Urkullu pide una reforma «realista» del Estatuto y el PP alerta de «otro plan Ibarretxe»

Consciente de que el disenso en las cuestiones identitarias puede bloquear el resto de pactos, Iñigo Urkullu pidió a los partidos «realismo» y «responsabilidad» cuando vuelvan a sentarse a negociar la reforma. La ponencia de Autogobierno se reactiva en el Parlamento en diciembre, una vez que los juristas designados por las propias fuerzas políticas remitan el lunes a la Cámara la propuesta de actualización de la Carta en la que han trabajado los últimos trece meses.

Urkullu comparecía este viernes en la sesión de control del Parlamento a petición del presidente del PP vasco. Alfonso Alonso se mostró «preocupado» por el borrador de la reforma del Estatuto que remitirá el grupo de juristas. Según adelantó EL CORREO el pasado miércoles, habrá un documento de mínimos pactado por PNV, Podemos y PSE sin reivindicaciones soberanistas y otro alternativo de EH Bildu que sí aboga por la ruptura con el Estado. Se registrarán hasta tres interpretaciones diferentes del derecho a decidir, aunque todas vendrán recogidas a través de votos particulares, como el resto de aspiraciones de los jeltzales: fijar una relación bilateral con el Estado, crear un «concierto político», diferenciar a ciudadanos y nacionales vascos...

Aunque los borradores aún no son públicos, Alonso pidió al lehendakari que fijara posición sobre las negociaciones de los expertos, que, según el líder popular, están a punto de alumbrar «un nuevo plan Ibarretxe». «Allá donde podamos intentaremos que no vaya a ningún lado», advirtió el líder del PP en alusión a un posible veto en el Congreso tras lamentar que la reforma del Estatuto en la que avanzan PNV, Podemos y PSE «liquida la presencia de España en el País Vasco» y «puede provocar la misma división social que en Cataluña».

El 'tête à tête' entre Urkullu y Alonso se produjo apenas 24 horas después de que PNV y EH Bildu aprobaran el jueves en el Parlamento una iniciativa en la que reivindicaron el derecho a decidir, una relación «de igualdad» con el Estado y hasta el acercamiento de los presos de ETA. La diferencia con pactos anteriores es que el portavoz de los nacionalistas, Joseba Egibar, representante del ala más rupturista del partido, sorprendió con un discurso absolutamente moderado en el que rechazó cualquier vía unilateral y apostó por consultas «pactadas». Son las tesis que viene manteniendo el lehendakari desde hace años. Y con más ahínco desde que estalló la crisis territorial de Cataluña.

Urkullu no aludió este viernes a su recurrente apuesta por la negociación con el Estado, pero sugirió que si el debate del derecho a decidir genera fricciones a la hora de reformar el Estatuto debería orillarse. «Hay que profundizar en el autogobierno, pero buscando mecanismos de acercamiento entre diferentes», dijo antes de reconocer que la búsqueda de «amplios consensos» como el que requiere la actualización de la Carta de Gernika se complica más aún por el contexto de «épica electoral» que vive la política española. Por eso llamó a los partidos vascos a «modular sentimientos» y buscar los puntos de encuentro y a facilitar la convivencia de las diferentes sensibilidades.