España recibe «la mayor ayuda internacional de su historia» para combatir los incendios
La UME advierte de la intensidad «nunca vista» del fuego, que continúa su avance por el oeste de la Península, se cobra su cuarta víctima y amenaza a más de 10.000 vecinos
La ministra de Defensa ilustraba ayer con claridad diáfana el infierno al que se enfrenta cada día el dispositivo de emergencias que combate el avance ... del fuego por toda España y que la noche del pasado domingo se cobraba ya su cuarta víctima mortal. Margarita Robles confesó lo que los jefes de la UME le han transmitido, que en los 20 años de historia de la unidad «no han visto una situación como la actual», con decenas de fuegos simultáneos e imposibles de apagar, por lo que se mostró convencida de que no se controlarán las llamas hasta que acabe del todo la ola de calor. Un deseo que podría hacerse realidad hoy si se confirma la predicción de Aemet de que la lluvia y la humedad harán, por fin, acto de presencia en el noroeste peninsular.
La avalancha de incendios que abrasa desde hace nueve días todo el oeste de España ha activado una alerta que llega más allá de nuestras fronteras. A través del Mecanismo Europeo de Protección Civil, que el Gobierno activó hace una semana, los países de la UE van materializar su solidaridad con «la mayor aportación de medios realizada hasta la fecha» para combatir el avance de las llamas que devasta la mitad oeste del país. Desde el miércoles pasado ya trabajan en la provincia de León dos aviones de extinción enviados por Italia, mientras que ayer estaba previsto que llegasen los dos helicópteros antiincendios que aporta Holanda y un centenar de bomberos forestales de Francia. Hoy se espera la llegada de un helicóptero de Eslovaquía y otro de Chequía, así como 66 bomberos forestales con 21 vehículos salidos de Alemania, que se completarán con la entrada de otros 30 bomberos finlandeses.
El grueso del refuerzo comenzará a trabajar en las zonas con más necesidad de Orense, León y Zamora y el resto, al menos un helicóptero y los bomberos forestales alemanes, acudirán a tratar de frenar el incendio cacereño de Jarilla, que avanza sin control alguno desde hace días. Además, el Gobierno, que también ha coordinado el envío de medios con autonomías menos afectadas como el País Vasco o Cataluña, logró ya la semana pasada que la UE aceptase redirigir los satélites de Copernicus a los incendios españoles más preocupantes, lo que ha proporcionado unas imágenes muy útiles para diseñar los planes de extinción y evacuación.
Picos de Europa, en lucha
En el noveno día de esta pesadilla, que ha obligado a más de 31.000 personas a abandonar a la carrera sus hogares, 23 grandes fuegos aún campaban a sus anchas por Galicia, Castilla y León, Extremadura y Asturias. La voracidad y extensión de las llamas es tal que ya no hay apenas dudas de que el actual será el verano con más bosques y montes quemados de las últimas tres décadas en nuestro país. La última víctima mortal es Ignacio Rumbao, un forestal de 57 años que volcó la noche del domingo con su camión autobomba y cayó rodando por la pronunciada pendiente de una pista del Bierzo, en el municipio de Espinoso de Compludo. Dieciocho carreteras estaban cortadas, el AVE Madrid-Galicia seguía con el servicio suspendido por sexto día consecutivo y, como única buena noticia, la Policía y la Guardia Civil habían puesto a disposición de los jueces de instrucción a 123 personas como presuntos autores de incendios forestales desde el 1 de junio.
El incendio leonés de Yeres, el que quemó las Médulas, sigue su avance nueve días después, con un perímetro de 120 kilómetros, En paralelo, las llamas devoran Orense, con seis fuegos enormes, que progresan unas 10.000 hectáreas por día, y que ya han quemado 60.000 en nueve jornadas. Ayer aún había unas 6.000 personas desalojados en León, Zamora, Salamanca, Palencia, Orense y Cáceres y los más de 7.000 vecinos de seis pueblos junto al zamorano lago de Sanabria estaban con las maletas hechas y encerrados en sus casas porque fueron avisados por las autoridades de que podrían tener que evacuar en cualquier momento por el peligroso avance de las llamas del incendio de Porto hacia esta comarca, lo que ya había obligado a desalojar dos camping, seis pequeños pueblos y varios chalés junto al pantano. De hecho, las autoridades animaron a todos a abandonar la zona de forma voluntaria y a buscar refugio para dormir en Benavente.
Entre los desalojados también estaban los 775 vecinos de once pueblos del Valle de Valdeón, en la vertiente leonesa del parque nacional de Picos de Europa, en un frente que pudo ser contenido gracias al trabajo de los jóvenes de este valle que se negaron a abandonar los pueblos y se quedaron a pelear con el fuego.
Además de los vecinos de Sanabria, había otros 9.500 confinados más por el humo y el fuego en Guardo (Palencia), Orense y Hervás (Cáceres). La localidad cacereña estaba cercada por el incendio de Jarilla, que sigue fuera de control, con 12.000 hectáreas calcinadas, y que se daba por hecho que penetraría ayer en zonas de Salamanca y Ávila. En Madrid, las llamas se cernían al cierre de esta edición sobre Colmenar Viejo, donde se desalojaron varias viviendas.
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