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El sueño de muchos de conseguir un piso en San Sebastián parece posible si entras a las páginas de anuncios inmobiliarios. Por hasta menos de 1.000 euros el metro cuadrado aparecen dos recientes opciones de compra en la capital guipuzcoana. Sin embargo, a medida que se avanza en la descripción, la sorpresa por su precio aumenta pero por los riesgos que ocultan esas propiedades.
«Una superficie de 53 metros cuadrados y con distintas dependencias, ofreciendo todo lo que necesitas para una vida cómoda y moderna. Desde el momento en que cruces la puerta de entrada, te sentirás acogido por su ambiente cálido por solo 74.000 euros», reza el texto que acompaña una fotografía de la puerta de una propiedad en la calle Erroteta Beheko del barrio de Altza, en San Sebastián. Tampoco cobran comisión de intermediación. Aspectos que llaman la atención, aunque, precisamente, atravesar la entrada parece ser lo más complicado. El lugar está ocupado.
Aunque el espacio se vende como «piso», en realidad es un local comercial y tampoco se puede visitar. De hecho, los vendedores ya alertan de algo inusual en la primera línea: «Las fotografías del interior y las características del activo, pueden no ajustarse al estado actual». Precisamente, los terceros que han tomado posesión del bajo han sido un impedimento para las gestiones previas a su lanzamiento a la venta.
«La información proporcionada referente a la distribución y estructura puede no ajustarse a la realidad, ya que su verificación no ha sido posible», se excusan. Además no es apta para compradores que requieran financiación hipotecaria. Y el interesado será responsable de los trámites y gastos relacionados con la desocupación del inmueble.
La historia parece repetirse en otro loft ubicado en Martutene. Por 54.000 euros, se pueden conseguir 66 metros cuadrados a 5 kilómetros de San Sebastián, con dos habitaciones, salón, cocina y baño. El precio, sin duda, atractivo. Pero, el propio anuncio advierte de forma contundente: «sin cédula de habitabilidad ni opción a obtenerla. Tampoco se puede empadronar ya que está en una zona industrial».
Esta situación implica que este inmueble no puede ser habitado. La falta de este documento imposibilita la contratación de suministros básicos como agua y luz, además de impedir el registro en el censo local. En este caso, hay una advertencia final que indica la necesidad de extremar la precaución: «abstenerse curiosos». Lo que denota la conciencia del vendedor sobre la irregularidad de la oferta.
San Sebastián, conocida por su belleza y alto nivel de vida, ostenta también el título de ser la capital de provincia con el metro cuadrado más caro de España. En este contexto, la aparición de anuncios de viviendas a precios aparentemente bajos resulta, cuanto menos, sorprendente. Estos chollos, en comparación con el mercado local, existen aunque tiene serias advertencias que desaconsejan una compra impulsiva.
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