El lehendakari, sobre los vascos en los campos nazis: «Hay que proteger la democracia que ellos defendieron»
El Gobierno vasco recuerda a las 253 víctimas de Euskadi y Navarra de las deportaciones en el 80 aniversario de la liberación
El lehendakari ha acudiido este sábado a Irún para rendir homenaje a las 253 víctimas vascas de deportaciones en el 80 aniversario de la liberación ... de los campos nazis. Imanol Pradales ha advertido allí sobre «los discursos autoritarios» y se ha mostrado tajante: «Hay que proteger la democracia que ellos defendieron».
En el primer tributo que se realiza en memoria de estos dos centenares y medio de vascos, el lehendakari les ha pedido «perdón» por estas décadas de silencio y ha reivindicado la «responsabilidad histórica» de nuestro tiempo, que es «proteger y consolidar aquello por lo que pelearon quienes hoy homenajeamos: la paz, la libertad, la democracia y los derechos humanos». En ese sentido, ha recalcado la relevancia de «no banalizar los populismos y abogó por «poner pie en pared» ante los extremismos y los fanatismos que cuestionan la democracia. «Reviven los autoritarismos de siempre, inventando uno o varios enemigos para sembrar el odio y dividir a la sociedad, explotando el miedo en su propio beneficio, evocando la grandeza perdida y el retorno a un pasado idílico y presentando líderes carismáticos con soluciones rápidas y sencillas para todo», lamentó. «¿Todo esto nos suena, verdad?», ironizó.
Por su parte, la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, ha recordado a «miles de apátridas a quienes el odio revanchista del régimen franquista les había negado» hasta la nacionalidad española mientras Francia se la concedió a quienes se enfrentaron al nazismo. También ha lamentado «el injusto silencio y olvido que les ha rodeado» hasta ahora.
En el 80 aniversario de la liberación de los campos de concentración nazis, Gogora ha decidido organizar este acto en Irún «demandado por las familias de estas víctimas y el movimiento asociativo memorialista». Fueron 253 los deportados vascos y navarros entre 1940 y 1945. Todos sus nombres se han podido escuchar. 108 de ellos eran vizcaínos –nacidos o residentes-, había 77 guipuzcoanos, 12 alaveses, 54 navarros, además de un vascofrancés y otra persona sin identificar. Entre el público había numerosos familiares, además de miembros de asociaciones, entidades memorialistas y fundaciones. «Habéis ocupado el espacio desatendido por las instituciones», les agradeció San José.
Al acto, presentado por Maitena Salinas, han acudido numerosas autoridades. Entre ellas, la presidenta del Parlamento vasco,Bakartxo Tejeria, la delegada delGobierno, MarisolGarmendia, y el Ararteko, Manuel Lezertua, entre otros. Al comienzo, se proyectó un vídeo donde se pudo escuchar el testimonio de tres familiares de personas deportadas: Eugenio Azurza y su hija Asun Azurza, así como Lola Madariaga. Tomaron parte también Juan Francisco Murillo, miembro de la Amical Mauthausen, y María Jesús Amenabar, del colectivo La Ilusión de Rentería.
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Historia de tres vascos víctimas del nazismo
Eugenio Azurza es hijo de José María Azurza Osategi, un donostiarra afiliado a la UGT que murió en Mauthausen el 28 de octubre de 1941. Tras hacer la guerra con la República, acabó en Cataluña y cruzó a Francia, donde fue encerrado en el campo de concentración que se abrió en la playa de Argelès-sur-Mer, junto con otras 80.000 personas. Luego fue llevado a Gurs y de allí pasó a construir las líneas de defensa contra el nazismo, donde fue capturado por tropas nazis.
113 muertos
Lola Madariaga es hija de un deportado superviviente, Pedro Madariaga Recalde, un portugalujo que perteneció a la Marina Auxiliar de Guerra del Gobierno vasco.Fue capturado en un viaje por los nazis y fue trasladado a un primer campo de concentración en Austria.Luego a Mauthausen, Bremen y Dachau. Fue liberado el 29 de abril de 1945.
El acto de Irún se basa en una exhaustiva investigación sobre la deportación vasca de 1940 a 1945 realizada por los historiadores Etxahun Galparsoro y Josu Chueca para Gogora. Allí se detalla que, de los 253 deportados vascos, 113 murieron, 125 se salvaron y se desconoce qué sucedió con los otros 15. Hubo, por tanto, casi tantos muertos como supervivientes. Una tasa aún mayor en el campo de Mauthausen, donde exterminaron a dos terceras partes.
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