Referente de la UGTy del socialismo

Nicolás Redondo representa a toda una generación de vascos: fue niño de la guerra, estuvo desterrado y jugó un papel relevante en la oposición al franquismo en Euskadi. Hay que recordar que en su lucha por la justicia social fue detenido y procesado por la dictadura franquista en numerosas ocasiones por sus actividades políticas y sindicales.

También tuvo un papel más que sobresaliente en lo que fue el nuevo socialismo, encarnado después por Felipe González, cuando Nicolás Redondo, en el histórico congreso de Suresnes, decidió dar un paso atrás en el partido para liderar el sindicato. Con el tiempo y con el PSOE gobernando, abandonaría su escaño en el Congreso por no validar las políticas del Gobierno, convocando la huelga del 14-D y convirtiéndose en un firme defensor de la autonomía sindical.

Fue una figura imprescindible del sindicalismo en España, tanto en la dictadura franquista como en democracia, y un referente no sólo para el sindicato, sino también en la defensa de los valores democráticos y de la libertad en Euskadi.

Baracaldés, afiliado a UGT y al PSOE en 1945, trabajador de La Naval, dirigió el sindicato desde 1971 y hasta hoy en día ha permanecido al tanto de todas las novedades tanto de Euskadi (leía EL CORREO todos los días) como del sindicato, a través de una relación fluida y cercana que hemos mantenido siempre, hasta el último momento.

Fue una persona clave en la defensa de los derechos de los trabajadores durante la Transición, junto con Marcelino Camacho, pero Nicolás Redondo fue el único en llegar a un acuerdo, que firmó en solitario, con la UCD, en 1980, sobre el Estatuto de los Trabajadores, que a pesar de todas las críticas de otros sindicatos ha sido y sigue siendo la columna vertebral de los derechos de los trabajadores y trabajadoras.

Nicolás Redondo pasó su vida luchando y negociando acuerdos para mejorar la vida de los trabajadores, en defensa de sus valores. Para él siempre ha sido fundamental construir una sociedad, en democracia, contando con los trabajadores. Ese es su mensaje y su legado.

Somos muchos los que hoy despedimos a nuestro padre sindical, un luchador eterno al que debemos muchos derechos laborales actuales. Nuestra más sincera gratitud por su trabajo, compromiso e inmensa dedicación al sindicalismo y a la defensa de los derechos de los trabajadoras y trabajadores de nuestro país. Su memoria nos impulsa a continuar con su lucha.