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Apple logró revolucionar la telefonía móvil con su primer iPhone en 2007. El uso de la pantalla táctil cambió para siempre la forma de interactuar con los terminales y, desde entonces, las principales empresas tecnológicas sueñan con protagonizar un momento similar. Al parecer, OpenAI podría estar muy cerca de lograrlo a tenor de las últimas declaraciones realizadas por su controvertido CEO, Sam Altman. En su caso, la compañía que puso patas arriba el sector gracias a ChatGPT planea dejar a los smartphones como un producto obsoleto. Ahí es nada.
Open AI está ya preparando dispositivos basados en la IA con los móviles en su punto de mira, según confirmó Altman en el medio asiático Nikkei. Incluso tendrían sus propios semiconductores, además de otros componentes de hardware. ¿Y cómo serán estos aparatos que sustituirán a los smartphones? Ahí, el CEO estadounidense prefirió no dar ninguna pista por lo que el lanzamiento de este nuevo nicho de mercado podría no ser inminente. De momento, los gigantes de la telefonía móvil como Apple o Samsung pueden respirar tranquilos.
Se podría pensar que las ultimas declaraciones de Altman son un brindis al sol si no fuera porque Jony Ive, el mítico diseñador de Apple que trabajó codo con codo con Steve Jobs, afirmó en 2024 estar trabajando con OpenAI para dar forma a un nuevo dispositivo a través de su empresa LoveFrom, creada tras su salida de la compañía de la manzana mordida. Y esas ya son palabras mayores.
En ese sentido, estos productos tecnológicos de OpenAI serían capaces, gracias al uso de los últimos modelos de Inteligencia Artificial, de identificar objetos y de interacturar con ellos. ¿Alguien ha dicho gafas inteligentes? Muchos sostienen que sería el siguiente paso natural a la hora de dejar atrás a los smartphones, ya que serían capaces de hacer lo que hacen los terminales de forma mucho más sencilla y eficiente, al mismo tiempo que harían posible la disminución de la dependencia por los teléfonos.
Aunque la propuesta de Altman puede resultar muy innovadora, otras empresas ya se han lanzado a la conquista de la era postmóvil. Eso sí, de momento, con sonados fracasos. El AI Pin de Humane, por ejemplo, era una especie de broche diseñado para realizar todo tipo de operaciones útiles y así facilitarnos la vida, como mandar correos electrónicos a viva voz, gracias a su avanzado asistente virtual. La realidad fue que se trataba de un dispositivo táctil con una cámara integrada a un precio excesivo y lleno de fallos. Lo mismo sucedió con el Rabbit R1 que, pese a contar con una pantalla de pequeñas proporciones, tampoco ha calado en el mercado al funcionar peor que cualquier móvil Android con Gemini integrado.
Precisamente, los nuevos móviles cargados de Inteligencia Artificial pueden ser los grandes responsables de que dispositivos como los que planea OpenAI permanezcan olvidados en el fondo de un cajón. Por ello, todo indica que, para tener éxito, su proyecto debería ser algo realmente revolucionario. Aunque teniendo en cuenta que detrás de él están pesos pesados de la industria como Altman e Ive, todo podría pasar. Y si no, sólo hay que recordar cómo Steve Jobs logró hacer lo mismo con los teléfonos móviles hace ya casi 20 años.
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