La fachada del hospital Santa Lucía de Cartagena era del mismo material del edificio de Campanar de Valencia
Salud aseguró en 2024, tras el fuego que causó 10 muertos en Campanar, que la estructura y los materiales del hospital cumplían la normativa e insiste en que «el edificio se ajusta» a la ley; el CSIC desaconsejó en 2008 las chapas de aluminio rellenas de polietileno pero se pusieron en España hasta 2019
José Alberto González
Miércoles, 26 de noviembre 2025, 16:13
El incendio que arrasó este 26 de noviembre en Cartagena parte de la fachada principal del hospital Santa Lucía, inaugurado en 2011, tuvo un ... precedente hace diez años, cuando ardió parte de la zona posterior. El nuevo fuego llega, además, envuelto en la polémica sobre los materiales con que fue construida la fachada, porque cumplen la normativa pero su uso fue desaconsejado por los expertos en 2008. El revestimiento no ha sido sustituido por la Comunidad Autónoma a pesar del criterio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); del incendio de agosto de 2015; y del que fuego arrasó en febrero de 2004 un edificio de viviendas del barrio de Campanar, en Valencia, construido con el mismo tipo de material: chapas de aluminio rellenas de polietileno. Este suceso causó diez muertos y reactivó las peticiones de cambio de la fachada, reiteradas por la Asamblea Regional en febrero de este mismo año.
Este miércoles, la Consejería de Salud aseguró en un comunicado que el «edificio del hospital Santa Lucía, inaugurado en 2011, se ajusta a la normativa con los permisos y autorizaciones necesarias para su construcción». «En la última renovación de autorización sanitaria de mayo de 2025, el hospital Santa Lucía cumplía con las medidas de protección contra incendios y con los planes de evacuación», añadieron. No aclararon de qué materiales se trata, si bien un informe del CSIC señala que los paneles metálicos de la marca Larson y modelo PE, comercializados por la empresa burgalesa Alucoil, fueron instalados en al menos catorce edificios en España, tanto residenciales como de servicios y comerciales. Entre ellos figuran el Hospital Santa Lucía de Cartagena y el edificio de Campanar.
En 2008, el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja, del CSIC, desaconsejó el uso de estos elementos «no ignífugos»para fachadas ventiladas. Los paneles fueron instalados, sin embargo, en España hasta 2019.
El 10 de agosto de 2015, el fuego originado por el abandono de una o varias colillas encedidas en una sala de mantenimiento destrozó parte de una fachada de la zona posterior del centro sanitario público y obligó a desalojar con urgencia a una treintena de pacientes del área de Cardiología. Según la investigación de la Policía Nacional, una o varias personas utilizaron de forma indebida una espacio con conductos de aire acondicionado y las llamas se propagaron al exterior del inmueble.
Los daños y el riesgo para enfermos, familias y trabajadores llevaron al Servicio Murciano de Salud (SMS) a anunciar un refuerzo de los controles para hacer cumplir la normativa que prohíbe fumar en las instalaciones. El entonces alcalde de Cartagena, José López (de MC), denunció que los 27 pacientes evacuados por ese incendio en la cuarta planta del Santa Lucía no pudieron ser trasladados al Hospital Santa Maria del Rosell por la falta de servicios en este último edificio. Y advirtió del riesgo de que hubiera un nuevo incendio en la fachada del Santa Lucía, debido al tipo de material con que está construido. Desde el principio, los investigadores apuntaron a la reacción de una colilla mal apagada con el recubrimiento de caucho y poliespán de la fachada. Precisamente, ahora se investiga si el nuevo fuego en el hospital guarda relación con el consumo de tabaco en una fachada, una práctica habitual en este centro y en sus inmediaciones pese a la prohibición expresa, según han venido denunciando los usuarios.
Ya en febrero de 2024, el fuego que arrasó un bloque de viviendas y causó diez muertos en el barrio de Campanar, en la ciudad de Valencia, reactivó la polémica sobre la situación del Santa Lucía. La portavoz de Podemos en la Asamblea Regional, María Marín, exigió a la Consejería de Salud que cambiara el revestimiento de las fachadas del hospital, y argumentó: «Tras el incendio de Valencia, vinieron a la memoria de muchas personas [las imágenes del fuego de 2015]... Los daños en el interior fueron mínimos, pero el fuego se extendió rápidamente por la fachada del bloque I y solo la cercanía del parque de bomberos evitó una desgracia mayor».
Marín recordó que en 2015 «la Consejería de Sanidad, el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales y la Policía Nacional señalaron al material inflamable de la fachada y pidieron evaluar los riesgos». Sin embargo, según la parlamentaria, «no se ha hecho nada».
Fuentes de la Consejería de Salud, que dirigía ya entonces Juan José Pedreño, indicaron a LA VERDAD: «La estructura y los materiales de construcción del hospital responden a la normativa vigente» y «el proyecto de construcción está avalado por el Colegio de Arquitectos». Sin embargo, no aclararon si se evaluaron posibles cambios y qué materiales hay en los exteriores. Sí indicaron que el plan de autoprotección y emergencias «se adecua periódicamente» y que incluye simulacros y formación al personal para evacuaciones.
Chequeo a 500 inmuebles el año pasado
A través de la Dirección General de Patrimonio, el Gobierno regional de Fernando López Miras inició entonces una serie de chequeos de los edificios de la Comunidad Autónoma, a través de la Dirección General de Patrimonio. Y, según informaron en a LA VERDAD fuentes del Ejecutivo autonómico en abril del año pasado la primera fase de las inspecciones arrojó como conclusión que los 500 edificios de su propiedad «cumplen con la normativa», tanto en lo relativo a los materiales de construcción utilizados en las fachadas y otros elementos como a otras cuestiones relativas a la seguridad de bienes y personas.
En todo caso, la Dirección General de Patrimonio, de la Consejería de Hacienda (que dirige Luis Alberto Marín), comunicó a cada una de las consejerías del Gobierno regional que debían realizar «una serie de inspecciones, al margen de las periódicas que corresponden hacer por ley». El objetivo es «verificar que todo está correcto y, en caso de alguna deficiencia, corregirla», indicaron fuentes de la Consejería de Economía, Hacienda y Empresa, a preguntas de LA VERDAD.
Según informó la Comunidad, la segunda fase de estos chequeos incluiría la comprobación del estado de los sistemas contraincendios, los accesos, las vías de evacuación y los protocolos de evacuación. Así lo determinaron los técnicos de Patrimonio y los responsables de Seguridad de la Administración regional, quienes mantuvieron varias reuniones de coordinación a raíz de la preocupación desatada por el suceso de Valencia. Asimismo, la Consejería de Educación asumió encargarse de la revisión de 600 colegios e institutos de toda la Región de Murcia, cuya titularidad es municipal. Lo haría en virtud de sus competencias en materia de prevención de riesgo laborales en estas instalaciones, indicaron desde Hacienda.
En ese momento, la Consejería de Fomento, que dirigía José Manuel Pancorbo, de Vox, afirmó que «el Código Técnico de Edificación (CTE) -de 2006- no prohíbe ningún material, califica los materiales en función de su reacción al fuego y delimita el uso del poliuretano a materiales que no suponen un peligro». Y el Colegio Oficial de Arquitectos de la Región de Murcia llamó a la tranquilidad, si bien recomendó aumentar las revisiones voluntarias en edificios públicos y privados.
Moción en la Asamblea
Sin embargo, las incógnitas sobre el Santa Lucía persistieron. Y en febrero de 2025, Podemos sacó adelante en la Asamblea Regional, con el apoyo de PSOE y Vox y el voto en contra del Partido Popular, una moción en la que el parlamento instó al Gobierno regional a chequear las instalaciones del Santa Lucía. Este diario preguntó este miércoles a la Consejería de Salud si esa revisión se realizó y con qué resultados. Y dio la respuesta antes indicada.
Hace nueve meses, el entonces diputado Víctor Egío exigió a la Consejería de Salud aclarar sin los materiales empleados en la construcción de los exteriores son ignífugos y si, por lo tanto, el edificio es seguro en caso de incendio. Lo hizo coincidiendo con el aniversario del suceso de Valencia, y consiguió el apoyo a su iniciativa por parte del PSOE y de Vox.
Egío mostró su «preocupación por el hecho de que el hospital de referencia del área de Cartagena con 667 camas y 279.000 usuarios pueda estar expuesto a un gran riesgo si se produce un fuego». Y avisó: «Un gran incendio en el Santa Lucía podría ser peor incluso que el de Campanar al tratarse de pacientes con problemas de movilidad», a los que sería complicado trasladar en caso de emergencia.
María Marín: «Advertencias ignoradas»
Este 26 de noviembre, Podemos denunció que el nuevo incendio «no es un accidente, sino la consecuencia de años de advertencias ignoradas». En un comunicado, la diputada María Marín recordó que desde la formación de izquierdas «lleva tiempo alertando de que la fachada del hospital es inflamable y de que este material ponía en riesgo a pacientes, trabajadores y a toda la ciudadanía».
«Ya en febrero de 2024, tras el incendio de Campanar, en Valencia, Podemos solicitó la sustitución del material y la comparecencia del consejero. Un año después conseguimos sacar adelante una moción en la Asamblea para obligar al Gobierno regional a actuar. Sin embargo, durante todo este tiempo, el Gobierno regional y el consejero Pedreño han decidido mirar hacia otro lado», criticó Marín. Y agregó: «Hoy ha vuelto a arder lo que sabían perfectamente que podía arder, Y esto tiene un nombre: negligencia política».
Según Marín, «cuando un gobierno antepone el ahorro a la seguridad pública, está aceptando que un hospital entero quede expuesto a un incendio como el de esta mañana». Asimismo, la portavoz morada se alegró de que la evacuación «haya salido bien» y agradeció «el trabajo ejemplar del personal sanitario y del personal de extinción. Pero insitió en que «que podría haber sido una tragedia» y que «el daño está hecho».
Por eso, Podemos exige «una investigación inmediata, responsabilidades políticas y técnicas y la sustitución urgente de cualquier material inflamable». Para Marín, «cuando se abandona lo público, lo público arde. Y quienes pagan las consecuencias son siempre los mismos: los pacientes y quienes los cuidan. Esto no puede volver a pasar».
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