«El marco quejica del PNV, más que irritación y enfado, lo que me produce es pereza y hastío»

- ¿Ya no es tan urgente reformar la elección del Tribunal Constitucional para rebajar mayorías?

- Que no sea urgente no quiere decir que no sea importante. Ante la reiterada y manifiesta deslealtad constitucional del PP, teníamos que tomar alguna medida para que se garantizara la renovación del Constitucional. Evidentemente el proceso ya está desbloqueado, pero esto no puede volver a ocurrir.

- ¿Se precipitó el Gobierno al tratar de colar el cambio como enmienda a una reforma del Código Penal sin nada que ver?

- El Gobierno ha hecho lo indecible por tratar de que se cumpliera el mandato constitucional, no ha dejado de tener iniciativa en ningún momento. Y aunque no fuera la forma más ortodoxa, hemos buscado todas las vías.

- ¿Esas vías poco ortodoxas no empañan un principio básico como la separación de poderes?

- De ninguna manera. La separación de poderes se pone en cuestión en el momento en que el PP alinea a los jueces conservadores con su propia estrategia. Y el mecanismo que se trató de utilizar en el Congreso se ha usado en democracia en múltiples ocasiones, incluso en algunas tan solemnes como la sucesión de la Corona. Veo mucha demagogia.

- ¿Reformar el Código Penal a medida de quienes se benefician de ello mejora la calidad democrática de España?

- Sí, en tanto en cuanto contribuye a la cohesión y a la convivencia entre los catalanes y el resto de españoles. Es evidente que son medidas arriesgadas, pero no hay duda de que producen mejoras evidentes en el día a día.

- ¿En qué mejora el día a día de un catalán el hecho de que se rebaje la pena a una persona que malversó dinero público?

- En la cohesión, en la vuelta al acuerdo y a los compromisos constitucionales. De todas formas, me parece una simplificación. Pareciera que todo lo que ha hecho Sánchez en Cataluña haya sido rebajar penas a delincuentes. Los partidos nacionalistas e independentistas, tanto los catalanes como los vascos, han abandonado determinada agenda rupturista y ahora se pelean por ver quién es el socio más fiel del Gobierno.

- Pues ERC les sigue pidiendo un referéndum de independencia. Es más, ahora lo exigen para volver a investir a Sánchez.

- Eso no va a poder ser. Sí existen mecanismos de consulta constitucionales que exigirían un acuerdo previo entre partidos para que luego pudieran ser refrendados. Puede haber consultas no disgregadoras ni dicotómicas, sino integradoras. Así se hizo con la Constitución y con los Estatutos de Autonomía.

- Hay miembros del Constitucional que se han abierto a «estudiar» la autodeterminación.

- El derecho de autodeterminación está recogido en la ONU para procesos de descolonización. No hay ningún Estado democrático que incluya en su Constitución el derecho unilateral de una parte a decidir la ruptura por su cuenta. Además, procesos como el Brexit o el referéndum de Escocia han demostrado que dividen a la sociedad, que generan enormes quiebras sociales y también penurias económicas.

- Indultos, malversación, sedición... ¿Por qué habría que creer ahora a Sánchez cuando dice que no habrá referéndum?

- Quien conozca a Sánchez sabrá que en su voluntad política primigenia estaba resolver el problema de Cataluña. Que las medidas adoptadas no estuvieran en el programa de gobierno no quiere decir que no formen parte de la agenda del reencuentro que prometió.

- ¿Medidas como los descuentos en el transporte y la bajada del IVA pueden neutralizar la posible factura electoral?

- Siento que cada vez que el Gobierno adopta medidas se buscan razones ocultas. Cuando no es electoralista, es un pago a chantajes de terceros... Se está respondiendo con eficacia y empatía a los problemas con políticas integradoras para las personas y para los territorios.

- El Gobierno vasco denuncia que el Estado «no está cumpliendo con lo pactado» sobre el desarrollo del Estatuto.

- El marco quejica al que recurre por sistema el PNV, más que irritación y enfado, lo que me produce es pereza y hastío. Es lo que tiene sobreactuar. Yo prefiero quedarme con el discurso de fin de año del lehendakari, en el que ni nombró esta cuestión.

- Pero es que han pasado ya 43 años. Y hay un calendario de transferencias enviado por Moncloa que sufre grandes retrasos.

- Ha sufrido muchos retrasos, seguramente porque era un calendario excesivamente optimista. Hay que recordar que es un cronograma de negociaciones, no de acuerdos. Estamos viendo los problemas que ha generado la transferencia de Prisiones y eso denota que, más allá del voluntarismo, muchas veces los traspasos esconden una complejidad mayor de la que uno pudiera pensar.

- ¿El Gobierno vasco no estaba preparado para asumir la competencia de Prisiones?

- Yo soy partidario de la transferencia porque estaba recogida en el Estatuto y ya era hora de hacerla. Pero es cierto que uno debe saber que cuando asume una competencia lo hace con todas las de la ley, a todos los niveles y con todas las consecuencias. Y para eso también hay que estar preparado.

- ¿Las convocatorias electorales de 2023 pueden retrasar aún más el proceso de traspasos?

- No lo creo en absoluto. En los próximos meses vamos a ver avances. De hecho, las ponencias previas a una Comisión Mixta de Transferencias se están produciendo ya. En el caso de Cercanías, existen elementos complejos que aconsejan medir muy bien la letra pequeña, pero se está haciendo un enorme esfuerzo por cerrarla en las mejores condiciones posibles.

- ¿Es casualidad que la Ley del Cupo se actualizara en plena negociación de los Presupuestos del Estado con el PNV?

- La renovación del Cupo se debe producir de forma quinquenal, no veo razones ocultas. Dicho esto, evidentemente los socios del Gobierno aprovechan sus ventanas de oportunidad.

- ¿Y eso no da la imagen de que el autogobierno vasco está sujeto al mercadeo político de los partidos en Madrid?

- Esa imagen la provocará, en todo caso, quien asocia el papel del Gobierno vasco con el de un grupo parlamentario concreto del Congreso. Oiga, la Ley del Cupo tampoco se aprobaría sin los 120 escaños del PSOE, entre ellos los 4 que aporta el PSE-EE.

- El PP denuncia que Sánchez blanquea a EH Bildu para poder gobernar juntos en Euskadi. ¿Está más cerca que nunca ese pacto?

- El PP, sobre todo en Euskadi, no ve más que fantasmas por todos lados. Ese planteamiento no está en la mesa del PSE-EE en estos momentos, por mucho que nuestra política de alianzas se fundamente sobre todo en programas de corte progresista que favorezcan el bienestar y la convivencia. Las coaliciones en las que estamos inmersos ahora están alcanzando esos objetivos.

- Por tanto, ¿el PNV seguirá siendo el socio tras el 28-M?

- Primero hablarán los electores y luego lo tendrá que decidir la dirección del PSE-EE. Entiendo el morbo que suscita la política de alianzas, pero cuando lleguemos a ese río ya cruzaremos ese puente.

- ¿Considera que un condenado por corrupción como Alfredo de Miguel puede representar al Gobierno vasco?

- Creo que es algo que proyecta un mensaje de impunidad muy nocivo para la política.