La Cumbre del Clima deja un sabor «agridulce» en el Gobierno vasco

«Me resisto a dar un mensaje negativo de Madrid porque solo se está hablando del carbono, dejando de lado muchísimas cosas positivas de la Cumbre y, para mí tremendamente importantes», subrayó. Entre ellas, el pacto para «poner en valor los océanos, que en realidad era el gran objetivo con el que se había denominado a este encuentro cuando se iba a celebrar en Chile». Una decisión que, detalló Moreno, incluye el compromiso de «preservar la biodiversidad de los ecosistemas y, sobre todo, trabajar para reducir la vulnerabilidad del litoral.

La responsable socialista también situó entre los grandes logros la incorporación de la perspectiva de género a la lucha contra el cambio climático. «Una apuesta por las mujeres y su papel en los países vulnerables, donde soportan un gran peso en el mantenimiento de sus familias y pueden convertirse también en un arma contra el cambio climático». En los próximos cinco años, los organismos internacionales potenciarán su capacitación.

Además, la viceconsejera remarcó que también sale reforzada de la cumbre la imagen de Euskadi y del Gobierno vasco. «La comunidad está muy bien posicionada, tiene un prestigio muy importante fuera de nuestras fronteras y se nos reclama para participar en foros para explicar nuestra realidad y experiencias», detalló. Y, a la hora de luchar contra el efecto invernadero, el Ejecutivo autonómico «ha hecho los deberes, nuestras acciones están bien enfocadas». Y aprovechó este argumento para restar trascendencia al fiasco de la reducción del carbono. «Incluso de haberse aprobado, tampoco iba a cambiar mucho el trabajo que tenemos que hacer», añadió.

Buena muestra de la relevancia internacional de Euskadi es que ha sido incluida dentro de la recién creada Alianza de Ambición Climática promovida por la ONU. La integran 73 países, 14 regiones, 298 ciudades, 786 empresas y 16 inversores que trabajan para convertirse en 2050 en sociedades neutras en carbono.

La Cumbre Mundial, además, ha dejado otro gran hito: el de la movilización social. «Hay un antes y un después de Madrid, se ha producido un punto de inflexión», aseguró Elena Moreno. Y no solo «por el fenómeno Greta Thunberg». Nunca antes, aseguró, se habían unido en estas citas asociaciones ecologistas, empresarias, sindicales... «de todo tipo». Y la participación en los actos programados también destacaron por su carácter multitudinario. «Más de 30.00 personas visitaron la zona verde, para el público, y 25.000 la azul, más reservada a las negociaciones».