El cerebro se entrena o por qué los taxistas de Londres tienen el hipocampo más desarrollado
Este órgano no es una máquina rígida sino que se adapta en función del uso que se le dé
Rochell De Oro Salgado
Martes, 22 de julio 2025, 16:39
Cada 22 de julio se celebra el Día Mundial del Cerebro, una fecha que promueve la Federación Mundial de Neurología para concienciar sobre la salud ... cerebral y la importancia de prevenir sus enfermedades. Es una jornada que invita a mirar con curiosidad el órgano más complejo del cuerpo humano. ¿Sabías que se puede entrenar, cambiar y fortalecer, igual que un músculo? La ciencia lo confirma.
Nuestra materia gris no es algo rígido que alcanza su punto máximo en la juventud y luego entra en un lento declive. Gracias a la neuroplasticidad, sabemos que es moldeable y adaptable, capaz de reorganizarse continuamente en función del uso que se le dé.
¿No se lo creen? Pues para muestra un caso clásico que personifican los taxistas de Londres. Para conseguir su licencia, deben memorizar las más de 25.000 calles de la ciudad y sus rutas posibles y eso implica años de entrenamiento intensivo. Un estudio realizado por Eleonor Maguire, doctora en Psicología por el University College of Dublin, reveló que al finalizar, los taxistas desarrollan un hipocampo más voluminoso que el de la población general.
Pero no se asusten, a nivel 'usuario', no hace falta memorizar mapas londinenses para mantener el cerebro en forma. De hecho, mover el cuerpo puede ser uno de los mejores ejercicios mentales. El ejercicio físico regular -como caminar, bailar o montar en bicicleta- no solo favorece la circulación sanguínea, sino que también estimula la generación de nuevas neuronas y mejora el estado de ánimo.
También podemos estimular la mente a través de pequeñas acciones cotidianas. Cambiar de ruta al trabajo, lavarse los dientes con la mano no dominante o aprender una receta nueva son actividades que obligan al cerebro a salirse de la rutina y crear nuevas conexiones neuronales. Esta «gimnasia cerebral», conocida como neurobic, es una forma sencilla de mantener el entramado cerebral sin necesidad de recurrir a aplicaciones de entrenamiento mental o ejercicios complejos.
El famoso «efecto Mozart»: ¿realidad o mito?
La música, por su parte, tiene un efecto casi mágico sobre el cerebro. Aunque el famoso «efecto Mozart» —la idea de que escuchar al compositor austriaco mejora la inteligencia— ha sido desmentido, lo cierto es que la música si activa múltiples áreas cerebrales, mejora la concentración y puede tener efectos positivos en el estado de ánimo y la memoria. Y si hablamos de tocar un instrumento, los beneficios se multiplican. Leer una partitura, coordinar movimientos y afinar el oído suponen un reto completo para el sistema nervioso.
Otra cosas que ayuda es dormir bien. Durante el sueño profundo, el cerebro activa un sistema llamado glinfático, una especie de servicio de limpieza nocturno que elimina desechos y toxinas acumuladas durante el día. Uno de estos residuos es la proteína beta-amiloide, cuyo almacenamiento se asocia con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
En definitiva, cuidar del cerebro es más fácil -y más cotidiano- de lo que parece. Comer bien, moverse, descansar, aprender cosas nuevas o simplemente atreverse a hacer las cosas de forma diferente son formas de mantener nuestra mente despierta, adaptable y resiliente.
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