Pradales condiciona su presencia en la Conferencia de Presidentes a debatir sobre energía

Con la siguiente cita prevista para el próximo viernes 6 de junio en el Palacio Pedralbes de Barcelona, pocas dudas hay de que Imanol Pradales acabará acudiendo. Sin embargo, en los días previos tanto él como su equipo se resisten a confirmarlo y lo condicionan a que en la reunión con el presidente del Gobierno y el resto de mandatarios autonómicos «se aborden temas interesantes para Euskadi». El Ejecutivo central propuso cuestiones como la vivienda y la formación profesional y universitaria, pero este miércoles se celebrará una comisión preparatoria en la que los territorios podrán plentear más asuntos.

Según ha revelado este lunes la portavoz, Maria Ubarretxena, el Gobierno vasco tratará de introducir en el orden del día un debate sobre la energía. Es una cuestión que ha ido ganando peso en la agenda política nacional en las últimas semanas, máxime desde el histórico apagón del pasado 28 de abril que dejó en evidencia la fragilidad del sistema y que ha abierto una discusión en profundidad sobre las fuentes renovables y las centrales nucleares. Pero incluso antes ya era una de las carpetas en las que más venían incidiendo tanto Lakua como el PNV, preocupados por las limitaciones que la falta de potencia eléctrica causa a la industria vasca.

«Queremos hablar de descarbonización y de la necesidad de energía que tiene nuestra industria para hacer de frente a los retos de futuro y a los retos que tenemos como país», ha expresado Ubarretxena, que reclamaba «inversión en las redes de distribución». Una demanda que también ha lanzado en las últimas semanas el propio Pradales, quien alertaba en el Foro Agenda Atlántica de EL CORREO y 'La Voz de Galicia' de las consecuencias económicas de la falta de interconexiones eléctricas. Hay proyectos en marcha, en todo caso, como el del cable submarino que conectará Gatika con Cubnezais (Francia), al norte de Burdeos.

Al margen de lo que se acabe hablando en la Conferencia de Presidentes, en donde deposita realmente sus expectativas el Gobierno vasco es en la Comisión Bilateral de Cooperación Permanente presidida por Sánchez y Pradales que deberá celebrarse entre junio y julio. Es el órgano que el PNV arrancó al PSOE a cambio de sus votos para la investidura, que se reunió por primera vez el pasado noviembre y en el que se aborda principalmente la cuestión de las transferencias pendientes. La próxima reunión se celebrará a seis meses de que termine el plazo comprometido para completar el proceso y aún quedan más de una veintena de materias.

La principal, y la que más obstáculos plantea, es la relativa a la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. A este respecto, Ubarretxena ha avanzado este lunes que el Ejecutivo autonómico trabaja para que las primeras transferencias en este campo se puedan sustanciar antes de verano, en esa comisión bilateral. Al mismo tiempo, los gobiernos vasco y central todavía tienen que desatascar la cuantificación económica del traspaso de los permisos de trabajo para extranjeros. Se trata de un compromiso que ya se firmó, pero en el que ambos se deben poner de acuerdo acerca de su impacto económico.