Tropezar en la misma piedra
Han pasado siete años desde que Pedro Sánchez se convirtió en presidente del Gobierno tras lograr que el Congreso aprobara una moción de censura contra ... Mariano Rajoy, gracias al PNV, por las corruptelas de los populares. En Navarra, los socialistas permanecieron casi dos décadas en la oposición, entre finales del siglo XX y comienzos del XXI, tras descubrirse las corruptelas del expresidente Urralburu y varios de sus consejeros. Chanchullos que dieron con varios de ellos tras las rejas.
Pues bien, volvemos sobre nuestros pasos. Sánchez, que llegó con las banderas de la regeneración y el feminismo, cruza hoy los dedos para que los cientos de grabaciones realizadas por el delincuente Koldo García no empujen al colapso definitivo a su Gobierno de coalición progresista. El Ejecutivo foral de la socialista navarra María Chivite se resiste a dimitir tras los chanchullos descubiertos en varias obras públicas, que salpican a Santos Cerdán y al ya 'exnúmero dos' del PSN-PSOE, Ramón Alzórriz.
A finales de los años 90, la corrupción terminó con la Primera República italiana. Las investigaciones de los fiscales de Manos Limpias propiciaron un vuelco en el mapa político. Dos de los partidos hegemónicos desde la Segunda Guerra Mundial, la Democracia Cristiana y el Partido Socialista, desaparecieron, y los electores saludaron la llegada de nuevas siglas a izquierda, derecha y, sobre todo, ultraderecha.
No parece que en España vaya a ocurrir algo parecido, por más que PSOE y PP lo merezcan. Hace una década, de las protestas del 15M, surgió Podemos. Fuerza rápidamente replicada desde el centroderecha por Ciudadanos, gracias al apoyo de la banca. Hoy, la de Pablo Iglesias es una formación residual de ultraizquierda. Los naranjas de Albert Rivera han desaparecido.
La política española contiene a estas horas la respiración hasta conocer qué más 'sorpresas' deparan los audios del putero, exchico para todo, que Santos Cerdán colocó a su predecesor en la Secretaría de Organización socialista, José Luis Ábalos. Sorpresas a otros prohombres del entorno de Sánchez y, se dice, que también al portavoz más lamentable que ha tenido el PP en el Congreso, Miguel Tellado, aunque podría ser incierto.
Del escándalo en la comunidad foral navarra caben menos dudas. Una comisión de investigación puede colocar con medio pie fuera de la Presidencia del viejo reyno a María Chivite por varias adjudicaciones multimillonarias de obra pública más que dudosas a una UTE integrada por Acciona, de nuevo bajo sospecha en varios expedientes, y la miniempresa Servinabar. El 45% de esta compañía se ha descubierto que es propiedad de Cerdán y en ella trabajó durante cuatro años la pareja del hasta ayer 'número dos' del PSN, Ramón Alzórriz, a quien se le 'olvidó' comunicar este pequeño detalle a la presidenta Chivite.
Las consecuencias que tendrían la adopción de medidas radicales contra los ejecutivos de Madrid y Pamplona por parte de los socios de Sánchez y Chivite –por ejemplo en las instituciones vascas cogobernadas por PNV y PSE– dejan en el aire que lleguen a producirse. Dependerá de la gravedad de lo que siga destapando la UCO. Así de lamentable.
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