«Los ayuntamientos son quienes más pueden hacer para combatir la soledad»
Una de cada cinco personas se siente sola, sobre todo la gente mayor y los jóvenes. «Las redes no pueden sustituir las relaciones presenciales»
Matilde Fernández (Madrid, 1950), exministra de Asuntos Sociales, es presidenta del Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada. El organismo acaba de publicar un barómetro ... que indica que el 20% de la población se siente sola, un problema que se cifra en más de 14.000 millones de euros, el 1,17% del PIB. Fernández intervino ayer en un congreso sobre la soledad organizado por la Diputación, que también ha lanzado su estrategia «para una sociedad cohesionada».
- Los jóvenes de 16 a 29 años son los que más solos se sienten (un 25,5%). Puede chocar un poco.
- Hay más incomunicación de lo deseable porque se hace menos barrio, menos comunidad, hay menos conexiones...
- Menos conexiones presenciales, entiendo.
- La presencialidad es insustituible por las redes sociales. Un joven o una joven que dedique tres horas al día a comunicarse por la red y luego sale a la calle y se encuentra con personas siente muchísima menos soledad. En la juventud se ven perfectamente los fallos de nuestra sociedad.
- ¿A qué se refiere?
- La escuela tiene que ser más inclusiva. No puede marginar a niños, acosar y que no pase nada.
- Hablamos de bullying...
- Claro. El sentimiento de soledad aumenta de manera significativa durante la juventud cuando el niño ha tenido acoso. También hay diferencias cuando un joven repite curso o si su familia es de origen inmigrante. Y un niño de una familia que no llega fácilmente a fin de mes se aísla, se siente más solo, no tiene acceso a unos bienes materiales que los otros sí, por lo que le marginan... Y los profesores no llegan a todo.
- ¿Y qué hacemos en esos casos?
- Pues lanzar políticas contra la soledad que tengan ese denominador común de la inclusión, la atención a la diferencia. Somos uno de los países con mayor nivel de igualdad y respeto a la homosexualidad. Nunca pensaría que los jóvenes y las jóvenes que se reconocen homosexuales se reconozcan también con mayor soledad. Pues pasa.
- ¿Se puede estar rodeado de gente y aun así sentirse solo?
- Esa soledad es la peor. La hemos visto más en mayores. A veces pasa porque los han sacado de su medio y se han ido a vivir, digamos, con su nuera o sus nietos. O piense en la soledad en las residencias. Hay que poner a las personas en el centro.
- Muchas personas mayores pueden sentir incluso que estorban.
- Por eso se ha alcanzado un acuerdo entre el ministerio y las comunidades autónomas para humanizar las residencias. Una residencia en cualquier pueblo pequeño tiene las puertas abiertas, la gente sale, va al huerto... Y el que no está en la residencia dice 'pues voy a comer ahí y así luego juego al ajedrez o a las damas y me quedo un rato'. Ese tipo de comunidad hay que potenciarla.
«Hay personas mayores rodeadas de gente y que se sienten solas. Esa soledad es la peor»
- ¿Quién tiene que ocuparse del problema?
- En nuestras encuestas la ciudadanía lo tiene claro: tiene que haber un Estado-nación que cree el marco y estimule, incluso con apoyo económico, la respuesta. Pero la administración que va a resolver los problemas de conexiones es la local, la más cercana. Hay cosas que se hacen sin que lo sepamos.
«Un derecho, un deber»
- ¿Por ejemplo?
- La universidad de mayores se concibió para fomentar el aprendizaje a lo largo de la vida, pero está sirviendo para luchar contra la soledad. Los grupos de coro, de senderismo, las señoras que quedan a tomar café... Todo ayuda.
- ¿Qué papel debe jugar en esto la sociedad civil, la ciudadanía?
- Detrás de cada derecho hay un deber, una responsabilidad. Cuidar a las personas se tiene que hacer con el compromiso de todos. Hay un consenso muy alto en que el voluntariado solidario y especializado es utilísimo a la administración local.
«Este sentimiento aumenta durante la juventud si un niño ha sufrido acoso en el colegio»
- ¿Está relacionado el aumento en la sensación de soledad con los cambios culturales y demográficos de las últimas décadas?
- Sabemos que sentimos más soledad cuando hay un desequilibrio entre las expectativas y lo que percibimos. Las sociedades familiaristas y con connotaciones religiosas tienen una mayor aspiración a ser cuidados. Muchas mujeres han pasado toda su vida cuidando a sus hijos, a sus hermanos enfermos, a sus padres, a sus suegros... Y ahora que la familia es más pequeña, ¿quién las cuida a ellas?
- ¿Qué le diría a una persona que lea esta entrevista y se sienta identificada con esa soledad no deseada?
- Que se acerque a su ayuntamiento a preguntar a servicios sociales qué cosas le pueden ser útiles. Y que se ponga en contacto con organizaciones sociales que conozca (Cáritas, Cruz Roja...). Y también le diría que no permita sentirse sola porque a su alrededor hay muchas conexiones que le pueden dar respuesta.
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