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Reacción ciudadana. Más de 30.000 personas se echaron a la calle para condenar el atentado en el centropenitenciario de Sevilla. efe / e. c.

«El dolor hizo que aquellos funcionarios de prisiones no volvieran a ser los mismos»

La novela de un extrabajador de la cárcel de Sevilla detalla el atentado con paquete bomba, del que ayer se cumplieron 28 años; fallecieron 4 personas

Sábado, 29 de junio 2019, 00:16

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Pasadas las once de la mañana de aquel 28 de junio de 1991 un paquete llegó a la antigua prisión de Ranilla –después pasó a ... ser Sevilla I–. Iba dirigido a Javier Romero, director del centro penitenciario. Los funcionarios de prisiones sospecharon de su contenido. ETA había iniciado una campaña de amenazas contra los responsables de las cárceles, lo que les situaba como objetivos de la banda terrorista. Se daba la circunstancia, además, de que Romero había dirigido anteriormente la prisión de máxima seguridad de Herrera de la Mancha. Se extremaron todas las medidas de protección. Incluso se llamó a los artificieros de la unidad de los Tedax. Pero cuando se hallaba en la sección de paquetería, el paquete-bomba explotó. Cuatro personas fallecieron: el funcionario Manuel Pérez, los reclusos Donato Calzado y Jesús Sánchez y un familiar que había acudido de visita, Raimundo Pérez. Una treintena resultaron heridas. Este atentado, del que ayer se cumplieron 28 años, es el eje de la novela 'Condenados a la oscuridad' (Editorial Integra Psicólogos y Salud) que José María García acaba de sacar al mercado. Él era uno de los funcionarios que trabajaba en aquella prisión sevillana.

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