sirve para el mundo textil» y que es apta como «aislante» y «relleno» pero con «tratamientos muy costosos».
El contexto es el siguiente: hace décadas, en los caseríos, este material nutría colchones, mantas y otras prendas de abrigo; ofrecía un servicio y también permitía ganar un dinero con el tratamiento y venta a otros vecinos. Después encontró un nicho de mercado en China, India, Rusia y Marruecos. Sin embargo, los tejidos sintéticos, y las lanas de otras razas consideradas de mejor calidad, se han comido el mercado y las fibras procedentes de la latxa (basta en euskera) han ido perdiendo relevancia.
Los tejidos sintéticos y las lanas de otras razas de mejor calidad se han comido el mercado
Así llegamos a la época reciente, en la que se fueron acumulando toneladas y toneladas en los caseríos. En los últimos cinco años, en los que las diputaciones han programado campañas de recogida ante la acumulación que había en algunas explotaciones, Neiker, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, ha tomado parte en tres proyectos para valorizar el vellón. Y son esos los que han puesto sobre la mesa que la solución mágica no existe.
En una respuesta a una solicitud de información de la parlamentaria de EH Bildu Itxaso Etxebarria, la consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Amaia Barredo, detalla los resultados de las iniciativas. «En todos los casos, se ha tratado de trabajar de la mano del sector, directamente y en cooperación con otros agentes de conocimiento para desarrollar prototipos y probarlos en vivo y directo», aclara la responsable del departamento, que ha destinado 145.455 euros a investigar en la transformación de este subproducto para que tenga más valor añadido.
El Gobierno vasco ha destinado 145.000 euros a la investigación para mejorar el producto
Generar plástico
El objetivo era analizar si las ideas eran viables técnicamente, económicamente y si existía alguien interesado en su desarrollo. Uno de los proyectos, Lanaland, se centraba en generar plástico, material textil y queratina, buscando un uso comercial y eliminando a la vez un problema ambiental y de gestión de este material. Latxari, por su parte, establecía varias explotaciones piloto en las que, entre otras cosas, se planteaba la obtención de un tejido adecuado para uso textil. En el caso de Kompila, se recicló el vellón mediante compostaje.
Barredo, en la información remitida al Parlamento vasco, expone que la lana de oveja latxa no es apta para el negocio textil porque «la base no es buena». Y, si bien puede utilizarse en otros productos como aislantes o rellenos, se requeriría de «tratamientos muy costosos de preparación y líneas de fabricación que a día de hoy no existen como tal».
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