«Euskadi merece un nuevo Estatuto; el debate sobre el derecho a decidir no existe en la calle»

- ¿Qué Sumar saldrá de esas asambleas?

- Un Sumar muy organizado y con un proyecto para el país. Hemos estado trabajando con cierta provisionalidad. En la primera asamblea hicimos un marco político que daba grandes ideas en términos ideológicos, y ahora toca aterrizar.

- ¿Y ese aterrizaje no llega con bastante retraso?

- Bueno, todo estaba pensado para que los partidos que hay dentro de Sumar tuvieran tiempo de adaptarse, de reforzar la coalición. Pero luego todo se aceleró, hubo una convocatoria electoral que no estaba prevista (la de noviembre de 2023)...

- Todas las encuestas señalan una pérdida de apoyos considerable. ¿Qué ha pasado?

- Estamos tratando de impedir que se consolide esa bajada. Queremos desarrollar una agenda política centrada en aquellas cuestiones en las que Sumar ha incidido, como puede ser todo lo relacionado con la vivienda, la reducción de la jornada laboral...

- Pero nacieron con unas expectativas que claramente no se han cumplido.

- Las expectativas hay que trabajarlas con cautela. Es un proceso dificultoso de configuración del campo progresista y también un año lleno de procesos electorales que no ha permitido que brillemos todo lo que deberíamos haberlo hecho en el Gobierno.

- Sumar Mugimendua se presenta como un proyecto de «obediencia vasca». ¿Qué significa eso?

- Pues que somos un partido de ámbito vasco y lealtad federal. El campo de las decisiones en Euskadi será de la dirección vasca.

- Por momentos Sumar parece más una sopa de siglas que una alianza cohesionada.

- Las alianzas bien estructuradas llevan tiempo. Pero no diría que es una suma de siglas. Sumar, en su principal representación institucional que es el Gobierno, proyecta una imagen consolidada.

- ¿Qué papel debe tener Yolanda Díaz en el futuro de Sumar?

- Tiene un papel fundamental y sigue ejerciendo un liderazgo político evidente. Es el mayor activo que tiene a día de hoy este espacio. Tiene la capacidad suficiente como para impulsar medidas innovadoras, como la reducción de la jornada laboral. Sin Yolanda Díaz es imposible que esto suceda y que este espacio crezca.

- ¿Su futuro pasa por ser referente institucional o líder política? Hay quien cree que van a impulsar una bicefalia similar a la del PNV.

- Es parte de una discusión que se resolverá cuando corresponda.

- ¿Se puede gobernar sin tener los apoyos suficientes en el Congreso, tal y como dijo el presidente?

- Se puede hacer, pero lo ideal es trabajar para tener permanentemente los apoyos necesarios para poder sacar adelante las medidas de gobierno. Esto significa un trabajo profundo de alianzas, y eso incluye sacar adelante los Presupuestos.

- Pero es evidente que las costuras de la mayoría de la investidura están cada vez más rotas.

- No diría eso. Vivimos en un entorno de alianzas variables en el que ciertas fuerzas políticas, especialmente Junts, van adoptando estrategias en función del momento. Y eso dificulta el trabajo parlamentario, como comprobamos nosotros con la proposición sobre la ley de arrendamientos urbanos que Junts tumbó. Pero el Gobierno no va caer, seguro.

- ¿No teme que Junts termine por romper la baraja en algún momento?

- ¿Usted cree que Junts quiere un Gobierno del PP y Vox? Se pueden decir muchas cosas, pero creo que nadie quiere un Gobierno de extrema derecha.

- ¿Y no es un poco triste que el principal argumento para defender la labor del Gobierno sea decir que la alternativa es peor? Como mínimo, digamos que es poco ilusionante.

- Es que la alternativa es peor. Y no es una cosa menor porque se trata de partidos que quieren revertir derechos. Pero es verdad que nos ubica en una posición defensiva que hay que revertir. Que esto no se trata solo de ser un parapeto para evitar que la extrema derecha llegue al Gobierno, sino de hacer de España un país contemporáneo, más moderno e incluso pionero en una serie de medidas, como puede ser la reducción de jornada.

- ¿Las últimas decisiones de Junts confirman que aquello de la «mayoría progresista» era una ficción?

- Existe una mayoría de investidura compuesta por lo que se puede llamar la alianza plurinacional. Creo que es una alianza que refleja bastante bien el país en el que vivimos.

- ¿Esa alianza plurinacional apoya el derecho a decidir? ¿Qué hará Sumar si el PNV y EH Bildu llevan un texto estatutario que incluya este principio?

- Somos defensores del autogobierno vasco y de un Estado federal y descentralizado. Entendemos que existen naciones sin Estado y que Euskadi merece un reconocimiento nacional. Pero Euskadi también merece un Estatuto actualizado que aborde los retos del siglo XXI y que blinde sus derechos sociales. El debate sobre el derecho a decidir lo impulsan solo las fuerzas nacionalistas, no existe en la calle.

- ¿Pero Sumar votaría a favor?

- Abogamos por un pacto de claridad, en un marco de normas pactadas con el Estado. El carril sobre la actualización del autogobierno y el del derecho a decidir deben ser diferentes. No puede ser que uno bloquee al otro.

- ¿Llegará la reconciliación con Podemos?

- Hace mucho tiempo que no hablamos de eso.

- Pero muchos de sus potenciales votantes siguen sin tener muy claro qué diferencias ideológicas tan grandes hay para que no puedan concurrir juntos.

- Bueno, es algo que tendremos que analizar, pero ahora estamos centrados en otras cuestiones.

- ¿Las peleas en la izquierda federal no se lo ponen muy fácil a EH Bildu para ganar apoyos?

- Es innegable que Bildu vive un momento de éxito electoral. Pero nuestro interés no es abrir una competición en el campo progresista, sino ampliarlo.

- ¿Cómo ve el arranque de Pradales?

- Lo cojo con cautela. Los perfiles del Gobierno son claramente liberales y con una orientación económica muy clara.