Bildu lidera las gestiones con los socios de izquierdas de Sánchez para evitar su caída
Otegi realiza un ejercicio de diplomacia y se reúne en unas pocas semanas con ERC, Més Mallorca, Más Madrid y Podemos
En poco más de un mes, EH Bildu ha mantenido varias reuniones públicas que demuestran su relevante papel como socio de Pedro Sánchez y su ... interés en que la legislatura dure lo máximo posible. A mediados de julio, una delegación encabezada por Arnaldo Otegi se vio con Ione Belarra e Irene Montero; este pasado lunes hizo lo propio con el secretario general de ERC, Oriol Junqueras; el miércoles se entrevistó con los dirigentes de Més Mallorca, formación integrada en Sumar que cuenta con un diputado en el Congreso; y el jueves con representantes de Más Madrid. Cuatro citas con un mismo objetivo. Asumir el liderazgo de la mayoría plurinacional que en estos momentos sujeta al Gobierno, una entente que cada vez muestra más grietas. Un desgaste que puede abocar a unas elecciones que la coalición soberanista quiere alejar lo máximo posible.
Los encuentros con las cuatro formaciones han estado rodeados de un cierto simbolismo. Se han repartido por las tres capitales –Vitoria, San Sebastián y Bilbao– y a todos se les ha querido dar visibilidad pública en un contexto muy determinado. «Analizar y explorar las respuestas a la situación complicada y poco esperanzadora que viven el mundo y el Estado español», señalaba Bildu tras la reunión con ERC.
El foco, en realidad, está puesto en la situación de inestabilidad en la que se encuentra un Ejecutivo cada vez más presionado por sus socios, rodeado por casos de presunta corrupción y con unas encuestas que apuntan a que si ahora hubiera elecciones, Alberto Núñez Feijóo tendría todas las opciones de llegar a La Moncloa. Una hipótesis que complicaría al máximo la estrategia de EH Bildu.
El propio Otegi insiste en que Sánchez supone una «ventana de oportunidades» para lograr sus objetivos, o al menos avanzar hacia ellos. En todos los frentes. La cuestión de los presos de ETA está encauzada, pero en la izquierda abertzale asumen que la llegada del PP endurecería la política penitenciaria: concesión de terceros grados, aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario... Pero el interés de EH Bildu en que este Gobierno aguante al menos hasta 2027 tiene más variables.
Otegi insiste en que Sánchez supone «una ventana de oportunidades para lograr» sus objetivos
Han intentado convencer al resto de aliadospara que no fuercen demasiado las costuras
Durante los últimos siete años, la coalición ha logrado normalizar al máximo su situación y aparecer como un referente de esa mayoría progresista. Y eso le ha permitido ensanchar su base social y ganar espacio electoral tanto en Euskadi como en Navarra. A pesar de las sucesivas crisis y de la presión que formaciones como Junts, ERC, Podemos o incluso el PNV han metido a Sánchez, EH Bildu ha aparecido siempre como el socio más fiel. Incluso en los momentos más duros.
En la ponencia aprobada en su congreso de febrero, la coalición reconocía que «las izquierdas independentistas son fuerza decisiva para dar continuidad al Gobierno», y que eso permite abrir «debates» como el de los presos de ETA, dar pasos en «el reconocimiento nacional», llevar a cabo políticas sociales «progresistas» y «avanzar en el respeto de los derechos civiles». Y de todas estas cuestiones, solo hay una en la que todas las fuerzas de la llamada «mayoría de la investidura» –un entramado en el que están fuerzas antagónicas en lo ideológico como Junts y ERC o el PNV y EH Bildu– mantienen un interés más o menos común: la necesidad de avanzar en la plurinacionalidad del Estado.
Se trata de un concepto que el PSOE ya asumió en el congreso celebrado en junio de 2017 –el que volvió a entronizar a Sánchez tras imponerse en las primarias a Susana Díaz y Patxi López–, pero que desde entonces ha quedado congelado. Cualquier avance en ese sentido es limitado. Pero en la izquierda abertzale creen que puede haber margen para que haya algún gesto en ese sentido.
Podemos, el problema
De ahí que Otegi esté desplegando todo un ejercicio de 'diplomacia' plurinacional para intentar convencer al resto de aliados que no fuercen demasiado las costuras. En estos momentos, en realidad desde hace meses, el socio que más preocupa a EH Bildu es Podemos. Las relaciones entre las dos marcas siempre han sido buenas a nivel nacional, ya desde los tiempos de Pablo Iglesias. Pero la formación ahora liderada por Belarra quiere aparecer como el único referente de izquierdas, sobre todo para diferenciarse de Sumar y, de hecho, ya casi se ha convertido en oposición a Sánchez.
Este mismo viernes, Otegi volvió a dejar clara su postura. Ante la posibilidad de que el Gobierno acabe presentando su proyecto de Presupuestos, anunció que irán «con toda la voluntad del mundo» para alcanzar un acuerdo. ¿Por qué? Porque quieren evitar «que la derecha y la ultraderecha gobiernen en el Estado».
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