Algas en las playas vizcaínas: la Diputación aclara que las de Muskiz no son las mismas que han invadido los arenales cántabros
Aseguran que es algo «totalmente normal y que no hay que alarmarse»
La rugulopteryx okamurae, el alga japonesa invasora que ha puesto en jaque a las playas de Noja, no ha llegado a Bizkaia. En los últimos días los bañistas han comprobado que una gran cantidad de algas se han acumulado en la orilla, complicando el baño, pero no son las mismas que se han encontrado en los arenales de Cantabria.
Desde la Diputación explican que «en todas las playas de Bizkaia hay algas, en unas más y en otras menos; Muskiz es en una de esas que suele haber más», detallan. La institución foral indica que este exceso de algas se debe a que, aunque «las playas se limpian de 7.00 a 11.00 de la mañana, desde bien pronto ya había gente y no se pudo terminar de limpiar». Así, insisten en que «hay mareas vivas y llegan más algas de lo habitual», pero es algo «totalmente normal y que no hay que alarmarse».
En el caso de las algas que han invadido la playa de Noja, y también a la vecina playa de Berria, en el municipio de Santoña, la investigadora del Instituto Español de Oceanografía y experta en corrientes marinas, Raquel Somavilla, señala que la villa tiene en sus arenales un gran número de piedras y rocas que forman una barrera natural llamada «zona de retención», que puede explicar cómo las algas, una vez llegan a la costa, se mantienen ahí. «Ahí hay muchas poblaciones locales adaptadas a los diversos niveles de luz, gracias al número de rocas». Estas poblaciones pueden verse realmente afectadas con la reciente llegada de la rugulopteryx okamurae.