Navarra, el epicentro de la corrupción socialista
Escándalo ·
La trama descubierta por la UCO alrededor de Santos Cerdán guarda similitudes con la que estalló en los noventa y que se llevó por delante al PSNComo si se tratara de una maldición bíblica, Navarra vuelve a ser el epicentro de un terremoto que amenaza con arrasar los cimientos del PSOE. ... No es nuevo. Ya pasó en los noventa con nombres como Gabriel Urralburu, Javier Otano y Luis Roldán, y parece que nada ha cambiado. La dinámica es la misma: constructoras que pagan mordidas a cargos públicos a cambio de adjudicaciones de obras. Aquello llevó al colapso al PSN, que tardó treinta años en recuperar el poder. Pero el efecto fue mucho mayor. Las cloacas abiertas en la comunidad foral acabaron por anegar toda la estructura del PSOE, facilitando la caída de Felipe González y la llegada del PP a La Moncloa. Tres décadas después, los socialistas se asoman a un abismo similar.
El escándalo de los noventa formó parte de lo que se llamó la «trama navarra del 'caso Roldán'», parte de la estructura que había montado el que fuera director de la Guardia Civil para enriquecerse de forma ilícita. Roldán fue delegado del Gobierno en Navarra entre 1982 y 1986. Ahí intimó con Urralburu, presidente de la comunidad. En un momento en el que ETA golpeaba con fuerza, ambos se convirtieron en referentes del PSOE. Pero tras el discurso de la resistencia frente al terrorismo, las dos figuras del socialismo navarro hacían negocios.
A cambio de sustanciosas comisiones ilegales de las que también se beneficiaba el consejero de Obras Públicas, Antonio Aragón, repartían adjudicaciones públicas a empresas que, una vez destapado el escándalo, reconocieron sin ningún tipo de reparo haber pagado en 'b' a los protagonistas de la trama para hacer carreteras, vías e incluso las reformas de las casas cuartel de la Guardia Civil. Según un informe remitido a la Justicia, Urralburu se habría llevado cerca de 100 millones de pesetas, unos 600.000 euros, una cifra que equivaldría a 1,2 millones en la actualidad. El dirigente navarro fue condenado en un primer momento a once años de prisión, aunque el Tribunal Supremo terminó imponiéndole cuatro años.
Como en toda trama corrupta, faltaba el «hombre de empresa». Ese papel lo ocupó Jorge Esparza, delegado comercial en la zona de Huarte, una constructora que se llevó buena parte de la tajada. Acabó como testaferro de Roldán montando sociedades pantalla. La sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Navarra en 1998 señalaba que a las empresas se les exigía un 5%, aunque el porcentaje podía variar.
El escándalo se llevó por delante al PSN. Porque hubo una puntilla. Antes de que el caso llegase a juicio, pero cuando ya todo estaba sobre la mesa, los socialistas navarros estuvieron a punto de salvarse del naufragio. En las elecciones de 1995 se presentó como cabeza de lista Javier Otano. Perdió ocho escaños respecto a la anterior convocatoria, pero acabó siendo investido presidente gracias a un pacto con la CDN de Juan Cruz Alli y EA. Llegó al cargo en julio y para junio de 1996 se vio obligado a presentar la dimisión tras descubrirse en Suiza una cuenta a su nombre.
El futuro de Chivite
A partir de ahí el PSN se adentró en el desierto. Y no fue una travesía fácil. Guerras cainitas, conflictos con Ferraz, congresos incendiarios y liderazgos cuestionados dejaron a los socialistas navarros al borde del KO. Hasta que llegó María Chivite. Accedió a la Secretaría General en 2014. En esta década ha logrado cohesionar el partido y recuperar la presidencia de la comunidad para su partido. Y todo ese recorrido lo ha hecho de la mano de Santos Cerdán. Cuando Chivite compareció entre lágrimas la semana pasada tras estallar el escándalo, no dudó en calificarlo como «mi amigo y con el que he compartido mi carrera política». Y es esa relación la que, precisamente, enturbia el futuro de la líder del PSN.

El golpe, como reconocen la mayoría de los socialistas, es profundo porque treinta años después de que estallase el 'caso Roldán', y como si fuese un espejo en el que todo se refleja, la historia se repite. Un alto cargo navarro por el que todo el mundo ponía la mano en el fuego, un político con presencia en las altas esferas del Gobierno, empresarios que se mueven en la sombra y un «chico para todo» que al sentirse menospreciado y, ante el temor de ser el eslabón más débil de la cadena, empieza a grabarlo todo y genera un tsunami de efectos devastadores.
Porque el 'caso Cerdán' es casi una réplica exacta de los chanchullos impulsados por Roldán. Y como sucedió entonces, no es algo que surja de la nada, sino que va creciendo poco a poco en un terreno fértil. Según el informe remitido por la Unidad Central Operativa (UCO) al Tribunal Supremo, la relación ente Koldo García y Cerdán empieza en 2013. Ni tan siquiera gobernaba el PSOE. En Madrid estaba Mariano Rajoy; y en Navarra, Yolanda Barcina, de UPN.
Pero Cerdán comenzaba a ganar poder. Aunque durante años se había limitado a ser concejal de su pueblo, Milagro, para entonces ya se había convertido en secretario de Organización del PSN. Y desde ese puesto lo controlaba todo. Tanto en lo orgánico, como en las relaciones con otros partidos y en la toma de decisiones. Todo pasaba por él.
Koldo García era un militante de base con un historial complejo: exportero de puticlub, detenido en un par de ocasiones por agresión... Era concejal en Huarte y entre ambos se empezó a fraguar una relación. La UCO destaca los «numerosos mensajes intercambiados entre ambos en los que se aprecia una vinculación subordinado-jefe. En este sentido, Santos le trasladaba diferentes cometidos a Koldo, algunos de ellos demostrando una fuerte confianza depositada por el primero en el segundo».
2015 es un año clave. El 26 de junio, el que luego acabó convertido en el asesor de José Luis Ábalos constituye la sociedad cooperativa Noran con un empresario semidesconocido nacido en Elgoibar, pero que lleva residiendo en Elorrio más de dos décadas: Antxon Alonso, al que llaman «el Guipuchi». Tres meses después, esta misma persona crea otra firma, Servinabar, de la que ahora se ha sabido que Cerdán tenía el 45%. Apenas tienen músculo pero para finales de ese año ya habían firmado una UTE con Acciona y se le había adjudicado un proyecto para una mina en Sangüesa.
«Todo es mentira»
¿Cómo pudo dar ese salto de forma tan rápida? Ahí aparece otra pieza clave en esta historia: Fernando Merino, alto cargo de Acciona en Navarra y La Rioja. Tras hacerse público el informe de la UCO, la constructora se apresuró a recalcar que había sido despedido en 2021, aunque no aclaro por qué. Su relación con Cerdán era estrecha. Los contratos a Servinabar y Noran se empezaron a multiplicar en Navarra -se calcula que la cuantía supera los 100 millones- y el cielo se abrió para la trama cuando Sánchez llegó a la Moncloa en 2018.
Cerdán colocó a Koldo como asesor de Ábalos en Transportes. El negocio se extendió, y con él un fango que amenaza con hundir al PSOE. El miércoles presentó su dimisión Ramón Alzórriz, 'número dos' de Chivite tras reconocer que su pareja trabajó en Servinabar. La mancha se extiende. La líder del PSN, lo mismo que Sánchez, trata de aguantar en pie mientras dura un terremoto que nadie sabe cuándo parará. La UCO entró el viernes en Ferraz y mañana declaran ante el Supremo Ábalos y Koldo, los dos con múltiples archivos cuyo contenido se desconoce. Y la semana que viene le toca a Cerdán, quien insiste en que las grabaciones están manipuladas, que todo es mentira... El mismo argumento de Urralburu y Roldán.


Algunos personajes clave
La trama actual guarda similitudes con la que estalló en los años noventa y que arrasó el PSN
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Santos Cerdán
La pieza clave
El exsecretario de Organización del PSOE es, según la UCO, la pieza clave de toda la trama de adjudicaciones irregulares.
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Koldo García
El 'chico para todo'
Su relación con Cerdán, según la Guardia Civil, se remonta al menos a 2013. Era concejal en Huarte.
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Ramón Alzórriz
El golpe político
De la máxima confianza de Cerdán y ex 'número dos' de Chivite. Ha dimitido porque su pareja trabajó en una empresa bajo sospecha.
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Gabriel Urralburu
Símbolo caído
Expresidente navarro en los noventa, acabó siendo condenado por el Supremo dentro de la «trama navarra» del 'caso Roldán'.
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Javier Otano
La puntilla final
Sucedió a Urralburu. Estuvo menos de un año en el cargo porque se descubrió que tenía una cuenta en Suiza.
Las sociedades, los empresarios y los proyectos
Los empresarios
Antxon Alonso: Nacido en Elgoibar, pero residente en Elorrio desde hace dos décadas. A lo largo de su trayectoria ha montado varias firmas. La que ahora está bajo el foco es Servinabar.
Fernando Merino: Alto cargo de Acciona en La Rioja y Navarra. La Guardia Civil le considera una pieza clave en la obtención de contratos públicos para las sociedades constituidas por los miembros de la trama corrupta.
Las empresas
Noran Cooperativa: Sociedad formada en junio de 2015 por Koldo García y Antxon Alonso.
Servinabar: Solo tres meses después de ponerse en marcha Noran, Alonso crea otra compañía: Servinabar. En el registro que realizó de su domicilio en Elorrio, la UCO encontró un documento en el que se constataría que el 45% de la sociedad estaba en manos de Cerdán.
Acciona: Forma varias UTE con Servinabar para poder hacerse con obras.
Los proyectos
Mina Muga: Apenas tres meses después de ponerse en marcha, Servinabar, en una UTE con Acciona y en colaboración con una minera australiana, se hace con el proyecto para poner una mina de potasa en la frontera con Aragón.
Túnel de Belate: Servinabar se hizo con él en una UTE en la que también estaba Acciona. El tajo tenía un valor de 76 millones. Las obras han estado siempre bajo sospecha y denuncias de irregularidades.
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