Tres en uno por las cimas boscosas del Gran Bilbao

Lo mejor es verlo de cerca. Para ello, se puede comenzar con el ascenso a Artxanda por la pista tradicional tras cruzar el puente de La Salve . El funicular ahorra las cuestas a los más perezosos, pero se perderían parte del espectáculo del trayecto: puede que un corzo cruce una campa a orillas de la Vía Vieja de Lezama tras dejar la protección que le ofrece un bosquete de avellanos y acacias, que unas 'vacas panda' por su tamaño y pelaje salgan a su encuentro -son de la raza escocesa galloway- o que el mismo esplendor del bosque en esta época del año, donde crecen arces, robles y plátanos de sombra, sea un atractivo suficiente para la caminata. Numerosas mimosas, de amarillo chillón en invierno,se han talado al ser consideradas especies exóticas. Faldeando Artxanda, la ruta conecta con el parking del merendero del monte Avril (con 'v' por el apellido del general francés que fue gobernador de Bilbao durante la etapa napoleónica). Vestigios de Bilbao se dan cita en este paraje: dólmenes funerarios, ruinas de fuertes carlistas y una trinchera recuperada del 'Cinturón de Hierro'.

• Distancia 15 km.

• Duración 4 horas

Sólo hay que seguir las señales y mantenerse en el cordal sin caer hacia el Valle de Asua por la calzada de los zamudianos, utilizada por el Camino de Santiago en el tramo Larrabetzu-Begoña. Comienza la aproximación al Ganguren (477 metros de altura) una vez atravesado el alto de Santo Domingo. Un pinar de repoblación da paso a un maravilloso bosque caducifolio de especies autóctonas por el que merece la pena todo el esfuerzo, muy boscoso en la bajada hacia Etxebarri por una senda que pasa al lado de lo que un día fue el parque de atracciones.