«Navarra no puede vivir de espaldas al País Vasco»

- ¿Tuvo claro desde el 26-M que trataría de convertirse en presidenta de Navarra a pesar de que el PSN obtuvo once parlamentarios, nueve menos que Navarra Suma?

- Lo teníamos claro porque habíamos dicho en campaña que queríamos un Gobierno progresista para Navarra. En la noche electoral yo estaba contenta porque habíamos pasado de siete a once parlamentarios, pero también veía los 23 (once del PSN, nueve de Geroa Bai, dos de Podemos y uno de Ezkerra) y era consciente de la dificultad. Pero no tuve dudas sobre lo que quería hacer.

- Pero las cuentas no cuadraban. Estaba usted obligada a gobernar en minoría y buscar el apoyo puntual de dos formaciones en las antípodas entre ellas, como Navarra Suma y EH Bildu.

- Cuando nos sentamos a hablar de los resultados y de cómo lo íbamos a afrontar dijimos 'ostras, esto es muy difícil'. Pero también dijimos '¿y por ser difícil no lo vamos a intentar?'. Claro que nos dimos cuenta que la suma daba 23, y que íbamos a necesitar la mayoría absoluta para algunas cosas, sobre todo para leyes importantes, y que eso nos iba a obligar a hacer un esfuerzo para llegar a acuerdos, pero... Ahora estamos en plena elaboración de los Presupuestos. Veremos qué voluntad hay en las fuerzas de la oposición. Es verdad que a Navarra Suma no se le ve mucha.

- Usted sostiene que no se negoció ni una sola vez con Bildu para garantizarse la investidura. A algunos les cuesta creerlo.

- Pues es cierto. Teníamos muy claro cuáles iban a ser las prioridades políticas y el acuerdo de gobierno es impecable: rechazo a la violencia de ETA, apuesta por políticas progresistas, la convivencia como eje fundamental, respeto al marco constitucional... Y yo dije 'si luego Bildu dice que no, pues ya está, que diga que no', pero tuvimos muy claro qué políticas queríamos reflejar en el programa. Y no lo hicimos mirando quién lo iba o no a apoyar. Bildu tomó sus propias decisiones, nosotros no hicimos ningún acuerdo sobre quién lo respaldaría o no. Yo esto no lo he hablado con Bildu, pero quizás fuimos el mal menor.

- Se lo pregunto de otra manera. Sería extraño que usted hubiera dado el paso sin tener la investidura asegurada. Y en este contexto el papel de Bildu era determinante.

- La pregunta de mis compañeros del comité federal fue esa. Ellos han sabido en todo momento lo del programa, el acuerdo... Cuando ya estaba todo cerrado, me preguntaron '¿bueno, y ahora Bildu qué va a hacer?'. Y les dije 'pues no lo sé'. '¿Y entonces?'. 'Yo me he comprometido a esto, si luego no sale no es porque yo no lo haya intentado'. Pero tenía muy claro que ni con Navarra Suma ni con Bildu. Fui a la investidura sin tener asegurados los votos de Bildu, pero cumplí con mi palabra. Podía no haber salido.

- ¿Y si no llega a salir?

- Hubiera tenido la conciencia tranquila. Luego en el día a día con Bildu hay muchas cosas en las que coincidimos. Todo lo que tiene que ver con la igualdad, la violencia de género, con propuestas sanitarias, con propuestas de derechos sociales... También hay muchas otras en las que no...

- ... como en el rechazo de la violencia de ETA.

- Y en el marco de desarrollo económico y de infraestructuras tampoco hay acuerdos con ellos. Ahí discrepamos mucho. Pues lo que le ocurre al PNV con Bildu. Yo no he hablado de su posicionamiento político con ellos, pero también lo hicieron (abstenerse) en la investidura de Pedro Sánchez. A lo mejor entendían que es menos malo un Gobierno progresista que entiende España de una manera que un Gobierno de derechas recentralizador. El PP lo que ve es que España es Madrid, y España no es Madrid, España es también Navarra, Cataluña y el País Vasco. No entendemos España desde un punto de vista de la uniformidad y eso también influyó.

- Bildu ha asegurado que se abstuvo para hacerla a usted presidenta y frenar así a la derecha, pero que no era un cheque en blanco. ¿Pedirá contraprestaciones?

- Es cierto que ellos han tenido la llave de que se inicie la legislatura, han facilitado que comience a funcionar. Y luego en el día a día habrá que buscar acuerdos con los grupos de la oposición en general.

- El PSN sostiene que no habló con Bildu para la investidura, pero no tendrá más remedio que hacerlo si el Gobierno quiere sacar adelante los Presupuestos.

- Hablaremos con la oposición en general. Yo tengo que intentar sacar los Presupuestos sí o también. Negociaremos con quien quiera hacerlo.

- Navarra Suma se lo va poner muy complicado.

- Pues que lo digan. Esto es un poco como el discurso de Rivera con la 'banda de Sánchez'. No, es que este Gobierno depende de los nacionalistas. Hombre, es que si tú me niegas el pan y la sal mi responsabilidad es sacarlo. Si no es posible contigo tendrá que ser posible con alguien porque yo los Presupuestos los tengo que sacar.

- El lehendakari ha pedido a la izquierda abertzale que diga que matar estuvo mal, pero sus dirigentes son incapaces de hacerlo. ¿EH Bildu dará alguna vez ese paso?

- Debiera, están tardando en hacerlo. Esperábamos más avances, la sociedad en su conjunto esperaba más avances de la izquierda abertzale hacia la convivencia. Siempre se queda en la tapia, en el 'esto no va conmigo'. Es que estuvo mal, en algún momento lo tendrán que reconocer. A lo mejor tienen lastres internos que les impiden dar pasos. Yo le pido que los den, que condenen la violencia de ETA. Eso facilitaría la normalización democrática.

- No se había hablado nunca tanto de Navarra. Incluso llegó a ser moneda de cambio en las negociaciones para investir a Sánchez.

- Lo he llevado fatal. Es como si no nos consideraran maduros democráticamente para tomar nuestras propias decisiones. Se buscan pretextos. Cuando no es Navarra es el 155... Lo que pasa es que la derecha no quiere que gobernemos nosotros. Se utiliza Navarra como excusa.

- ¿Siempre tuvo el beneplácito del PSOE o fue un verso suelto que Ferraz tuvo que rimar?

- Reconozco que hubo cierto miedo...

- ¿Miedo por qué?

- Por el ruido mediático. Nosotros les transmitimos confianza y seguridad, les aseguramos que éste era el mejor Gobierno para la convivencia en Navarra. Conforme íbamos avanzando la gente se fue sintiendo más cómoda. Confían en nosotros y saben que yo de radical no tengo nada. Hubo mucho ruido y sinceramente creo que se traspasaron todos los límites en lo personal.

- El debate de su investidura transmitió la imagen de una Navarra partida en dos.

- La derecha se está dedicando a alimentar el odio y la confrontación, está generando un monstruo complicado de manejar. Nosotros no vamos a echar más leña al fuego. Aquí hay una estabilidad institucional incuestionable. Uno: yo he estado toda la vida con las víctimas y lo voy a seguir estando. Dos: yo he presidido el Día de la Policía. Tres: también estuve en los actos del 12 de octubre.

- Su situación ahora mismo no es muy envidiable. Gobierno en minoría y necesidad de buscar el respaldo o de Navarra Suma, de la que les separa un abismo, o de Bildu, con el desgaste que ello supone.

- No digo que sea fácil, pero lo tenemos que hacer. Intento ser práctica. Sé que este camino es complicado, pero es el que tengo que andar.

- Da la sensación de que usted se mueve en el alambre, de que sus decisiones están muy estudiadas para no herir sensibilidades ni en su Gabinete ni en la oposición.

- Si quieres un Gobierno en la centralidad hay que medir bien las cosas. ¿Equilibrios? Cuando tienes un Gobierno de coalición pues es así.

- ¿Cuál es su relación con Iñigo Urkullu? ¿Ha hablado con él desde la investidura?

- No he hablado con el lehendakari pero tenemos unas cuantas cosas pendientes. Y desde luego la normalidad en la relación con Euskadi va estar sí o también. Lo primero por convicción. De hecho, el otro día la consejera de Hacienda de Navarra estuvo con los de Euskadi para ver qué cosas hay, si podemos coger alguna idea, si podemos trabajar en algo juntos... La relación con una comunidad con la que nos unen lazos históricos y culturales será estrecha.

- El lehendakari asistió a su investidura.

- Fue el único (presidente comunitario) que vino al pleno. Nos invitaron recientemente al congreso mundial de la diáspora de Bilbao y no pude ir porque tuve comité federal (del PSOE) en Madrid. En cualquier caso, vamos a tener buenas relaciones con Euskadi y también me gustaría tenerlas con otras comunidades vecinas con las que no se ha trabajado mucho la legislatura pasada, como La Rioja y Aragón, con la que nos unen muchísimas cosas.

- Los socialistas navarros comparten ahora Gobierno de coalición con Geroa Bai, que apuesta por la anexión con Euskadi.

- En el acuerdo de gobierno hay un punto sobre el autogobierno y la vía para su profundización. Otra cosa es que como partidos políticos alguno apueste por la anexión a Euskadi y otros no. Pero no va a ser el trabajo que este Gobierno va a desarrollar porque el marco constitucional está perfectamente acordado.

- ¿Tiene intención de visitar oficialmente Euskadi?

- Sí, sí, sí, sí. Hombre, no lo tengo todavía en la agenda, pero lo mismo que ellos vengan aquí. Me encantará que venga aquí el lehendakari, propiciaremos que venga como también yo iré. No podemos vivir de espaldas al País Vasco. Nos unen muchas cosas. Además, son los mismos partidos políticos los que están gobernando allí (en Euskadi), aunque en diferente orden.